¡Ave César!

César Sánchez / ICAL Recreación histórica romana 'Ludus Bergidum Flavium' de Cacabelos.

V. Silván / Ical

Cacabelos regresó este sábado al siglo I para rememorar su pasado romano, con el desfile de la caballería del Ala II Flavia de Bergidum Flavium -nombre con que se conocía entonces a esta localidad berciana- para recibir al César y a los miembros del Senado llegados desde Roma. Es la recreación histórica de la Ludus Bergidum Flavium, que cumple su sexto año consecutivo, con la participación también de una decena de asociaciones de Astorga, Lugo, Orense y Carabanzo (Asturias).

“Nosotros somos una asociación de recreación cultural y este es nuestro sexto año, empezamos con unas olimpiadas de verano en el mes de agosto y tuvo tan buena acogida que hemos multiplicado las actividades hasta convertirnos en esta recreación histórica de la Ludus Bergidum Flavium y contar con más de 400 miembros en nuestra asociación”, explica el cónsul Dunviro Publio Tellus Vinicio y también presidente de la asociación 'Ludus Bergidum Flavium'.

Ataviados con túnicas, el típico 'cingulum' (cinturon), grebas y brazales y las 'caligae' (sandalias) y armados con escudos, espadas y la 'pila' o jabalina, y sin faltar la cuádriga, las legiones iniciaron el camino en una nueva representación de un capítulo de la historia de Cacabelos para recibir al César y sus senadores en la antigua entrada a esta villa, donde ahora se encuentra la Moncloa de San Lázaro, por la calzada romana que entonces uniría Bergidum con Astúrica Augusta (Astorga).

Desde allí, la comitiva se desplazó de nuevo hasta la plaza Mayor de Cacabelos donde el César fue recibido con una fiesta con luchas de gladiadores de la Ludus Consular, la danza de las esclavas exóticas y carrera de cuádrigas, así como una representación de la venta de esclavos. Además, por primera vez la villa acoge una boda romana, dos miembros de la asociación que contraen matrimonio con el beneplácito del César y los miembros del Senado.

Un cruce de caminos

Esta recreación histórico se remonta “al año 100 de nuestra era”, según apunta Gonzalo González, en un momento de apogeo de las minas de oro romanas en el entorno de Bergidum Flavium, que llegaron a superar las 200 explotaciones y de las que quedaron vestigios como Las Médulas, hoy en días declaradas Patrimonio de la Humanidad por la Unesco. “Pero no solo fueron Las Médulas, aquí en Cacabelos también tenemos los llamados Lagos de Villabuena, unas minas de oro que también se han puesto en valor con la señalización y la limpieza de la ruta, incluso hay un canal romano”, destaca.

Las importantes riquezas que había en la zona, donde como ahora tampoco faltaba el vino, colocaron a Cacabelos en el centro de una 'T', que la convertían en un cruce de calzadas romanas que comunicaban esta villa con Astúrica Augusta (Astorga) hacia el Este, con Lucus Augusti (Lugo) al Oeste y Brácara Augusta (Braga Portugal) hacia el Sur.“Era un lugar importante, como cruce de calzadas, muy importantes para los romanos para sus mercancias, que eran su fuente de financiación, y en la guerra”, apunta González

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Y es que desde Cacabelos, los romanos enviaban su oro a Tarraco por la Vía Augusta y, por eso, esta recreación se centra en ese momento histórico y no en las Guerras Cántabras, por ejemplo, que es el eje sobre el que se realizan otras recreaciones como las de Astorga o Lugo. Así, esta villa conserva el yacimiento romano de La Edrada, donde algunos investigadores sitúan los restos de Bergidum Flavium que se convirtió en ese centro administrativo de los numerosos yacimientos auríferos, próximos también al yacimiento de Castro Ventosa, que cuenta también con una magnífica muralla de época Bajo Imperial romana.

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