El fin del festín renovable

molino de viento vertical

Antonio Vega

El Gobierno del Partido Popular, dentro de sus medidas de recortes del gasto y déficit público, ha acordado eliminar las primas que se pagaban a los productores de energías renovables.

El origen de estas primas estaba en incentivar la inversión en las energías renovables para poder cumplir con las exigencias de la Unión Europea para que en el año 2020 el 20% de la energía nacional procediera de fuentes de energía renovables. Además se trataba de compensar la moratoria y posible cierre de centrales nucleares y poder cumplir con los criterios del Protocolo de Kioto en matería de emisiones de CO2. La aparición de estas primas provocan un boom de proyectos de energías renovables desde finales de los años 90 que darían un barniz “verde” al sector eléctrico o empresas tan poco ecológicas como alguna minera local, véase caso del Grupo Viloria.

El recorte, que es “temporal” según el decreto que lo anuncia, no afectará a las instalaciones que ya están funcionando o aquellas en proceso de autorización o construcción que están inscritas en el “Registro de pre-asignación de instalaciones de régimen especial”. Este hecho significa un hachazo casi letal a quienes no están en este registro, como son muchos de los parques eólicos que se promueven en la provincia u otros proyectos anunciados a bombo y platillo. Sin la prima la rentabilidad de estas instalaciones es muy dudosa y podría significar la retirada de estos proyectos, que como mínimo deberán revisar sus planes económico-financieros. En León apenas figuran en ese registro 21 proyectos entre los de cogeneración, eólicos e hidroeléctricos. El sector solar se verá también afectado pero su sistema de gestión es diferente.

Lo curioso de la medida ha sido la respuesta de las empresas afectadas, apenas una nota de prensa escueta criticando el cambio normativo. Contrasta esto cuando el gobierno de Zapatero aprobó en el año 2010 un recorte de las primas renovables, también para no incrementar la deuda de tarifa eléctrica y recortar gastos del Estado, que entonces se llevaron las manos a la cabeza y pusieron a parir al gobierno socialista hasta conseguir un recorte más adecuado a sus intereses. De momento los empresarios locales del sector no han abierto la boca para decir nada, un hecho curioso cuando menos.

Los primeros avisos ya se dieron con el gobierno de Zapatero

Los españoles debemos a las eléctricas unos 28.500 millone de euros.

Lo cierto es que el “hachazo” que el ministro José Manuel Soria ha metido al sector renovable no es una novedad. El exministro Sebastián llevaba en el último trimestre de 2011 un nuevo recorte para el sector renovable que no vio la luz por la proximidad de las elecciones. En el fondo está la cuestión de que el modelo actual de coste energético no es sostenible económicamente debido al llamado “déficit tarifario”, es decir, que las eléctricas dicen que la luz que nos cobran se hace de forma más barata que lo que realmente cuesta. Como el gobierno es quien pone el precio de la luz en la última década hemos ido acumulando deudas con las eléctricas que a principios de este año ascenderán a unos 28.500 millones de euros (sí, unos 4 billones, con b, de las antiguas pesetas equivalentes a un 2,8% del PIB), según la Comisión Nacional de la Energía.

Este modelo está generando un problema económico al Estado al tener esa ingente deuda con las empresas, que se correspondería con todos los beneficios que han repartido las eléctricas desde 2005 hasta este año. Como no se puede pagar de golpe sin caer en la ruina se ideó un sistema financiero en el que la deuda pasa a ser un producto financiero con el aval del Reino de España, pero con la que está cayendo ya no les es tan interesante a las eléctricas que les deba dinero el Estado y quieren liquidez, lo que implicaría subir la luz hasta igualar el coste de producción y que deje de subir la supuesta deuda, reconocida eso sí, que tenemos los españoles con el sector eléctrico.

Y aquí viene el papel de las renovables y del fin de la prima. Las grandes eléctricas (Iberdrola, Enel-Endesa y Gas Natural- Fenosa) son los grandes dueños de las instalaciones renovables y si se eliminan las primas a los nuevos proyectos es probable que muy pocos se acaben ejecutando, teniendo en cuenta el actual momento económico que vivimos. Con esta medida el ministerio de Industria ahorra el coste de las nuevas renovables y contenta a las grandes eléctricas que ven como siguen cobrando por lo que tienen de renovable y es probable que no tengan que repartir más el pastel. En la actualida existe una limitación de horas anuales por las que una instalación renovable cobraría prima y ya no les interesa que creza el sector para no introducir más empresas a repartir.

El caso leonés

En la web del Ministerio de Industria (pinchad aquí) se pueden consultar qué proyectos en fase de tramitación o construcción todavía se llevarían las famosas primas renovables. Los que no estén aquí no la tendrán y es bastante probable que entonces no salgan adelante.

El fin de las primas puede llevarse por delante muchos proyectos en León, en especial parques eólicos

La burbuja del sector renovable en León se desarrolló fundamentalmente en dos frentes, el eólico y el solar. En ambos casos su desarrollo ha sido polémico por las tramitaciones irregulares y sospechas de fraudes y corruptelas varias. Muchos proyectos están en los tribunales y han sido declarados con autorizaciones no ajustadas a derecho.

Según la nueva medida del Gobierno sólo entrarían en León con prima renovable 21 instalaciones que se corresponden con 6 de cogeneración, 10 de parques eólicos y 5 de proyectos hidroeléctricos. El sector solar funciona con otro sistema y está por ver su afectación concreta. En la lista, que puedes consultar en el enlace del final de la noticia, llama la atención que no están muchos proyectos eólicos que han defendido a capa y espada el sector. La cuestión es si se harán ahora que ya no les van a pagar la prima eólica. Parece un momento económico complicado para conseguir financiación para estos proyectos que van a ser mucho menos rentables.

Lo cierto es que el sistema de primas a la producción mediante fuentes renovables de energía lanzó al estrellato a un sector industrial basado en ellas e incrementó de forma notable la producción con estas fuentes de energía, hasta situarnos en las primeras posiciones de la Unión Europea, sobre todo en los sectores con mayores primas como el termosolar y eólico. Quizás el exceso de primas y su no reajuste a una nueva situación energética y económica contribuyó a generar una burbuja renovable que en esta época de vacas flacas ha sido necesario pinchar. La decisión del gobierno ha sido criticada en voz baja por el sector y también por los grupos ecologistas que piden una regulación estable que apoye la producción de energía renovable y a la vez el sostenimiento del sistema eléctrico. Un interesante mandato para el ministro Soria.

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