Carteles y firmas contra la liberalización comercial bajo la excusa turística en León
Los comerciantes leoneses iniciaron hoy una nueva ofensiva en defensa del pequeño y mediano comercio una vez que León haya sido considerada como una Zona de Gran Afluencia Turística. Los comerciantes arrancaron el mercado del Conde Luna de la capital leonesa una pegada de carteles en defensa de este colectivo y una recogida de firmas con el convencimiento de que se podrán sumar un importante número de rúbricas que rechacen esta medida.
El presidente de 'Centro León Gótico', Juan Dopico, reconoció que la declaración de León como Zona de Gran Afluencia Turística que ayer hizo efectiva la Junta en el Boletín Oficial de Castilla y León (Bocyl), que supondrá la apertura de seis domingos más, era algo “que ya esperábamos”, aunque añadió que es “indignante” que cuatro meses después de haberlo solicitado, todavía no se hayan facilitado los datos de viajeros que pernoctan en León, algo que “deja a las claras que el Gobierno nos toma por el pito de un sereno”.
Uno de los requisitos para que una ciudad sea declarada como Zona de Gran Afluencia Turística es que supere las 600.000 pernoctaciones, algo que constata el Instituto Nacional de Estadística (INE) en el caso de León, pero que los comerciantes y hosteleros aseguran que se trata de una cifra muy lejana a la realidad. De ahí que solicitaran los datos a la Subdelegación del Gobierno, aunque no han tenido respuesta sobre esos números.
“¿Qué interés hay en no comprobar un dato que se ve tan fácil y tan sencillo?”, se preguntó Dopico, que insistió en que el Gobierno se ha apoyado en unos datos “erróneos” que además no se están comprobando, tal y como están pidiendo todos los colectivos, algo que a su juicio resulta “por lo menos extraño”. Los comerciantes mantuvieron que la diferencia entre el dato que aporta el INE y las pernoctaciones reales es “clamorosa” por lo que se estima la posibilidad de que pueda haber “otros intereses ocultos” y se intente favorecer a las grandes empresas.
Dopico lamentó las “amenazas” que recibieron en Valladolid, donde se les dijo que si no pedían la zona “que ellos querían”, se declararía todo el municipio “para todos los domingos del año”, a lo que añadió que si el pequeño comerciante no puede asumir seis festivos, “¿cómo nos vamos a permitir 52?”, declaró. Para los comerciantes, el Real Decreto es “vil y rastrero” porque obliga “a los que no quieren pedir algo, a pedirlo para que no les toque algo muchísimo peor”, insistió.
