El empresario que se quedó Coto Minero Cantábrico condenado a 8 años de prisión por fraude a Hacienda
El polémico empresario minero Rodolfo Cachero volverá a prisión. El empresario asturiano ha sido condenado a ocho años de prisión acusado de defraudar más de 4,8 millones de euros a la Hacienda Pública en las declaraciones del IVA y el IRPF de 2001 a 2004, concurriendo la agravante de reincidencia y la atenuante de dilaciones indebidas. Aunque el juez establece, según el artículo 76 del código penal, un tiempo efectivo máximo de cumplimiento de tres años de prisión.
Asimismo, condena a dos años de prisión a un apoderado de la sociedad Coto Minero Jove, como cooperador necesario, acusado de firmar las declaraciones correspondientes al ejercicio de 2004. Ambos deberán indemnizar de forma conjunta y solidaria a la Hacienda Pública en 1.088.320 euros que se corresponde con el total importe de las sumas defraudadas por los delitos fiscales correspondientes al ejercicio impositivo de 2004.
En igual concepto indemnizarán a Hacienda en 3.912.293 euros que se corresponde con el total importe de las sumas defraudadas por los seis delitos fiscales correspondientes a 2001, 2002, y 2003. La sentencia no es firme y cabe interponer recurso de apelación ante la Audiencia Provincial de Asturias en el plazo de 10 días siguientes a la notificación. Cachero se hizo con Coto Minero Cantábrico en mayo de 2014.
Segunda condena de prisión
Se trata de la segunda ocasión que Cachero acaba en la cárcel. En el año 2000 ya fue condenado por otro fraude tributario a cuatro años y ocho meses de prisión y al pago de más de dos millones de euros por no pagar a Hacienda algo más de un millón. Utilizó facturas falsas para desgravar el IVA en su explotación minera a través de Coto Minero Jove. Tras varios recursos judiciales, el Constitucional desestimó sus recursos de amparo. Fue entonces cuando protagonizó una huida de película que saltó a los medios de comunicación nacionales. En mayo de 2001, el empresario, tras ser reconocido por dos policías, huyó a toda velocidad con su coche alquilado. En la huida arrolló a uno de los agentes. La persecución llegó hasta Pravia, donde los consiguió despistar. El vehículo fue luego localizado en Lugo de Llanera.
Tres meses después, Cachero fue finalmente detenido. Fue en Marbella y de allí ingresó directamente en la cárcel de Alcalá-Meco. Había utilizado un chalet para ocultarse pero fue hallado por la policía. A los agentes les entregó la documentación de una persona con gran parecido y en su traslado a la Comisaría negó reiteradamente su identidad. La prueba dactilar fue definitiva.
Cachero ha tenido intereses en sectores como minería, distribución de bebidas, construcción, hoteles o servicios aeroportuarios. Fue impulsor de un grupo empresarial que fue intervenido judicialmente al suspender pagos Constructora Asturiana (CASA), que acumuló deudas por importe de 3.400 millones de pesetas de entonces, unos 20 millones de euros actuales.
Rodolfo Cachero se adjudicó de forma definitiva en diciembre de 2014 los activos de la extinta Coto Minero Cantábrico (CMC), la mayor empresa minera del país heredera directa de la Minero Siderúrgica de Ponferrada (MSP) y propiedad del empresario leonés Victorino Alonso. CMC entró en concurso de acreedores en 2013 tras la parálisis del sector por los recortes de ayudas aprobados por el Gobierno de Rajoy en 2012 y la falta de venta de carbón a las térmicas.
Los principales activos de Coto Minero Cantábrico son la explotación de interior y exterior de Hullas de Coto Cortés, ubicadas en Cerredo, Asturias. Unos activos por lo que ha tenido sonoras polémicas con la sociedad Uminsa, todavía propiedad del leonés Victorino Alonso.
