Si se te ha cruzado el hilo ‘El taller de mis locuras’ te enseña a remendarlo

el taller de mis locuras

Nuria V.

Marta era administrativa, pero desde pequeña aprendió de su madre y de su abura a tejer, coser y todo tipo de manualidades. “Yo nunca me he comprado un disfraz, siempre nos hemos hecho trajes muy elaborados” nos pone como ejemplo, “era una afición muy creativa y entretenida al salir de un trabajo tan lineal y poco imaginativo.” Cuando se quedó en el paro, y después de darle muchas vueltas, se decidió a hacer de su hobby su profesión y abrir 'El taller de mis locuras'.

La locura de hacer lo que te dé la gana

“Tenía claro que en el nombre del negocio tenía que aparecer la palabra 'Taller' pero no mi nombre. Quería que representara que es un lugar donde hacer algo diferente, cualquier cosa que se te ocurra, aunque sea una locura” y con esta filosofía a mediados de octubre hará un año que se enredó en esta empresa.

Marta ha centrado mucho el local en sus talleres, clases regulares a horas concretas a las que van los alumnos a hacer cualquier tipo de manualidad. “Mientras una chica hace los detalles para decorar su boda, una niña quiere hacer algún adorno para su cuarto o una mujer quiere arreglar un bolso”,es su manera de decir que cada uno hace lo que le apetece, ya sea dentro de los proyectos que ella propone o porque llegan con una idea concreta para que Marta les enseñe a desarrollarla o saben que quieren hacer algo pero no saben por dónde empezar. “El taller dispone de maquinaria, herramientas y utensilios, como la máquinas de coser, para hacer cualquier cosa durante las clases”.

Costura, decoupage (decorar objetos con papeles o servilletas), croché (ganchillo), scrapbooking (personalizar libros), restauración de muebles, reciclaje con tela vaquera o botellas, etc.“No me gusta hacer siembre la misma actividad, así que se lo ofrezco a los alumnos para enseñarles” y hace hincapié: “estoy para orientarles en todo momento y quitarles el miedo para que vean que todo es posible de hacer”.

Otra opción, además de acudir a unas clases regulares con un horario concreto, son los bonos de horas con flexibilidad para las personas que no tengan horario fijo puedan usar el local cuando mejor les venga. De todos modos en sus redes sociales tiene colgados los horarios para que cada uno se organice como mejor le cuadre.

La locura tiene su punto

“Lo que yo enseñó se puede hacer de otras maneras, pero la experiencia social que ofrecemos no se puede comparar con nada”y damos fe de sus palabras porque cuando nos recibió estaba con un grupo de alumnas que se reencontraros después del verano y todo eran besos, risas y hasta regalos para Marta. Un ambiente divertido y distendido con niñas desde los diez años hasta mujeres de cuarenta o cincuenta años. “Sobre todo vienen alumnas, las más jóvenes los sábados por la mañana y entre semana tengo más clases por las tardes, pero yo estoy aquí todo el día y no hay problema en abrir grupos nuevos”.

Pero además de dar clases, Marta acepta bajo encargo cualquier pedido de cualquier tipo de manualidad. “Me han pedido muchas pizarras portátiles para niños, restauración de muebles, detalles de bodas, bolsos y hasta una falta multitalla que he diseñado”. Aunque asegura que está más tiempo preparando las clases que produciendo artículos para vender todo le lleva a trabajar con las manos, que es con lo que más disfruta de su trabajo en su alocado taller.

Dirección: Paseo Salamanca 83, local bajo

Horario: de lunes a viernes de 10:30 a 14:00 horas y de 16:30 a 20:00 horas y tres sábados al mes de 11:00 a 13:00 horas.

Teléfono: 717718542

Correo: eltallerdemislocuras@gmail.com

Facebook: https://www.facebook.com/El-taller-de-mis-locuras-1144075512339029/

Twitter: https://twitter.com/tallerlocuras

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