Los GRS de la Guardia Civil de León en la encrucijada: de las batallas mineras a la guerra del campo que les causa heridos

Agentes de la Guardia Civil anoche durante el corte de la A-6 por parte de las 'tractoradas'.

Carlos J. Domínguez

La pasada madrugada ha marcado un aparente punto de inflexión en las protestas que el campo protagoniza en las provincias de Zamora y de León, de las primeras de España en levantarse en concentraciones sorpresa, no autorizadas ni notificadas, hace ya un mes. Y es que los últimos intentos de corte de carreteras principales ya se han saldado con imágenes que en la provincia leonesa recuerdan mucho a muchos años atrás, cuando los conflictos mineros estallaban en auténticas batallas campales con un gran protagonismo ya desde entonces del cuerpo de los GRS de la Guardia Civil.

Esta unidad del instituto armado, que tiene una de sus sedes peninsulares en La Virgen del Camino (León), fue movilizada anoche nada más conocerse que un nutrido grupo de agricultores, según ha trascendido buena parte de ellos de la provincia de León, intentaban cortar con barreras de fuego la autovía A-6 Madrid-A Coruña, e incluso arrojando piedras a algunos camiones que circulaban por la carretera a su paso por el norte de la provincia de Zamora.

Las mismas fuentes oficiales hablan de cerca de tres horas de refriega sobre el asfalto, en un intento de los agentes por devolver la normalidad a la zona. En determinados momentos de mucha tensión, la Delegación del Gobierno ha llegado a cifrar en nueve agentes de los GRS heridos, tres de ellos de mayor consideración, al sufrir algunas roturas, uno en la clavícula y otro más en los dedos, por lo que se habla de “diagnóstico grave”. La dura refriega también se ha saldado con dos detenciones y seis personas identificadas e investigadas por estos hechos.

Hay que remontarse cinco, 12 y hasta 32 años atrás para que encuentren reflejo estas escenas de anoche en las de las guerras que de un lado los mineros, en aquel caso, y de otro los guardias del Grupo de Reserva y Seguridad (GRS) de La Virgen.

Un historial 'negro' de tensión

Era cuando en 1992, tras la primera Gran Marcha Negra y el histórico encierro en el Pozo María, de nuevo en el año 2012 e incluso todavía en los últimos estertores de las explotaciones de carbón, en 2009, tanto en la comarca del Bierzo como en la cuenca de la Montaña Central, en Ciñera, los sucesivos ajustes de las minas, la amenaza de pérdida de empleo, las políticas de reducción de su casi exclusivo modo de vida, se vivieron los últimos momentos de gran tensión entre los dos bandos.

Eran cotidianas en aquellos años las sucesivas batidas de mineros, primero, y de guardias civiles, a continuación, los unos para cortar la misma A-6 o la N-VI en Bembibre, o la carretera N-630 hacia Pajares, o la autopista AP-66 León-Asturias, o la comarcal carretera de Caboalles que unía la capital con la cuenca de Laciana. Los otros para reprimir con fuerza los intentos de incomunicación.

Tales fueron entonces aquellas chispas que no pocas veces se tuvieron los mineros que sentar en el banquillo de los acusados bajo graves acusaciones que, de momento, en las protestas del campo no se dan con igual fuerza. Baste recordar que en los últimos encontronazos, en enero y febrero de 2019, tras ser identificados, seis mineros a los que se acusó de cortar con barricadas de fuego la AP-66, la autopista llamada del Huerna, acabaron teniendo que sentarse en el banquillo de los acusados de la Audiencia Provincial. Se les pedía 9 años de prisión por aquellos hechos, aunque finalmente hubo un acuerdo económico.

Los grupos no autorizados ahora de agricultores y ganaderos también han cortado por momentos, igualmente con fuego, la misma autopista que entonces y no pocas autovías y nacionales desde que hace más un mes prendieran la mecha de la protesta en la provincia de León, inicialmente acariciando no pocas consignas de extrema derecha. Pero todavía no se había producido, hasta anoche, un episodio de tanta tensión, incluso con heridos en las filas policiales.

Un resultado que ha llevado al delegado del Gobierno en Castilla y León, Nicanor Sen, exalcalde en Cistierna de una antigua cuenca minera, la “reacción violenta por algunos de los manifestantes”. Y es que incluso fuentes de la Guardia Civil aseguran que incluso en el tenso corte de la A-6 se pudieron oír consignas como: “Demasiado poco os ha matado ETA”. Sen ha recordado tras una reunión con sindicatos agrarios que la actuación policial no sólo es para intentar no perjudicar a los ciudadanos en su circulación sino para evitar riesgos para su vida y las de los propios manifestantes, “máxime en horas de baja visibilidad”, motivo de la intervención de los GRS.

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