Lo mejor y lo peor de unas fiestas distintas en León
Culmina la semana grande con la mayor parte de los eventos festivos de San Juan y San Pedro 2016 en la capital leonesa y es hora de hacer balance, al igual que el año pasado —primero del equipo de Gobierno encabezado por Antonio Silván— preguntábamos si eran o no eran “una mierda” los festejos centrales de la ciudad. Y el balance de este año pasa obligatoriamente por el reconocimiento de que algunas cosas han cambiado, retomando cierta importancia de muchos años atrás, aunque existan luces y también sombras que en la redacción de iLeon.com pasamos a valorar.
En el lado del éxito y en positivo, caben resaltar los conciertos gratuitos en la Plaza Mayor, al viejo estilo de los festejos de antaño. Un cartel formado por nombres como Antonio Orozco, Mago de Oz, Bertín Osborne, Duncan Dhu, Mojinos Escocíos o Sidonie, entre otros, que sin duda sumó llenazos noche tras noche, a veces tanto que desbordó incluso a la organización y hubo quien lamentó la falta de seguridad u organización. Para casi todos los gustos hubo música de éxito y actualidad, con la destacable curiosidad del coste de 28.000 euros de la actuación de Bertín Osborne, tanto o más de moda por su éxito televisivo como por haberse visto involucrado en el escándalo 'offshore' de los llamados 'Papeles de Panamá'.
De entre lo peor y más comentado, la lejanía del lanzamiento de los tradicionales fuegos artificiales de la noche de San Juan, que se relegó a la altura del instituto de Eras de Renueva aduciendo motivos de seguridad, y la idéntica lejanía de no menos auténtica hoguera de San Juan, que llamó la atención por su feísmo y por durar apenas cinco minutos en los que muchos no pudieron casi ni verla. Sin embargo, una 'hoguerina' celebrada a los pies de la Catedral resarció a un pequeño puñado de personas que se la 'encontró' esa misma noche casi por sorpresa con estampas como éstas.
Mención aparte merece el cartel de San Juan 2016, el colorido gallo de San Isidoro que lo ilustraba. No tanto por su calidad, que dio para todo tipo de comentarios, sino sobre todo porque por fin el equipo de Gobierno municipal cumplió el compromiso de que se eligiera por concurso entre todos aquellos trabajos que los creativos quisieron presentar, con un jurado en el que iLeon también participó.
El mantenimiento dentro de programa de las meritorias actividades de numerosas escuelas de danza y baile, en la Catedral; o el mantenimiento igualmente de los conciertos de conjuntos leoneses, con algo —menos— de folclore tradicional leonés, también cabe reseñarlo, como el éxito de miles de personas cosechado en el Hípico con el evento musical de Orquestalia. Aunque el Hípico al uso, el de saltos de caballos, un clásico donde los haya y otrora de gran renombre, estuviera este año tremendamente desangelado por falta de apoyos.
Y hablando de música, por supuesto la concentración de peñas y charangas, que si bien es un evento del primer fin de semana para calentar motores que ya alcanzó su quinta edición gracias al empuje del Barrio Húmedo, muy en concreto, este año resultó un acierto muy visual —ver fotos— hacer coincidir su presencia masiva en la Plaza de San Marcelo con el pregón a cargo del escritor y periodista leonés Pedro Trapiello, porque evitó que este acto típico fuera tan desangelado como en años precedentes. Por cierto, las peñas entraron al trapo de la actualidad exigiendo delante del alcalde que no se 'criminalice' la música en la ciudad, y no sólo referido a las charangas sino al caso del Conservatorio de Música.
En el lado negativo del programa festivo de San Juan y San Pedro, se apreció una considerable disminución de los actos y eventos de carácter gratuito para los más pequeños, por ejemplo al desparecer la habitual animación didáctica en el centro de León, Jardín del Cid, que llenaba días y horas de diversión sin coste para las familias. En Espacio Vías se trató de paliar, aunque algunas de los mejores eventos programados eran de pasar por taquilla.
Y las carpas de asociaciones y colectivos, de camino al recinto ferial, en el Avenida Saenz de Miera, demostraron para muchos que necesitan un cambio de algún tipo, porque en muchos momentos se vieron vacías aquellas que se pusieron, menos que otros años.
El enorme montaje musical en la Plaza Mayor desplazó el mercado tradicional durante tres jornadas completas.
Respecto al impacto positivo de los conciertos gratis en la Plaza Mayor, y aparte la polémica 'offshore' de Bertín, hubo otra polémica colateral protagonizada por algunos colectivos, comerciantes y vecinos del Casco Histórico, que volvieron a criticar al Ayuntamiento por provocar el desplazamiento a la Catedral del tradicional mercado de los miércoles y sábados, cuyo escenario natural desde siglos ha sido precisamente la Plaza Mayor. Estampa bonita sí dejó delante de la Seo, pero los que protestaban aducían los perjuicios de que su emplazamiento sea moneda de cambio.
Y otra curiosa anécdota de los conciertos tuvo que ver con la no menos extraña coincidencia de las fiestas con la época electoral, que hizo por ejemplo que en la noche del pasado 26 de junio la actuación del grupo León-Benavente se retrasara más de hora y media para no interrumpir el recuento de votos del colegio electoral que era el Viejo Consistorio.
Y casi por unanimidad, aunque siempre haya matices puntuales, destaca el exitazo del evento 'Come y Calle' que llenó de food trucks el Jardín de San Francisco. No era el primer año, pero se notó una mayor organización —importante ante la avalancha de gente en algunos momentos puntuales—, más oferta gastronómica y el atractivo de música de gran calidad.
En definitiva, por término general en la calle al menos se ha apreciado un interés por no hacer las mismas fiestas de León de los últimos años, y todo ello con un presupuesto que se cifró en 340.000 euros, aunque el equipo de Gobierno del PP se apresuro a matizar que aunque crecía muy considerablemente, en realidad la aportación municipal sumaba 225.000 euros, curiosamente 3.000 euros menos que se destinó a San Juan y San Pedro en 2015.
