El PSOE exige que los autobuses urbanos sean gratis para menores de 14 años por apenas 12.000 euros al mes
Ocho meses después de plantearlo formalmente mediante una moción, el portavoz socialista en el Ayuntamiento de León, José Antonio Diez, reiteró hoy su petición para que los menores de hasta 14 años empadronados en León dispongan de una tarjeta de uso gratuito del transporte urbano. Se trata de un beneficio que hasta ahora disfrutan los menores de seis años, por lo que sólo se trataría de ampliar la edad de bonificación.
El concejal recordó que la propuesta ha sido dictaminada favorablemente y no entiende el retraso es su aplicación. El coste de la aplicación de esta medida para el Ayuntamiento, según los cálculos ya hechos, rondaría los 12.000 euros mensuales, detalló el portavoz citando un informe elaborado por el Ayuntamiento de León en cuya elaboración se ha escudado el equipo de Gobierno para seguir sin adoptar esta medida.
Diez recalcó que esa iniciativa permitirá incrementar el número de usuarios del transporte público y favorecería la llegada de nuevos usuarios. Actualmente, los viajeros de menos de 14 años suponen el 4,7 por ciento del total en el tranporte urbano de la capital leonesa.
Diez recordó que el coste del servicio de transporte público se sitúa cada año en torno a los seis millones y que el Ayuntamiento inyecta de sus arcas alrededor de cuatro a la empresa concesionaria para sufragar el déficit de la explotación. En los últimos años, las acciones adoptadas desde el Ayuntamiento sobre este servicio básico, recalcó, lejos de suponer una mejora se han traducido en un progresivo descenso en el número de usuarios. Una bajada que cifró en millón y medio en el último lustro.
Con la implementación de esta medida el PSOE busca incentivar el uso del transporte público desde la infancia y animar también a padres o adultos que les acompañen a utilizar la red de autobuses públicos como una medida positiva a corto y largo plazo, incrementar el número de usuarios de la red de transporte urbano y mejorar la eficiencia del servicio público reduciendo la “capacidad ociosa” de la flota de autobuses.
