La oposición en bloque exige paralizar las obras de la Plaza del Grano

El alcalde Antonio Silván y su mano derecha Ana Franco. / Carlos S. Campillo / ICAL

Carlos J. Domínguez

La polémica obra de reforma de la Plaza del Grano, que ha entrado esta semana en el sensible punto de comenzar a levantar su tradicional y único empedrado, ha dado un giro de 180 grados en cuestión de horas para dejar al equipo de Gobierno del Partido Popular y a su alcalde, Antonio Silván, en franca minoría defendiendo unos trabajos bajo constante polémica. Y es que la oposición en bloque se posiciona ahora a favor de la paralización inmediata de los trabajos que acomete la empresa.

Rápido avance de las nuevas aceras perimetrales en la sensible Plaza del Grano, que ahora la oposición exige paralizar.

iLeon.com ha confirmado que este mismo viernes los grupos municipales del PSOE, León Despierta (Podemos), León en Común (IU) y Unión del Pueblo Leonés (UPL) registrarán oficialmente un escrito en el que exigen al PP esa paralización de las controvertidas obras. Una petición que se suma a la que ayer defendió el otro grupo municipal restante, Ciudadanos, solicitando idéntico frenazo a los trabajos.

De este modo, la suma de la oposición se impone de manera numérica y categórica (17 concejales, salvo sorpresas de última hora) frente al Gobierno en minoría de Silván (11 ediles).

Los argumentos de los cuatro grupos para adoptar esta decisión que marca un punto de inflexión total en el proyecto de esta plaza patrimonial de la ciudad, con características únicas en Europa, se resumen en que la ejecución de la Fase II -aceras perimetrales en toda la Plaza del Grano, incluso en puntos donde hasta ahora no existía, como por ejemplo delante de las dos casas típicas aportaladas- y el uso constatado de cemento bajo el nuevo suelo que 'condena' parte de los cantos rodados, afectan de una manera definitiva a la “idiosincrasia” histórica de este sensible lugar del Casco Histórico. Esas son las palabras empleadas por el portavoz de UPL, Eduardo López Sendino.

Por su parte, el socialista José Antonio Díez coincide en que “parece que las obras no se están ajustando al proyecto” en cuanto al respecto de ese pavimento se requiere, y entiende su grupo que “Patrimonio debe pronunciarse” antes de avanzar en unos trabajos que podrían ser irreversibles. “Siempre hemos defendido que se mantenga la esencia original de esta plaza, que tiene un gran valor en un conjunto que es Bien de Interés Cultural, y el PP nunca hasta ahora se ha sentado” a debatirlo, cosa que espera que ahora sí ocurra.

El posicionamiento común se adopta incluso a pesar de que algunos de los firmantes reconozcan ser partidarios de un arreglo de la Plaza, cuyo estado es lamentable desde hace años, en gran medida porque apenas ha tenido mantenimiento desde la última intervención en 1989, agravada por el hecho de que desde esa fecha se ha permitido, por ejemplo, el tránsito de tráfico rodado por la misma.

De este modo, la oposición en bloque -aunque Ciudadanos ha ido por libre y no ha participado en las conversaciones con los restantes grupos- le pone en un serio aprieto al PP en el Ayuntamiento de León, firme defensor a ultranza de los actuales trabajos, que tienen una contestación permanente y diaria por parte de un grupo no poco numeroso de ciudadanos que se autodenominan los 'Guardianes de la Plaza del Grano', en consonancia con la Plataforma Salvemos la Plaza del Grano, que sigue abanderando la crítica al proyecto en esta sensible fase.

Cabe recordar que la obra cuenta con un duro informe en contra, fechado a finales de 2015, por parte de Icomos (entidad asesora de la Unesco en materia de Patrimonio), cuya presidenta también había pedido que no se ejecutara la fase en que se verá afectado el pavimento tradicional de cantos rodados, y que acusó recientemente al PP municipal de “mentir como bellacos” asegurando que no se iba a tocar ese pavimento típico.

Por contra, el proyecto, defendido a capa y espada por la concejala de Urbanismo y Jardines, Ana Franco, contaba con el visto bueno de entidades como el Colegio de Arquitectos de León. La obra, una de las más cuantiosas del actual mandato -aunque proviene de seis años atrás- está además financiada en su mayor parte por el Ministerio de Fomento del Gobierno de España con cargo al 1,5% Cultural, dinero que sin embargo aún no ha llegado a las armas municipales.

El coste de las dos fases suma 262.000 euros, si bien la primera de esas fases (el arreglo de las calles aledañas Mercado y Capilla) no han provocado queja alguna de los detractores, ni tampoco de los grupos políticos municipales, por considerarla muy necesaria.

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