Así votó el Ayuntamiento de León el derribo de su casa más antigua, con el 'sí' de la Junta

Vista aérea del destrozo causado, sin que el Ayuntamiento haya hecho nada por evitarlo. / @osrubi0

C.J. Domínguez

Aún resuena la polémica por el derribo prácticamente total de la construcción civil que se tiene por la más antigua de la capital leonesa, situada en la carretera de los Cubos (Carreras, número 25), a la que algunos expertos conceden más de cinco siglos de antigüedad aunque la concejal de Urbanismo, Ana Franco, que hoy ha defendido a capa y espada su derribo, afirma que data del siglo XVIII.

La demolición de esta vivienda típica, que contaba con el nivel de protección 5 dentro del Plan Especial de Ordenación, Mejora y Protección de la Ciudad Antigua, y las dos aledañas -también protegidas con niveles 5 y 3 respectivamente- fue acordada en la Comisión de Urbanismo del Ayuntamiento de León celebrada el 4 de abril de este año. En ella, la licencia solicitada por la empresa Decolesa en nombre de los propietarios de ambas viviendas fue votada favorablemente por el PP y por Ciudadanos, aunque no intervino. El PSOE se abstuvo argumentando que no había información suficiente y debería haberse realizado un estudio previo.

El resto de los grupos de oposición se opusieron. Victoria Rodríguez, de León en Común (IU), resaltando el alto valor de este “vestigio de la arquitectura popular humilde” de la ciudad; María Hernández (León Despierta-Podemos) afeó “el paradigma de cómo los propietarios de bienes antiguos los dejan abandonados con la intención de que se arruinen” y que el Consistorio hiciera oídos sordos a sus quejas por su mal estado; y Eduardo López Sendino (UPL) consideró que “es un caso claro de edificio a conservar”. El primero y el último de estos partidos insistían hoy en sus argumentos a favor de la protección del inmueble en sendas notas de prensa.

El PP, con Ciudadanos, se enrocó y se salió con la suya, concediendo la licencia en virtud de la cual el derribo de ambas viviendas comenzaron a derruirse el pasado sábado, acabando el lunes con la tradicional estampa de la casa amarilla, entre fuertes críticas sociales tras verse documentos como este vídeo:

El otro argumento empleado es que la Comisión Territorial de Patrimonio de la Junta de Castilla y León el 22 de febrero había autorizado el derribo, sólo con el condicionante de “mantenerse la fachada de la planta baja del inmueble como cerramiento del solar en tanto no se realicen obras de reposición de la edificación, con el fin de conservar la imagen del conjunto histórico”. La misma autorización hablaba del “desmontaje exclusivamente de aquellos elementos perjudiciales para la conservación del inmueble y la seguridad en el solar”.

Fisuras peligrosas desde febrero de 2016... sin medidas de seguridad

Y hoy, 24 horas después, esa seguridad ha seguido siendo el argumento esencial del PP en el Ayuntamiento de León. Ana Franco recordaba hoy en Radio León que para el equipo de Gobierno municipal “primero son las personas y la seguridad de los viandantes” ante su evidencia de que el estado del edificio “podía haber provocado accidentes mortales”. El primer informe de “grandes fisuras” dató de febrero de 2016, reconoció hoy, lo que significa que durante más de un año el Ayuntamiento puso en elevado peligro la vida de los viandantes, ya que jamás se impidió el paso por esa zona desde entonces.

Y admitiendo que la valiosa vivienda “forma parte del patrimonio cultural” de la ciudad, si bien en realidad la Junta intervino no por eso sino por la obligatoriedad de su informe ante la proximidad de la muralla de León y su elevado grado de protección.

En la tertulia radiofónica, Victoria Rodríguez denunció nuevamente la “tropelía”, similar a su juicio a la de la reforma de la Plaza del Grano o la destrucción de la muralla para abrir un acceso al parking subterráneo de la Plaza Mayor, todas ellas, recordó, con autorización de Patrimonio de la Junta. Y como ella, la socialista Susana Travesí denunció la inoperancia de la concejala del PP responsable de Patrimonio, Margarita Torres: “Está más preocupada de vender su libro, su grial y su película que a proteger los bienes históricos”, espetó la edil de León en Común.

Desde Ciudadanos, Ana Carlota Amigo, dado que “ya no podemos solucionar lo que es un desastre” insistió en el apoyo de su grupo al derribo porque “el riesgo para los viandantes está por encima de la protección”, y María Hernández (León Despierta) recordó afirmó que “el señor Silván está haciendo todos los méritos posibles para pasar a la historia de León como el destructor del patrimonio”, añadiendo que “uno de los dueños de esa casa tiene los conocimientos técnicos suficientes para saber de qué es responsable”.

Etiquetas
stats