El Ayuntamiento de León y Diputación mantienen aún medallas y honores a Francisco Franco

El Ayuntamiento de San Marcelo en una fotografía anterior a la reforma, desde el que se otorgó a Franco el más alto honor municipal creado ex profeso para él.

Carlos J. Domínguez

Cuando todavía resuenan los ecos de la sorpresa que supuso descubrir que el Ayuntamiento de Ponferrada mantenía el título de alcalde honorífico al ex jefe del Estado, el generalísimo dictador Francisco Franco, y el reciente acuerdo municipal para retirarle este honor y la Medalla de Oro de la Ciudad, resulta que no es, ni mucho menos, el único caso de una alta institución en la provincia leonesa que ensalzó con sus máximas distinciones al gerifalte fascista que se mantuvo 40 años en el poder tras el golpe de Estado protagonizado en 1936.

Catálogo de la joyería madrileña a la que se encargaron los 'millonarios' presupuestos.

De hecho, las dos instituciones de rango más elevado, la Diputación de León y el Ayuntamiento de la capital, aún mantienen sendos presentes de lujo para el dictador, que contravienen la Ley de Memoria Histórica aprobada por el Congreso de los Diputados en 2017 y aún en vigor. Esta Ley 52/2007, en su artículo 15.1º, establece que “las Administraciones públicas, en el ejercicio de sus competencias, tomarán las medidas oportunas para la retirada de escudos, insignias, placas y otros objetos o menciones conmemorativas de exaltación, personal o colectiva, de la sublevación militar, de la Guerra Civil y de la represión de la Dictadura”.

También a la Sección Femenina

A pesar de ello, la Diputación leonesa, gobernada por el PP, no ha hecho nada por retirar la Medalla de Oro de la Provincia, la más alta distinción honorífica de esta institución, un reconocimiento que aprobó en Pleno el 25 de junio del año 1960 y que consta que le fue impuesta a Franco el 17 de septiembre de 1962; justo un año antes, por cierto, de conceder otra medalla idéntica a la Sección Femenina de Falange Española Tradicionalista y de las Juntas de Ofensiva Nacional Sindicalista (FET y de las JONS), el partido único que sólo se disolvió como tal en 1977 por el Gobierno de Adolfo Suárez.

Precisamente el dictador había visitado aquel año 1962 la provincia leonesa en un viaje con abundantes paradas, como las visitas a la Escuela de Minas, la fábrica de Antibióticos, las cuencas mineras de la Montaña Central o el regadío de Santa María del Páramo, en concreto el 24 de septiembre de ese año, como muestra este panegírico del No-Do de la época.

Pero si poco conocida, por no decir desconocida, es esa distinción de la institución provincial, y si nulo ha sido el intento de cumplimiento de la Ley respecto a su mantenimiento, más inaudita es la Medalla de la Ciudad con Laureles que el Ayuntamiento de León se inventó literalmente en mayo de 1952 para encumbrar al tirano.

“Reconocimiento al pleclaro Jefe y guía de la vida española”

Inventada distinción porque el completísimo informe localizado por iLeon.com, que obra en el Archivo Municipal de León, admite que fue creada ex profeso, al tiempo que se le nombraba a Franco también Hijo Adoptivo de la Ciudad de León. La literatura del acuerdo no tiene desperdicio: “Los méritos especialísimos que adornan la personalidad de S.E. (Su Excelencia) el Jefe del Estado, el acierto desplegado por él en la gobernación del país, la atinada dirección impresa en nuestros destinos son y representan la suma de virtudes políticas y sociales que aconsejan a esta histórica ciudad -centro estatal, en la Nación, un día- otorgar al Caudillo de España la primera Medalla de Oro con Laureles de la Ciudad, con destino a jefes de Estado, siendo la inicial de esta clase que se conceda (...) que perpetuaría su reconocimiento al preclaro Jefe y guía de la vida española”, todo ello en nombre de todos los leoneses.

Se ratificó esta decisión en un Pleno de 27 de mayo de 1952, pero se propuso en un acuerdo firmado por el alcalde -Carlos Álvarez Cadórniga- el 10 de marzo de ese año, en el que también se propuso y aprobó la Medalla de Oro de la Ciudad al entonces gobernador civil, Juan Victoriano Barquero.

Se justificaba el momento de tales honores elevadísimos porque “en próxima fecha en la que ha de celebrarse por la Nación entera el Día de la Victoria, gloriosa efeméride en la que todos hemos de testimoniar, como buenos españoles, el gratísimo recuerdo con que debemos acoger la feliz recompensa del triunfo otorgado a nuestro patriotismo, la Alcaldía, deseosa de enaltecer la memoria de tan inolvidable momento venturoso para España” no quería ser menos que otras instituciones“.

Un documento da fe de que Franco asumió formalmente el regalo honorifico

En el expediente municipal leonés consta, además, escrito del Gobierno Civil al regidor en el que el 14 de mayo de 1952 se demuestra sin lugar a la duda que Franco se avino a aceptar tal agasajo. “S.E. el Jefe del Estado y Generalísimo de los Ejércitos ha tenido a bien aceptar complacido la primera Medalla de Oro con Laureles creada por ese Ayuntamiento”, reza el escrito oficial.

Lo único que no consta en el expediente es el coste económico que supuso para los leoneses aquel detallazo, que tuvo que ser necesariamente un 'sablazo'. Porque sí aparece que la Corporación encargó a la madrileña y muy prestigiosa joyería madrileña de Villanueva y Laiseca -en la Plaza Canalejas de la Carrera de San Jerónimo- un diseño acorde con la altura del regalo a Francisco Franco y ésta, el 30 de junio del mismo año, contestó con tres propuestas a cual más elevadísima: una de 10.000 pesetas de la época, otra de 15.000 y la más cara de 25.000 pesetas.

La joya, encargada en Madrid

Esta joya tendría “cartela en oro de ley con aplicaciones y remates de las bolutas en platino y brillantes, lazo de unión de los laureles en brillantes engastados en platino, lauleres formados por esmeraldas especialmente lapidadas y simientes de rubíes; cuartel en miniatura esmaltada sobre fondo plata reglamentaria; corona en oro de ley tallada a mano con los florones en platino y brillantes, rubíes y esmeraldas en el bando; reverso inscripción esmaltada a determinar; cordón reglamentario y pasador de oro de ley; y estuche especial de madera de caoba con placa de plata y dedicatoria grabada”. Al cambio, esta filigrana de joyería tendría un valor económico aproximado, a día de hoy, de no menos de 50.000 euros.

Si se llegó a gastar esta ingente cantidad de dinero público de todos los leoneses o no es una incógnita, porque el expediente detiene aquí -en el presupuesto- la documentación. Este medio no ha podido ponerse en contacto, pese a intentarlo, con la mencionada joyería para tratar de rastrear si se abonó aquella medalla, y con qué cuantía finalmente.

En el mandato del último regidor socialista, Francisco Fernández, en concreto en el año 2010, éste anunció su intención de iniciar los trámites para anular la concesión de esta medalla al dictador, pero aquel expediente no consta que concluyera con su retirada formal.

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