Nuevos restos arqueológicos afloran en el Casco Histórico de León
Ha sido comenzar los primeros trabajos del llamado plan de 'Rehabilitación y adecuación de la urbanización del Casco Histórico del Municipio de León', arrebatado a las brigadas municipales de obras y privatizado por el equipo de Gobierno del PP en el Ayuntamiento de León con un coste de 600.000 euros, y topar con los primeros escollos.
En concreto, éstos han aflorado en la Plaza de San Pelayo, en la parte trasera del Colegio de las Teresianas, cerca de la Catedral de León, cuando una zanja realizada a modo de cata arqueológica ha deparado la aparición de unos restos arqueológicos de lo que, a ojos vista, parece ser un ancho muro.
Como ha de hacerse siempre en estos casos, el Ayuntamiento de León ahora debe estudiar y analizar a través de un informe la catalogación de tales restos, realizar una datación de los mismos y valorar el posible valor que reporten. Porque no hay que olvidar que han aparecido a escasos metros de los restos de los Principia, el primer asentamiento como cuartel general, centro administrativo y religioso para los legionarios romanos, situados en Pelayo 7 y abandonados a la intemperie por una serie de bloqueos burocráticos. Un lugar donde se documentó el posible asentamiento original de la Legio VI, que vino a remover los conocimientos del origen de la ciudad, por siglos sustentados en la Legio VII.
Los muros que asuman en la zanja realizada por trabajadores de la empresa contratada por el Ayuntamiento leonés, Domingo Cueto, la misma que ejecutó las tres polémicas fases de la reforma de la Plaza del Grano de León, recorren varios metros y no se sitúan a demasiada profundidad. Y ocupan parte de lo que era la maltrecha carretera de esta plaza. También cerca, en pleno patio del colegio concertado cercano, permanecen los restos del Palacio de Doña Berenguela erigido durante el reinado de Alfonso VII, antigua dependencia regla que es Patrimonio Nacional, los únicos que no son visitables en la ciudad.
De momento, continuaban hoy los trabajos en la zona, ante la expectativa de los vecinos, que por lo demás manifiestan descontento ya no tanto por las obras sino por la permanencia, muy cerca de allí, del esqueleto de un viejo inmueble colindante con las Teresianas, víctima de un incendio hace dos décadas y que continúa apuntalado desde entonces, afeando la zona a escasos metros de la Catedral en el camino a San Isidoro e incluso con cierto peligro.
Cabe recordar que la aparición de los últimos restos conocidos en el Casco Histórico de León fueron precisamente en la mencionada Plaza del Grano y que algunos de ellos se taparon en menos de 24 horas, sin que conste, al menos de momento, informe alguno sobre su datación y valor. Eso por no contar los numerosos esqueletos humanos que también afloraron en la última cata, bien dentro de la plaza, dispuestos en diversas capas.
