El asesino de su prima en Redipuertas, culpable sin paliativos
Tras la lectura del veredicto, la Fiscalía mantuvo su solicitud de pena de 18 años de cárcel por el delito de asesinato y cuatro por otro delito de atentado contra la autoridad y la acusación particular, su petición de veinte años de prisión por asesinato y cuatro por el de atentado.
La defensa del acusado, que en un principio solicitó la libre absolución argumentando un trastorno mental y el consumo habitual de grandes cantidades de alcohol, modificó ahora su planteamiento para pedir una pena no superior a los quince años de encarcelamiento por el delito de asesinato, y un máximo de un año por el de atentado, al considerar que el acusado no quiso dañar intencionadamente a los agentes de la Guardia Civil a los que atacó justo antes de ser detenido, sino que su reacción violenta hacia los mismos estuvo motivada únicamente por los hechos acaecidos instantes antes, es decir, la muerte de su prima.
El veredicto del jurado, que la acusación particular definió como “un relato motivado y contundente”, hizo concluir a la Fiscalía que la pena solicitada es ajustada, más teniendo en cuenta que el acusado ya había matado a otra persona en 1979, hecho por el que alegó trastorno mental transitorio, y fue condenado a cinco años de internamiento en un centro penitenciario psiquiátrico.
El jurado no reconoció en el acusado ningún tipo de trastorno mental, ni que actuase bajo los efectos de una gran cantidad de alcohol, o fuese inconsciente de sus actos. Así, certificó que no le consideraba perturbado ni intoxicado etílicamente cuando se produjeron los hechos. Sí consideraron probado que en la tarde del 1 de junio de 2013 se dirigió a su prima y le disparó de forma súbita provocándole un traumatismo abdominal y rotura de la aorta, lo cual le provocó la muerte por un shock hipovolémico.
Después, se dirigió a una cueva en un paraje conocido como 'Pozo de los Infiernos', donde permaneció inmóvil durante una hora, y hasta que los agentes de la Guardia Civil se acercaron a él, para ver si estaba consciente, dado que no respondía a sus requerimientos. El hombre reaccionó con violencia, e intentó agredir con un machete a uno de los agentes, además de darles patadas y mordiscos, aunque no resultaron lesionados.
El veredicto del jurado popular no contempla la posibilidad de solicitar un indulto y así lo decidieron por unanimidad, ni tampoco una posible reducción de la pena que le sea impuesta por el juez.
