Siglo XXI en el León rural: se busca un dron perdido en el Páramo con un anuncio en el bar

Un dron en un campo sembrado de remolacha, en una imagen de archivo.

El moderno signo de los tiempos llega a los rincones más recónditos y rurales de la geografía. Y si no, que se lo pregunten a los más veteranos vecinos de la localidad de Pobladura de Pelayo García, en la comarca leonesa del Páramo, el día que se acercaron como cada día a su bar de siempre y en vez de encontrar la típica nota de un vecino que había perdido el azadón o anunciaba el cambio de turno de riego, se llevaron la sorpresa de que el aviso esta vez era por el extravío de un vehículo aéreo no tripulado. O séase, un dron.

Detalle del aviso dejado por la dueña del aparato en un bar del Páramo para recabar ayuda para localizarlo.

El anuncio, manuscrito y en mayúsculas, como mandan los cánones del 'boletín no oficial del León rural', también cumplía otro requisito ancestral no menos importante: estar bien a la vista del lugar más concurrido del pueblo, visitado más veces incluso que la fuente del caño o la iglesia.

Y allí, en el bar, concretamente en el Bar Ferrero en este caso, aparecía la nota firmada por la apesadumbrada dueña del aparato volador, del que había perdido la pista días atrás sin que pudiera tener muy claro el punto exacto de su posible caída. Sólo una referencia aproximada: “En el camino que va de la iglesia en dirección a Laguna de Negrillos”, reza la notificación, convenientemente escrita en un pedazo de hoja de cuaderno de cuadrícula. “Es posible que haya caído en alguna de las tierras limítrofes al campo”, trataba de concretar la dueña para facilitar el mayor número de pistas.

A mayor abundamiento, la mujer explicaba que el dron “es blanco y lleva puesta una cámara en la parte baja del mismo”, lo que evidencia que en el momento de su desaparición estaba siendo usado para retratar desde el aire las vastas llanuras cultivadas del Páramo, un paraje bastante libre de obstáculos e idóneo para el vuelo de este tipo de ingenio volador. El resto del anuncio expresa la forma de contactar con la propietaria del dron, que iLeon.com ha decidido no airear, aunque se ofrece a transmitirle cualquier información que ayude a la recuperación de la aeronave, sea en el estado que sea.

El importante contraste de este tipo de búsqueda, inconcebible hace apenas cinco años, venía perfectamente reflejado en el simpático comentario del amable lector que nos ha cedido esta foto para elaborar la información: “Antes, se te perdía una bota de regar o un azadón, ponías un papel en el bar y aparecía seguro. Ahora se pierde un dron. ¡Viva la agricultura moderna!”.

Es posible que no pocos habitantes del Páramo hayan tenido que esforzarse por entender la explicación de lo que es un dron y el por qué de su extravío. Pero al menos han comprobado que hay cosas que no cambian jamás en el agro leonés. Lo atestigua un cacho de papel gritando 'SOS' desde el cristal del bar de toda la vida.

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