El símbolo de la sequía, el pantano de Luna de León, se embellece y enriquece con la nieve

Con las primeras luces del día, y tras las nevadas de febrero, sorprendente imagen del pantano de Luna en León tras la sequía. / Fito Gómez

En noviembre, más de un año de sequía galopante después, el pantano de Luna en la provincia de León ya se había convertido en un símbolo de la sed de España, especialmente del noroeste de España, la zona en la que menos precipitaciones se habían acumulado. Hasta un 4% de su capacidad total (308 hectómetros cúbicos) bajó el pantano de Los Barrios de Luna.

El embalse leonés de Luna con el pueblo de Los Barrios de Luna aguas abajo. / Fito Gómez

Pero este invierno ha conseguido cambiar por fin la tendencia. Y si bien la situación no esta para brindar con agua, lo cierto es que las precipitaciones acumuladas en las últimas semanas, especialmente en forma de ingentes cantidades de nieve, están acelerando la recuperación de este embalse. A fecha de hoy el embalse ya se ha llenado más de un tercio de su capacidad, prácticamente roza el 35%, y está pendiente aún de un incremento sustancial que a buen seguro provocará el deshielo, más su como ocurre estos días la temperatura se eleva de golpe y aumentan las precipitaciones de nieve.

De este modo, las imágenes más recientes, como las espectaculares tomadas el pasado domingo 11 de febrero por Fito Gómez con ayuda de un dron, que ilustran esta información, demuestran el cambio producido. Porque durante muchos meses la estampa oficial del pantano era prácticamente seco, por el que se podía pasear en casi toda su cuenca, reviviendo aún restos de las viviendas anegadas décadas atrás.

A tal extremo que la propia ministra de Medio Ambiente concedía entrevistas pisando el barro agrietado y seco del lecho o Greenpeace montaba su gran campaña nacional contra las políticas de gestión del agua en el iconico puente de Fernández Casado que sobrevuela Luna.

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