Un parque eólico menos, un precedente más

Isabel Rodríguez

La confirmación del Tribunal Supremo (TS) de la suspensión cautelar del parque eólico Villabandín II, en Omaña, -sumada a la de Salce en Riello del pasado 10 de mayo- supone un espaldarazo a los denunciantes, que consideran que los parques eólicos no han de ser analizados de manera individual sino teniendo en cuenta las construcciones próximas del mismo tipo.

La asociación ecologista Urz había presentado en 2008 un recurso contencioso-administrativo contra la autorización de la Junta de Castilla y León para la construcción de un parque en los términos municipales de Riello y Murias de Paredes. Alegaban que la evaluación de impacto ambiental no era adecuada y el Tribunal Superior de Justicia de Castilla y León les dio la razón al certificar que se había llevado a cabo una declaración de impacto ambiental “simplificada” y que el proyecto afectaba al área de Omaña, declarada zona de especial atención para las aves.

Ante la suspensión cautelar de la construcción del parque, la compañía Productora de Energía Eólica (Prodene) interpuso un recurso de casación, que es el que ha sido finalmente desestimado por el Supremo.

Con esta sentencia, fechada el 22 de mayo y hecha pública este miércoles, se “sienta jurisprudencia”, según asegura Carlos González-Antón, del despacho Ecourban, quien destaca la relevancia de que en la misma se detalle que un parque puede afectar a un espacio de especial protección a pesar de no estar dentro de esta zona. Es decir, que no vale con mover el parque en cuestión unos metros para alejarse de la red protegida. Puede seguir siendo perjudicial.

En la misma línea, el fallo menciona la anulación de otra autorización análoga de un parque eólico, el de Murias II, el primero que se consiguió parar. Su aparición en esta sentencia supone un gran avance, según el abogado de Ecourban, porque “equipara la situación de un parque que estaba totalmente dentro de la Zona de Especial Protección de Aves con otros que solo tienen una parte”. “Es un precedente judicial muy importante”, manifiesta.

Todo hace presagiar que los denunciantes continuarán recibiendo buenas noticias. Ahora están a la espera del pronunciamiento sobre Villabandín I y Curueña II, también en Omaña. Ni estos dos ni el de Salce y Villabandín II -los dos últimos anulados- se habían llegado a construir.

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