La ULE realizará actividades formativas y de investigación en la Reserva de la Biosfera de Babia
José Ángel Hermida, rector de la Universidad de León (ULE), y Lina Freire Suárez, presidenta del Consorcio para la Gestión y administración de la Reserva de la Biosfera de Babia, han firmado en la hoy un convenio marco de colaboración, en un acto celebrado en el Pabellón de Gobierno de la ULE, que ha contado también con la presencia del alcalde de San Emiliano, Basilio Barrios, la Vicerrectora de Campus, Mª Victoria Seco, y el profesor del área de botánica Emilio Puente García.
El texto rubricado será desarrollado mediante el establecimiento de acuerdos específicos sobre las diversas actividades que puedan realizarse entre el consorcio y los departamentos, centros, institutos y profesores de la ULE. Las actuaciones inicialmente previstas van a ir encaminadas a la puesta en marcha de actividades formativas (cursos, seminarios, conferencias...), y acciones de investigación, como el estudio de productividad y caracterización de los pastos y puertos de alta montaña en el territorio de la Reserva de la Biosfera de Babia. Así como el estudio y monitoreo de la calidad de los cielos nocturnos, la valorización de los servicios ecosistémicos, y el estudio y caracterización del paisaje.
También se contemplan aquellas acciones conducentes a la conservación y conocimiento del patrimonio local a través de la realización de inventarios, el fomento del desarrollo rural y la participación ciudadana, la promoción de la actividad turística responsable y sostenible, y el fomento del emprendimiento, especialmente de aquellas iniciativas vinculadas el ámbito social.
Una reserva de gran valor
Babia, una comarca de la montaña de León que es Reserva de la Biosfera desde octubre de 2004, forma parte de lo que será la futura Gran Reserva de la Biosfera Cantábrica. Engloba la comarca de Babia, en la provincia de León, y ocupa 38.000 hectáreas que pertenecen a los municipios de Cabrillanes y San Emiliano.
La flora de la zona incluye especies endémicas de gran valor además de un conjunto de especies animales singulares, entre la que destaca el oso pardo. También es reseñable la presencia de numerosas aves, algunas especies de murciélagos y ríos en buen estado de conservación que cuentan con una notable variedad de peces.
El reconocimiento como reserva destacó el valor de los ecosistemas y elementos culturales cuyo objetivo fue el de lograr un desarrollo sostenible de la comarca, que permita superar riesgos como el de la despoblación.
