Los Argüellos, la Reserva de la Biosfera leonesa que busca salir del anonimato

ICAL La pequeña población de Valverdín, a la entrada del valle que comunica los ríos Torío y Curueño. Al fondo, el mítico Pico Gallo.

S. Gallo/Ical

Es posiblemente una de las Reservas de la Biosfera más desconocidas de la provincia de León, pero no por ello cuenta con menos atractivos ni reclamos que propiciaron hace ahora una década su reconocimiento por parte de la Unesco. Los Argüellos está de aniversario, como también lo están las Reservas de la Biosfera del Alto Bernesga y de Omaña y Luna, porque este lunes celebran su primera década de vida, y lo hace con el convencimiento de que se mantienen intactos los encantos de una zona que, sin embargo, reclama su sitio.

Ubicada en el centro del norte de la provincia de León, la Reserva de la Biosfera de Los Argüellos está formada por tres municipios –Valdelugueros, Cármenes y Vegacervera- que una década después reconocen que la crisis frenó el impulso que se estaba dando a algunos proyectos en la zona con motivo de esta declaración, por lo que después de unos primeros años en los que la Reserva intentó despegar y obtener el beneficio de esta declaración, el parón fue evidente como consecuencia de la crisis.

De ahí que los alcaldes de la zona se muestren algo desencantados por el resultado, que el regidor de Vegacervera, Luis Rodríguez Aller, considera que podría ser “mejorable” porque aunque “se han hecho cosas”, las ayudas tan solo llegaron los primeros años desde el nacimiento de la Reserva de la Biosfera, si bien en la actualidad “prácticamente no hay ayudas”. De cualquier forma, desde el que posiblemente es el municipio más conocido de esta zona fundamentalmente como consecuencia de la Cueva de Valporquero, se considera que el balance de este tiempo “en general es positivo”.

ICAL Un caballo pasta en las laderas de la Collada de Cármenes

“Estamos en una zona privilegiada y la Cueva de Valporquero y las hoces de Vegacervera ”son conocidas a nivel provincial y tienen una relevancia turística importante“ además de que ”ayudan a sumar a que tenga este nombramiento“, reconoce Rodríguez Aller. De hecho, el año pasado este enclave incrementó en casi un seis por ciento el número de visitantes hasta rondar los 54.000, en su mayoría turistas y una cifra cada vez mayor de aficionados al mundo de la espeleología, que han encontrado en esta cueva un lugar privilegiado para practicar esta actividad.

Pero si algo se echa en falta, en especial en estos tiempos, es “más apoyo económico” porque se perciben “muchas restricciones y pocas ayudas” que imposibilitan el desarrollo de proyectos. “Para compensar eso, necesitábamos ayudas de otro tipo que no tenemos desde hace años”, incide Rodríguez Aller, que recuerda los años de bonanza en los que se pudieron señalizar rutas turísticas y se hicieron inversiones en proyectos municipales.

Como “positivo” también califica el nombramiento de hace diez años el alcalde de Valdelugueros, Emilio Orejas, que coincidió también en que después de algunas mejoras que pudieron llevarse a cabo los primeros años, en los últimos “con la crisis” se ha registrado “menos actividad” si bien puntualiza que la idea que tienen estos municipios es poder “rescatar la figura, ponerla en valor y realzarla y hacerla funcionar”, declara.

“Tenemos unos valores paisajísticos y naturales con una orografía excepcional”, elogia Orejas, que recuerda también los recursos cinegéticos y faunísticos “fuera de serie” de la zona, algo que estima que hay que poner en valor y darlo a conocer. Pero al margen de los aspectos más naturales, la Reserva de la Biosfera también puede presumir de un factor humano “que es lo que tiene de importante dentro de la conservación de la naturaleza”, aunque precisamente la disminución de la población en los últimos años de manera preocupante es una de las principales problemas que no solo afectan a esta Reserva de la Biosfera sino a la provincia de León en general, con especial incidencia en las zonas de montaña.

El alcalde de Cármenes, Gonzalo González, recuerda también los primeros años “provechosos” del nombramiento antes de padecer también la falta de subvenciones y el 'parón' por las dificultades económicas, aunque la marca “de prestigio” que se consiguió hace una década no se dejará perder así como así y González ya advierte de que se trabajará “por todos los medios para mantener el nombramiento”.

“Lo que se ve es lo que es”, incide González, que lamenta la enorme despoblación de esta zona para lo que hace un llamamiento para “hacer algo” que consiga atraer a gente a estas zonas y poder “regenerar” estos pueblos. “Estamos en una zona virgen, no creo que haya ninguna cantera en ninguna de las zonas, la reserva no tiene ninguna alteración”, insiste.

Como ocurre con el resto de Reservas de la Biosfera del norte de España, sobre la mesa está la posibilidad de optar por una Gran Reserva Cantábrica que aglutine a todas ellas, algo que tiene defensores y opositores a este posible proyecto. Emilio Orejas entiende que sería una buena alternativa “de manera que todas las Reservas de la provincia de León suenen a nivel mundial como lo hacen los Alpes, por ejemplo”, mientras que Gonzalo González duda sobre el resultado que tendría este proyecto al aglutinar a territorios tan diferentes entre sí.

En lo que sí coinciden todos es que una vez superada esta primera década de vida hay que seguir luchando “para conseguir más cosas”, sobre todo encaminadas a asentar y llamar a la población, pero para eso se requieren de “facilidades y recursos” que eviten que la gente “marche a otros sitios”. La belleza natural y paisajística, sin duda, está garantizada.

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