Innovación leonesa para conquistar la alimentación del futuro

Las cinco estudiantes de la ULE y la UNED muestran las innovadoras barritas energéticas (Imagen cedida por Ana Durántez)

Ángela Bernardo

Los prestigiosos Premios Écotrophélia, organizados por la Federación Española de Industrias de Alimentación y Bebidas, cuentan en su edición de 2015 con más sabor leonés que nunca. Un grupo de estudiantes de la Universidad de León y de la UNED ha sido seleccionado para la final de estos galardones, que reconocen la creatividad e innovación alimentaria respetuosas con el medio ambiente.

La competición ha congregado en la sede de la Fundación Alicia, entidad impulsada por Ferrán Adrià, a doce equipos de alumnos de grado y máster que darán hoy a conocer sus productos ecoinnovadores. El jurado valorará las presentaciones y realizará una cata de los alimentos y bebidas finalistas, entre los que se encuentran batidos, hamburguesas, snacks o postres.

El equipo leonés, formado por cinco estudiantes de tecnología de los alimentos y ciencias ambientales (Irene Robles, Alba López, Ana Durántez, Laura Gutiérrez y Cristina Goyanes), lleva meses trabajando en un producto alimenticio tan innovador como sorprendente. Con el apoyo de su tutor Bernardo Prieto, investigador del Departamento de Higiene y Tecnología de los Alimentos de la Universidad de León, las alumnas han desarrollado unas barritas energéticas a partir de insectos con sabor a chocolate y coco. El proyecto ha recibido el nombre de 'Protmolitor', en referencia al elevado contenido proteico de los snacks y al insecto que les sirvió de inspiración.

Su alto valor proteico convierte a estos snacks en productos óptimos para deportistas, según cuenta Irene Robles a ileon.com. A pesar de que el consumo de preparados a partir de insectos no es muy habitual en Europa, en la cultura asiática este tipo de alimentos causa furor. El auge del “culto al cuerpo” y la preocupación por el medio ambiente podrían ser determinantes para lograr el éxito de estos creativos alimentos. En palabras de Robles, las barritas provocarían un “menor impacto ecológico” que la ganadería tradicional, ya que se reduciría la emisión de gases contaminantes.

Según explica Irene Robles, “las barritas han sido preparadas a partir de la harina del insecto”, gracias a la colaboración de una firma malagueña. Aunque las estudiantes no han trabajado directamente con estos animales, sí confiesan haberse sentido inspiradas por la cultura asiática.

La innovadora propuesta leonesa tratará de seducir al jurado de los premios Écotrophélia España 2015, que contará entre otras personalidades con Toni Massanés (Fundación Alicia) o María Luisa Castaño (Ministerio de Economía y Competitividad). Horas antes de la celebración del concurso, las alumnas se muestran algo “nerviosas” haciendo el repaso de última hora, aunque “muy ilusionadas” por haber sido seleccionadas como finalistas en esta competición.

Sus barritas energéticas no se comercializarían en España puesto que todavía no hay legislación sobre estos alimentos. “Sí podríamos venderlas en Francia o Bélgica”, señalan las estudiantes, por lo que el envase del snack incluye el etiquetado en inglés y francés. El empaquetado del producto es otro de los puntos fuertes de su proyecto, ya que “está envasado en atmósfera modificada” y el envase es reciclable y compostable al presentar un bajo contenido en PVC“.

Gracias a la ilusión y esfuerzo de las estudiantes, la Universidad de León acude por primera vez a una competición que lleva celebrándose desde 2011. La propuesta ganadora participará a su vez en los premios europeos de Écotrophélia. Sea cual sea el resultado, el proyecto leonés ha demostrado con creces su originalidad y creatividad, enseñando cómo podría ser la alimentación del futuro.

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