Mitos y verdades sobre el pacú, el pez “primo” de las pirañas aparecido en León

Ejemplar de pez pacú capturado en Suecia en 2013 (Henrik Carl, Universidad de Copenhague)

Ángela Bernardo

El hallazgo del pez pacú en las aguas del Torío a su paso por la capital leonesa ha resultado sorprendente. No en vano ésta es la primera vez que se captura un ejemplar de este tipo en España, aunque su llegada al continente europeo ocurrió en 2013, cuando fue encontrado por primera vez en el estrecho de Øresund, que separa a Dinamarca de Suecia.

El pacú es un término que engloba en realidad a un conjunto de especies migratorias nativas de Sudamérica. Su parentesco con las pirañas y la dentadura que presenta, muy similar a la humana, despiertan recelos entre los bañistas. ¿Pero estos peces, también denominados “cometestículos”, entrañan algún tipo de peligro? ¿Cuál es la razón de que hayan llegado hasta el río Torío? Hoy en ileon.com recogemos algunos mitos y verdades sobre el pacú, el misterioso y extraño pez recién llegado a la provincia leonesa.

Dentadura con apariencia humana del pez pacú capturado en el Torío¿Qué entendemos por pacú?

El término pacú hace referencia a un conjunto de especies de peces que pueden encontrarse en ríos como el Amazonas, el Paraná, el Uruguay o el Paraguay. Esta denominación popular engloba a varias especies de la subfamilia Serrasalminae, emparentadas con las pirañas, que pueden alcanzar un peso de 25 kilogramos y un tamaño de entre 60 y 80 centímetros.

¿Son pirañas?

No. A pesar de ser un conjunto de especies emparentadas con las pirañas, y de la terrible apariencia de su dentadura, el pacú no es igual que una piraña. Por un lado, las pirañas alcanzan un tamaño cercano a los 30 centímetros, mientras que el pacú puede llegar a medir el doble. Por otro lado, el pez pacú es omnívoro, por lo que puede alimentarse de carne, pero también de algas o frutos con cáscaras, donde se sirve de su potente dentición.

¿Es peligroso el pacú?

La leyenda negra del pacú comenzó en Papúa Nueva Guinea cuando varios ejemplares atacaron a dos pescadores. Fue ahí cuando la prensa popularizó la denominación de “cometestículos” (“ball-cutters”, en inglés) para referirse a este conjunto de especies. Los expertos, sin embargo, tranquilizan a los bañistas sobre el peligro de estos peces. El hecho de que sean omnívoros determina que no tengan por qué atacarnos, ya que sólo lo harán en el caso de que estén hambrientos y no tengan más alimentos cerca -también pueden comer otros peces y organismos invertebrados-.

¿Cómo ha llegado a León?

La captura del primer ejemplar de pacú en España no ha resuelto este gran interrogante. Cuando en 2013 fue localizado este pez en Dinamarca, los investigadores de la Universidad de Copenhague plantearon que podía proceder de la venta fraudulenta, en el caso de que alguien lo hubiera adquirido para una pecera o acuario, y posteriormente lo hubiera soltado. A día de hoy, en España existen anuncios de particulares en la red que ofrecen vender ejemplares de pacú por precios que varían entre los 35 y los 60 euros.

Esta posibilidad, a pesar de que no ha podido confirmarse en el caso del Øresund o del Torío, también parece estar detrás de la propagación de estas especies invasoras en otras regiones del mundo. Y es que se han observado ejemplares de pacú en el río Sena de París, así como en Texas, Nueva Jersey o Florida (Estados Unidos). Los investigadores también piensan que el cambio climático, que podría haber incrementado las aguas de nuestros ríos, podría favorecer el asentamiento de estas especies fuera de su hábitat natural.

¿Es buen comestible?

A pesar del recelo que despierta su apariencia, a medio camino entre una gran piraña y una dentadura humana, el pacú es una especie muy apreciada en Sudamérica. En la región argentina de Corrientes, por ejemplo, se creyó que estas especies habían desaparecido de sus ecosistemas. El arraigo y el incremento de la piscicultura en estas zonas recuperó este pez, casi extinto por las depredaciones.

Algunos especialistas culinarios hablan maravillas del pacú, hasta el punto de que la especie Piaractus mesopotamicus es sumamente apreciada por su “carne blanda y suave”. Además, no deja ningún tipo de olor al cocinarlo y su carne es rica en ácidos grasos omega 3 y 6, por lo que presenta un gran valor nutricional. En Argentina, recomiendan preparar el pacú al horno con una pizca de sal y un poco de limón, para realzar el sabor que tiene. Por lo que si alguna vez vamos de visita a Sudamérica, podremos probar las exquisiteces de este pez que ya es promocionado como “plato gourmet”.

¿Qué ha pasado con el ejemplar aparecido en León?

Según informó Diario de León, el pacú fue observado por un pescador en el Torío, que avisó inmediatamente a la sección de Pesca y Medio Ambiente de la Junta de Castilla y León y a la Guardia Civil. Se puso entonces en marcha un dispositivo de pesca eléctrica para capturar al ejemplar, con el objetivo de estudiar la pieza y comprobar si, efectivamente, esta especie invasora también había llegado a las aguas leonesas.

Próximamente se realizarán más dispositivos de pesca eléctrica con el objetivo de detectar, si los hubiera, más ejemplares de pacú. Los técnicos de la Junta, sin embargo, ven poco probable que se encuentren más peces de este tipo en ríos de la provincia. La presencia de este ejemplar, cuya mala fama de “cometestículos” ha llegado a ocupar decenas de titulares, parece que se asienta en Europa, probablemente por el comercio fraudulento y el aumento de las temperaturas.

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