Vicente Muñoz: “Me considero un escritor esponja, fetichista y mitómano hasta la médula”

Vicente Muñoz

Manuel Cuenya

“Me considero un hombre y escritor esponja, fetichista y mitómano hasta la médula, miro hacia atrás y veo todo lo que me ha arrebatado (que diría Iván Zulueta) reciclado e integrado en mí, en lo que soy, en lo que escribo y edito, desde mis muy queridas Historias de la cripta a Castaneda, de Dario Argento a Baudelaire, de Bukowski a los Ramones, de JK Huysmans a Tom Waits, de Spiderman a Céline, de Cesaria Evora a Rimbaud, de Thomas Bernhard a John Huston, de Parálisis permanente a Malcolm Lowry, de los Clash a los beatniks y de los quinquis a Blake...”

(Vicente Muñoz Álvarez, 'Días de Ruta', 'El canto de la tripulación')

“Escritor esponja, fetichista y mitómano”, así se define Vicente Muñoz Álvarez en su hasta ahora último libro, 'Días de ruta', que presentará el sábado 29 de marzo en León, su ciudad natal, donde ha desarrollado una extraordinaria labor durante las dos últimas décadas no sólo como narrador y ensayista sino como poeta, editor, bloguero: http://mividaenlapenumbra-vinaliatrippers.blogspot.com/ http://hankover.blogspot.com/ y descubridor de jóvenes talentos en la provincia de León. Siempre por amor al arte –asegura– porque le gusta y motiva y cree en ello.

Escritor esponja porque todo lo que le ha fascinado y marcado, según él, lo absorbe y refleja en su forma de estar en la tierra... “de Durruti a Krishnamurti, de Osho a Henry Miller, del Capitán Trueno a Makoki, de Raúl Núñez a Music Machine, de la psicodelia a la Nouvelle Vague... y de Vinalia Trippers a El canto de la tripulación...”. Y escritor todoterreno porque nunca se ha limitado por los géneros, y se mueve fluidamente en casi todos: poesía, prosa o ensayo, “salvo el teatro, que no es lo mío”, matiza. Tanto es así que en su caso ambas facetas, narrativa y poética, están íntimamente relacionadas, “de hecho suelo mezclar poesía y prosa en un mismo texto, en función de qué lenguaje me pida cada uno”.

Como ensayista, ha publicado 'El tiempo de los asesinos' (Iralka, 1998), cuyo título nos remite al ensayo que Henry Miller le dedica a Rimbaud, y 'Cult Movies: Películas para llevarse al Infierno', con pictogramas de Julia D Velázquez (Eutelequia, 2011) sobre algunas películas que le han fascinado y que ha querido dar a conocer. Ensayos que considera como una especie de ajuste de cuentas con ciertos autores que admira y han sido importantes en su formación literaria y humana, porque es “un fetichista empedernido” y disfruta compartiendo los libros y películas que más le han gustado con los demás, y hablando de unos y otras con admiración.

En cuanto a su faceta como editor, coordina desde 1996, junto a Silvia D Chica, Alfonso Xen Rabanal y actualmente H. Valdez como diseñador, “en su día lo fue Ángel Córdoba, alias Cusco”, aclara, un fanzine de relatos ilustrados, 'Vinalia Trippers': http://vinaliaplan9espacio.blogspot.com/, que con el paso del tiempo se ha ido consolidando, según él, como una de la revistas subterráneas con más solera de nuestro país “y que, la verdad sea dicha, nos ha dado muchas satisfacciones y permitido conocer a muchos grandes escritores e ilustradores”.

“En un mundo donde los cuerdos/ sueñan con comprar lo antes posible/ un piso a plazos/ celebrar una gran boda y tener hijos/ en un mundo regido por la televisión/ por la competitividad por el consumo/ en un mundo de fútbol y farsa/ de estar en lugar justo/ en el tiempo adecuado/ en un mundo de policías y mafias/ de chabelis y trepas/ de flamantes coches y abogados/ escribir poemas como este/ es hacer terrorismo de estado”.

(Vicente Muñoz, 'Canciones de la gran deriva').

Su obra poética y narrativa figura en diversas antologías, entre otras muchas, 'Dos veces cuento', 'Poemas para cruzar el desierto', 'Voces del Extremo', 'Palabras Malditas', 'Perversiones' o 'Revisiones, obsesiones y otros tributos'. Asimismo, ha coordinado otras tantas, de las que se siente orgulloso, entre ellas '23 Pandoras. Poesía alternativa española', 'Golpes. Ficciones de la crueldad social' (con Eloy Fernández Porta), 'Tripulantes. Nuevas aventuras de Vinalia Trippers' (con David González), 'Resaca/Hankover: Un homenaje a Charles Bukowski' (con Patxi Irurzun), 'Beatitud: Visiones de la Beat Generation' (con Ignacio Escuín Borao) o 'El descrédito. Viajes narrativos en torno a Louis-Ferdinand Céline' (con el escritor leonés Julio César Álvarez). “Son para mí como una especie de deuda pendiente, tanto con los autores que me han marcado y admiro (Bukowski, Kerouac, Burroughs, Céline, etc.), como con los que he ido conociendo con el paso del tiempo, compañeros del gremio, cuyas obras me ha parecido necesario reivindicar. En cualquier caso, literariamente me gusta trabajar en equipo, y hacer este tipo de libros es para mí habitualmente un placer. No lo hago por dinero, sino por pura convicción y pasión”. En este sentido, Vicente tampoco es demasiado partidario de los premios literarios, salvo cuando uno comienza a escribir –señala– como forma de publicar. Si bien, en su caso, una vez que ha podido encontrar editores que apuestan por sus libros, que es lo que verdaderamente le importa, no necesita de premios que avalen su obra. “Cada uno es libre de elegir la vía que considere oportuna. A mí lo que realmente me motiva es que un editor, simplemente porque cree en ellos, edite mis libros y que la gente los pueda leer, no colgarme medallas ni premios (que, por lo demás, generan servidumbres que no van con mi forma de ser)”.

Autor todoterreno y a contracorriente

'Días de ruta' es, en palabras de su prologuista, el escritor Gsús Bonilla, “un tratado para con la vida de hoy, cuando el sistema capitalista se descompone como una oveja muerta a la orilla del arroyo, que además, quizá te sirva para aprender a ver el lado positivo de un todo”.

Vicente, cuya obra tiene mucho de autobiográfico y se nutre sobre todo de influencias centroeuropeas y norteamericanas, nos cuenta en su poema 'Otra guerra más perdida' que estudió para ser abogado y terminó vendiendo zapatos en tiendas de saldo, porque quizá “la vida es esperar siempre/ milagros que no existen”, como nos dice en su poema 'Muerte a crédito' ('Animales perdidos'), dedicado a Céline, uno de sus maestros, al que rinde homenaje en 'El descrédito' (Lupercalia, 2013).

Estudió para abogado y acabó vendiendo zapatos pero Vicente es un magnífico escritor, un autor a “contracorriente y al otro lado del espejo... y un poeta para tempestades e intemperie”, con más de una veintena de libros, entre otros, además de los citados, 'Monstruos y Prodigios', que fuera Premio Letras Jóvenes Castilla-León, en 1995, con reedición en Amargord en 2007, o 'El merodeador', con ilustraciones de Toño Benavides, porque el creador de 'Marginales', ilustrado por Mik Baro, es “la fuerza/ la energía/ la ilusión/ la entereza/.../ para escribir poemas/ para seguir en la brecha” ahondando en este “mundo extraño absurdo vendido/ mundo mentira mundo bizarro/ mundo perdido/ mundo quimera engaño baldío/ mundo basura mundo pocilga/ mundo podrido/ mundo hipoteca amargo enemigo/ mundo suicida mundo tristeza/ mundo vencido”, al que “sólo lo salva/ el amor/ a veces”.

A Vicente le gusta escribir sobre todo acerca del vacío, la soledad (que encuentra en “su rutina 'on the road' como vendedor de zapatos” por carreteras y pueblos), el tiempo, como trituradora que todo lo consume, el miedo o la angustia bernhardiana. No en vano, Thomas Bernhard es uno de los autores que más le han marcado en su forma de entender la literatura, aparte de escritores ya citados como Bukowski, Henry Miller, Céline o los de la Generación Beat (en especial Kerouac) y otros como Kafka, Valle-Inclán, Lovecraft, Poe, Maupassant, Raymond Carver, Malcolm Lowry, Chejov, J.K.Huysmas, Oscar Wilde, Carlos Castaneda, Dylan Thomas, Raúl Núñez o Conrad, por citar sólo a algunos,

Vicente, que como narrador es consciente de que para escribir un buen relato hay que crear un universo propio, que no se parezca a nada anterior, “y que, a ser posible, fascine y sorprenda. Cosas, ambas, difíciles de lograr”, siente predilección por 'El Merodeador' (Baile del sol, 2007) porque condensa algo importante de él, “algo que de una manera u otra debía contar y expulsar”, y como poeta se identifica sobre todo con 'Animales perdidos' (Baile del sol, 2012), acaso también con 'Días de ruta', su último libro, que presentará el próximo sábado en el bar Belmondo de León, está ahora con tres libros distintos: un poemario, una novela y un ensayo. “Espero terminarlos pronto”, concluye.

Entrevista breve a Vicente Muñoz Álvarez

“Escribo porque necesito ahuyentar mis fantasmas”

¿Qué libro no dejarías de leer o leerías por segunda vez?

'Corrección', de Thomas Bernhard.

Un personaje imprescindible en la literatura (o en la vida)

Carlos Castaneda.

Un autor o autora insoportable (o un libro insoportable)

'American Psycho', de Bret Aston Ellis.

Un rasgo que defina tu personalidad

Constancia.

¿Qué cualidad prefieres en una persona?

Que sea ella misma.

¿Qué opinión te merece la política actual? ¿Y la sociedad?

Barro y arcilla.

¿Qué es lo que más te divierte en esta vida?

Escribir.

¿Por qué escribes?

Porque necesito ahuyentar mis fantasmas.

¿Crees que las redes sociales, facebook o twitter, sirven para ejercitar tu estilo literario?

No lo creo, lo afirmo.

¿Cuáles son tus fuentes literarias a la hora de escribir?

Mi vida y experiencia.

¿Escribes o sigues algún blog con entusiasmo porque te parezca una herramienta literaria?

Mi blog, 'Mi vida en la penumbra', es de hecho una herramienta literaria en sí: a través de él me expreso y defino, y de él, como borrador, salen últimamente todas mis obras.

Y sí, sigo con entusiasmo algunos otros blogs de colegas del gremio, que leo casi todos los días.

Una frase que resuma tu modo de entender el mundo

Pura Vida & Libertad.

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