León tras el flash del fotógrafo Mauricio Peña

Extraordinaria instantánea del rescate de un tren accidentado tras la rotura de un puente en 2001 / Mauricio Peña

Carlos J. Domínguez

El fotógrafo leonés Mauricio Peña está por derecho propio en la nómina de aquellos a los que les deberemos el impagable placer de haber dejado en nuestra memoria leonesa lo más destacado, y retratado de la forma más original, de todo cuanto ha ocurrido en esta provincia leonesa en las últimas décadas.

Y por primera vez a partir de esta semana se podrá comprobar su maestría gracias a la publicación y presentación del libro 'León entre dos siglos', editado por La Nueva Crónica, que se presentará a las seis de la tarde de mañana martes día 7 de octubre y que se comenzará a entregar junto a este periódico desde el jueves 9 en láminas diarias de entrega gratuita. Para mayor deleite, junto a las imágenes que ya son Historia de León, estampas siempre inquietas y originales, estarán los textos de su 'pareja' periodística Fulgencio Fernández, con el que lleva años protagonizando las últimas y a veces más leídas páginas de La Crónica de León y ahora del proyecto editorial que coge su relevo.

Concentración de pendones leoneses en San Isidoro / Mauricio Peña

Para presentar este nuevo libro, el edificio Botines acogerá la exposición de una cuidada selección de sus mejores imágenes, la cual se inaugura también mañana martes a las 18.00 horas.

Desde que naciera en 1959, o mejor dicho, desde que a los once años un cura amigo de sus tíos regalara una cámara al hijo del calefactor de la Audiencia Provincial (en cuyo sótano montó con la vajilla su primer laboratorio), su vida le ha tenido con el dedo pegado al disparador y detrás del fogonazo del flash, para convertirle en un extraordinario notario de nuestro tiempo y de nuestra tierra.

Son hitos ya fotografías suyas como aquella en la que un anciano riañés es apenas detenido por su mujer cuando quiere echar a golpe de cacha a todo un ejército de policías que procedían al desalojo del valle de Riaño para anegarlo. Fue en verano de 1986. O aquella otra del accidente de un convoy de mercancías que en 2001 se precipitó al río Órbigo, para la que Mauricio Peña tuvo que precipitarse también para poder acercarse y que el flash le permitiera la mejor instantánea.

Pero no sólo de grandes noticias se ha alimentado el objetivo de Mauricio Peña. Gracias a su inquietud, su sigilo y una capacidad personal de sorpresa que incluso es mayor que su capacidad de sorprendernos, a lo largo del tiempo que va desde sus inicios como fotógrafo del Diario de León en 1974 hasta hoy, el fotoperiodista ha mostrado la estampa más inesperada de cualquier rueda de prensa, un desfile, una protesta (la I Marcha Minera tiene en Peña uno de sus mejores baluartes gráficos) o un paisano de pueblo. Es a la imagen lo que su inseparable Fulgencio Fernández ha sido al texto, para colocar en primera página a tipos anónimos cuya arruga es, más que una noticia, toda una novela.

La publicación se estructura por años, desde 1986 hasta 2014, destacando las mejores imágenes de cada anualidad. Y junto a sus 29 capítulos, sendos prólogos del actual director de La Nueva Crónica, David Rubio, y del escritor leonés Julio Llamazares. Por si los alucientes fueran escasos.

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