José Enrique Martínez: “Gamoneda y Colinas son dos grandes poetas, aunque sean muy diferentes”

José Enrique Martínez. Foto: Manuel Cuenya

Manuel Cuenya

Doctor en Filología Románica por la Universidad de Oviedo y Catedrático de Teoría de la Literatura y Literatura Comparada de la Universidad de León, José Enrique Martínez es asimismo crítico literario, autor de dos poemarios, 'Al aire de tu vuelo' y 'Ciclos de amor y viento', y un estudioso de la literatura española, sobre todo de autores de origen o parentesco leonés, debido fundamentalmente a sus circunstancias vitales, entre las que cabe mencionar el hecho de que lleve casi treinta años haciendo crítica, reseñas de poesía, en el suplemento 'Filandón' del 'Diario de León'.

Y, en este sentido, José Enrique completa su labor como profesor de Literatura con la de crítico literario ofreciendo estímulos a su alumnado para la lectura, “para esa segunda vida que uno puede vivir leyendo 'Guerra y paz' de Tolstoi o 'Los enamoramientos', de Javier Marías”. La lectura como base fundamental tanto para la docencia como para la crítica literaria, que exige, antes que otra cosa, “mucha lectura previa y una finalidad que destacó en su día Lázaro Carreter: el análisis de cualquier mensaje que recibimos, lo que supone ser exigente y lúcido para distinguir lo que es aparente, falso o simulado de lo que es verdadero”.

Ramón Carnicer era un hombre impecable e implacable y un escritor de una precisión y corrección extraordinarias; pero acaso lo que más haya admirado en él sea la autenticidad de lo que pensó y escribió.

Muchas veces me viene el recuerdo de Crémer a la mente y no otra cosa siento cerca que su humanidad y su palabra recia y calurosa.

Si bien José Enrique ha hecho y sigue haciendo muchas críticas literarias sobre la literatura que se escribe en la provincia leonesa, lo que le importa es la excelencia narrativa o poética, ya se trate de un escritor leonés o murciano. “Ahora bien, si coincide que los escritores de la tierra sostienen esa alta calidad de que hablo, mejor que mejor”, matiza el autor de 'Voces del Noroeste. Capítulos de Literatura berciana', cuyo último artículo publicado, en la revista 'Ínsula' hace un par de meses, es sobre la poesía de Andrés Trapiello. “Pero también he escrito artículos críticos sobre Cernuda, Pablo García Baena, Carvajal, Cuenca, Botas, etc.”.

Hay tres autores leoneses en concreto con quienes José Enrique ha tenido mucha afinidad y a quienes les ha dedicado varios estudios. Uno era Crémer, sobre quien realizó su Tesis doctoral, a raíz de la cual pudo iniciar una amistad que le honra, “muchas veces me viene su recuerdo a la mente y no otra cosa siento cerca que su humanidad y su palabra recia y calurosa”.

Crémer, según José Enrique, fue puente de unión con la poesía de anteguerra, con la poesía del otro continente y con la poesía en otras lenguas. “Fue mucho más, pero con eso basta en este momento”.

Otro era Ramón Carnicer, a quien le ha dedicado muchos afanes críticos; y ahora mismo tiene un libro en imprenta sobre él, 'Carnicer, el viaje de la palabra', que no tardará en salir; “era un hombre impecable e implacable y un escritor de una precisión y corrección extraordinarias; pero acaso lo que más haya admirado en él sea la autenticidad de lo que pensó y escribió”. Y el tercero es Antonio Colinas, con quien José Enrique mantiene una fervorosa amistad. “Puedo decir que es el poeta que mejor conozco, y al que he dedicado buena parte de mis afanes críticos en los últimos veinte años”. No obstante, también siente devoción por otros escritores de la tierra como Panero padre, Antonio Pereira, “con su gracia y su finura”, Gaspar Moisés Gómez, Mestre, entre otros, “y escritores de allí, como Antonio Carvajal, amigo y diestro y hondo poeta, por no seguir citando otros nombres”.

El paisaje de juventud como inspiración

Leonés de Chozas de Abajo, José Enrique, que comenzó escribiendo poesía en su época de juventud, inspirado por el paisaje de su pueblo, que era el escenario habitual de su memoria y sus sentimientos, es bien consciente de que en la provincia de León se hace una literatura de altísima calidad. Como es el caso de Luis Mateo Díez, que tiene una potencia narrativa excepcional. O bien Gamoneda y Colinas, que son dos grandes poetas, “aunque sean muy diferentes”, según José Enrique, al que le entusiasma saber que Gamoneda habita en León, al cual se puede encontrar cada día por sus calles o sus bares, paseando o tomando un rioja, “que todo es bueno para la poesía”.

La crítica literaria exige mucha lectura previa y una finalidad que destacó en su día Lázaro Carreter: el análisis de cualquier mensaje que recibimos, lo que supone ser exigente y lúcido para distinguir lo que es aparente, falso o simulado de lo que es verdadero.

Asimismo, reconoce que la provincia de León, hasta los años cuarenta del siglo pasado, sólo había dado dos nombres a la literatura española que tuvieran algo de interés: el padre Isla y Gil y Carrasco. “Es tras el conflicto cuando aparecen figuras de alcance nacional, empezando por Leopoldo Panero y siguiendo por los de 'Espadaña', Crémer y Nora. Después, cada promoción ha visto crecer plumas de indudable relieve en el contexto literario español y universal”.

La revista 'Espadaña' significó mucho para él, porque pudo manejar los números de esta mítica revista, que le dejó el propio Crémer, para realizar su tesis.

Como crítico literario, le gusta ver cómo cada año aparecen primeros libros de jóvenes narradores o poetas que reciben premios y que muestran un admirable empuje literario. “¿A qué se debe?”, se pregunta a la vez que encuentra una respuesta, no en una causa concreta, como pudiera ser el carácter leonés, o los filandones o los crudos inviernos, sino en que “nos reconocemos en quienes nos han precedido y tal vez su magisterio haya estimulado a los jóvenes creadores de cada momento sucesivo”.

Aparte de sus diversas facetas como docente, crítico, estudioso de la literatura, incluso poeta, aunque él no se considere como tal, José Enrique ha publicado dos antologías en Castalia sobre la poesía entre 1939 y 1975, la primera, y sobre 1975 y 1995, la segunda. “Hace unos años se me acercó alguien, en Priego, para decirme: 'Gracias a su antología aprobé las oposiciones a profesor de secundaria, porque me cayó la poesía de posguerra que estudié por el prólogo de su antología'. Cosas así son reconfortantes y parece que pagan el esfuerzo que uno tuvo que hacer”, recuerda el autor de 'La voz entrecortada de los versos' que, en la actualidad, sigue con la crítica, sobre los cuentos de Merino, sobre la articulación de ciencia y poesía, entre otros aspectos, y está escribiendo algunos cuentos, que se publicarán en un libro en el que colaboran varios autores de León; y otros relatos en un librito semejante en Galicia. “No soy hombre de mucha imaginación, por lo que el cuento breve parece que se acomoda bastante bien a mi pluma, creo”, concluye.

Entrevista breve de José Enrique Martínez

“Me duelen la pobreza en la que algunos o muchos viven”

¿Qué libro no dejarías de leer o leerías por segunda vez?

Es un tópico decir que el 'Quijote', pero así es. Recuerdo la fuerte impresión que me causó en la adolescencia 'Humillados y ofendidos' de Dostoievski, y más tarde 'El doctor Zhivago'. Entre los españoles, nunca me olvido de Baroja, de Pérez de Ayala y de Benet, tan distintos unos de otros.

Pero yo he sido y soy un fervoroso de la poesía, y ahí leo y releo, y lo seguiré haciendo, a Garcilaso, Machado, Baudelaire y Cernuda.

Un personaje imprescindible en la literatura (o en la vida).

En la vida, aparte de la familia, claro está, los amigos, los de 'Filandón', Nicolás y Alfonso. En la literatura, tantos... Me quedo con Alonso Quijano el Bueno.

Un autor o autora insoportable (o un libro insoportable)

Soporto mal a Azorín, tan corto de imaginación... Y entre los poetas, ante la poesía de Gerardo Diego me siento tan frío como ella.

Un rasgo que defina tu personalidad.

portada de Voces del Noroeste

La bondad, creo.

¿Qué cualidad prefieres en una persona?

Nobleza, sin dobleces.

¿Qué opinión te merece la política actual? ¿Y la sociedad?

La política actual, en general, repugnante. Y en la sociedad, me duelen la pobreza en la que algunos o muchos viven.

¿Qué es lo que más te divierte en esta vida?

La lectura de una buena novela o de un buen libro de poemas, y un buen vino con amigos.

¿Por qué escribes?

Nunca me lo he preguntado. Tal vez para dar cuenta de mi sentir ante lo que leo.

¿Crees que las redes sociales, facebook o twitter, sirven para ejercitar tu estilo literario?

En mi caso, no.

¿Cuáles son tus fuentes literarias a la hora de escribir?

Todas. No me atrevo a concretar. Cuando escribía poesía, Garcilaso estaba muy presente; también Cernuda. Ahora supongo que habría que añadir otros nombres: Colinas, por ejemplo. Y desde luego, en mis trabajos críticos, el pensamiento de Bajtin siempre es estimulante.

¿Escribes o sigues algún blog con entusiasmo porque te parezca una herramienta literaria?

No, y en general tampoco me gusta mirarlos, se pierde mucho tiempo.

Una frase que resuma tu modo de entender el mundo.

“Tira palante”.

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