El leonés Julio González y el donostiarra Manuel González, ganadores ex aequo del Premio Nacional de Poesía Treciembre
El silencio de las plicas se rompió para desvelar, en un juego de destinos cruzados, que un vasco afincado en Santovenia de Pisuerga (Valladolid) y un leonés afincado en el País Vasco compartirán el Premio Nacional de Poesía Treciembre en su segunda edición. El jurado decidió hoy, por unanimidad, que Manuel González Magariño y Julio González Alonso presentaron los mejores poemarios de los 83 que concurrieron al certamen, y las obras de ambos verán la luz en las próximas semanas gracias a una iniciativa que pretender “apoyar a autores que habitualmente no tienen acceso al mercado editorial”, según explicó el director de 'El Norte de Castilla', Carlos Aganzo, integrante del jurado.
Uno de sus compañeros en esta tarea, el poeta José Antonio Valle, glosó las virtudes de la obra de Manuel González, que con el título 'Interiores' “es un libro de honda meditación, bien templado, de un calado emocional profundo, nostálgico, de amor herido, con miedo a perderlo, agarrándose a las cosas sencillas y pequeñas de la vida”. Este libro verá la luz el próximo 22 de mayo, dentro de la colección del Premio Treciembre, que inauguró en la primavera del pasado año 'El silencio de la piedra', de Eduardo Roldán.
Por otra parte, el director de la Fundación Jorge Guillén, Antonio Piedra, también integrante del jurado, repasó los méritos del otro ganador: 'Testimonio de la desnudez del tiempo y del amor', de Julio González Alonso. Así, apuntó que se trata de “un poemario de madurez”, algo que el lector percibe en “la conceptuación del tiempo y en la maduración de una filosofía poética muy particular”. “Domina perfectamente los tiempos poéticos, con metáforas muy contenidas, y se trata de un libro menos emocional y más cerebral que el otro ganador”, apuntó antes de subrayar que se trata de “un gran poemario”. Este volumen verá la luz en torno al 12 de junio, dentro de la colección de poesía de la Fundación Jorge Guillén.
“Con los dos ganadores se cumple el objetivo prioritario con el que se creó el premio: que aflore la poesía que no es tan conocida o que no está en primera línea. Los dos tienen una trayectoria larga de publicaciones en revistas, pero estos libros serán respectivamente su segundo y su primer poemario en ver la luz”, apuntó Aganzo.
Además de Aganzo, Valle y Piedra, integraron el jurado el poeta y periodista de RNE Javier Lostalé y la poeta Araceli Sagüillo, principal impulsora del certamen, que honra la memoria de su hijo José Luis Quintanilla Sagüillo, fallecido dos años atrás.
Los integrantes del jurado coincidieron en subrayar la calidad de los trabajos presentados, y coincidieron en la decisión de otorgar el premio ex aequo ya que los dos poemarios ganadores reunían una gran calidad, si bien son “libros muy distintos, de una sensibilidad muy diferente”.
A la convocatoria concurrieron en total 83 participantes, y pese al carácter nacional del Premio recibieron originales desde países del extranjero como Francia, Italia e Israel. En la primera edición del galardón, en 2014, el ganador fue el vallisoletano Eduardo Roldán, colaborador de 'El Norte de Castilla'. En aquella ocasión concurrieron al galardón cerca de 50 poemarios.
