Carmen Gutiérrez: “Un escritor es auténtico cuando no levanta barreras entre su vida y su obra”

Carmen Gutiérrez

Manuel Cuenya

Me asomé al borde de tus ojos

porque quería ver el mar.

Y tus párpados me abrieron el desierto.

El desierto de palabras negras

que golpean las sienes de quien ya nada espera.

¡Pobre corazón,

máquina del tiempo imperfecto,

cuando ya solo sabe dar las horas de puntillas!

(Poema de Carmen Gutiérrez Gutiérrez)

Redactora, correctora, adaptadora de textos, maquetista (facetas todas ellas que forman parte de su día a día), Carmen Gutiérrez Gutiérrez lleva más de quince años trabajando, como colaboradora externa, o “freelance”, en la editorial Everest, que precisamente ahora no está en su mejor momento. Cuenta esta Licenciada en Filología Hispánica que le apena la situación por la que está pasando esta empresa, después de haber realizado con la misma “muchos proyectos, muchas definiciones, muchos sinónimos, muchas galeradas, muchos cuentos de Diversónicos y Goguis...”, entre los que se hallan sin duda diccionarios, libros de ortografía y gramática, incluso volúmenes de turismo, y aun otro tipo de textos, que por desgracia no han aportado demasiado, según su autora: “Pero ni los míos ni tantos otros que se pueden encontrar en los expositores de las librerías. Y baso esta afirmación en lo poco que se valora el uso correcto de nuestra lengua”, matiza ella, dando por supuesto que, en los colegios e institutos, los profesores hacen todo lo posible, “pero, tal como está establecido el sistema educativo, quizá no haya tiempo suficiente para trabajar la ortografía, la sintaxis, la redacción...”. Se lamenta de que, en esta sociedad tan competitiva, no son pocos los que piensan que enseñar a escribir es una pérdida de tiempo, que con saber sumar, y sobre todo multiplicar, es suficiente. “Es un error mayúsculo, como también lo es el hecho de que muchas editoriales no son rigurosas en este aspecto y prescinden de la labor del corrector, descuidando así el producto que ofrecen a sus lectores”, añade Carmen, que cursó estudios de Filología porque le preocupaba hacer un buen uso de la lengua; y el hecho de que se haya dedicado profesionalmente a la corrección de textos, que otras personas han escrito, se ha convertido en una obsesión hasta el punto de que ya no es capaz –asegura– de leer ni los folletos publicitarios de Mercadona sin buscar comas mal utilizadas o tildes olvidadas. Asimismo, reconoce que la corrección de textos es una tarea ardua porque requiere el cien por cien de la atención y no permite el más mínimo despiste. No en vano, Carmen, que tiene una gran vena poética (como podemos comprobar leyendo algunas de sus creaciones) disfruta mucho con la elaboración de textos que exigen creatividad como los poemas y cuentos infantiles o los títulos pertenecientes a la colección 'Fácil de Leer', como sus libros sobre Drácula ('Un grito en la noche'), Dickens ('Los oscuros rincones de Londres') o los Lumière ('La magia del cine'), donde su autora siente que está poniendo mucho de sí misma. Asimismo, reconoce que existen factores, “el cielo de León al atardecer, la catedral desde la ventana, el hayedo recortado en la montaña de Llombera..., que contribuyen a crear un ambiente idóneo para escribir, aunque sean diccionarios”, especifica Carmen, que no es una “escritora por encargo”, como ella misma se ha definido en alguna ocasión, al menos no es sólo una escritora por encargo. “Todo depende del punto de partida que establezcamos. Si partimos de la premisa, mayoritariamente aceptada, de que un escritor es auténtico cuando no levanta barreras entre su vida y su obra, el 'escritor por encargo' puede ser considerado un impostor y la impostura nace de que en su obra no prevalece la necesidad de crear, sino la necesidad de vivir”.

Tal como está establecido el sistema educativo, quizá no haya tiempo suficiente para trabajar la ortografía, la sintaxis, la redacción...

El oficio de escribir

En todo caso, ella prefiere partir de la consideración de que todo oficio, y ser escritor, en determinadas circunstancias, así puede considerarse, “es auténtico si se desempeña con rigor, dedicación y, sobre todo, con pasión”, se expresa con claridad esta escritora leonesa que tuvo el privilegio de publicar, por ejemplo, 'Paisajes inéditos de España', “un reto atrayente”, en su opinión, porque no se trataba “de una mera enumeración de los cien lugares mágicos que se presentaban en el libro sino que cada descripción alcanzara una dimensión multisensorial que permitiese al lector ver, oler, tocar, oír e incluso paladear la riqueza natural, cultural, histórica, gastronómica y humana de cada rincón”, manifiesta esta autora leonesa, convencida de que el “inventario de autores leoneses”, lejos de estancarse, sigue aumentando y enriqueciéndose. “¿Qué parte de 'culpa' es atribuible a la esencia de 'lo leonés'?”, se plantea Carmen a la vez que rememora al escritor José Luis Sampedro, para quien la creación de una obra está imbricada en la vida del escritor como la raíz de un árbol en la tierra en la que nace. “Aprovechando este símil, ¿cómo no relacionar el frondoso bosque literario leonés con semillas esparcidas a lo largo de los años en forma de romances, leyendas, cuentos...? ¿Y cómo no recordar los filandones, poblados de historias y sombras y, seguramente, como escribía José Antonio Llamas días atrás, determinantes en la hechura de la identidad leonesa?”.

Reniego

de las palabras huecas,

meros fuegos de artificio

de soledades falsas

y desgarros fingidos.

Rimas atropelladas

asesinas del ritmo;

funámbulos del arte

filigranas sin sentido.

Cuadraturas de círculos sonoros

estrofas buscando equilibrio

tormentas inventadas o soñadas

susurros de ángeles caídos.

Abandonad, tormentas inventadas,

la cueva de los sueños.

Sacudid, musas, mi espacio yermo.

Brota la tinta de mis dedos...

trazando la memoria de tantas heridas.

De mis ojos...

borrón de lágrimas esquivas.

Brota imparable

en un caos de líneas dolidas.

(Poema de Carmen Gutiérrez Gutiérrez)

¿Cómo no relacionar el frondoso bosque literario leonés con semillas esparcidas a lo largo de los años en forma de romances, leyendas, cuentos...?

Aparte de sus labores en la editorial Everest, Carmen trabaja como educadora impartiendo talleres de ortografía y escritura creativa, algo que surgió de forma paralela a su colaboración como voluntaria en un centro de menores. “Trabajar con los niños y niñas es muy enriquecedor. ¡Sus reacciones son tan espontáneas, tan libres! Partiendo de una buena motivación, puedes conseguir resultados increíbles porque sus recursos creativos no se agotan. Cuestión aparte es enfrentarse al papel y que escriban lo que imaginan sin que la b, la v, la g o la h resulten afectadas. ¡Eso sí que es un esfuerzo!”, señala esta narradora y poeta, que tiene en mente un proyecto para un público infantil en el que, en esta ocasión sí, tendrá un papel importante la tradición leonesa, habida cuenta de que sus últimos trabajos para Everest (cuentos y poemas para sus libros de Enseñanza Infantil) y también sus recientes experiencias con niños la encaminan hacia la literatura infantil, un terreno en el que dice sentirse cómoda.

Entrevista breve a Carmen Gutiérrez Gutiérrez

“En la muerte de la tarde, oirás odas de belleza inalcanzable”

¿Qué libro no dejarías de leer o leerías por segunda vez?

El 'Diccionario panhispánico de dudas'. ¡Qué voy a hacer: deformación profesional!

Un personaje imprescindible en la literatura (o en la vida).

En la literatura, me parece fascinante el personaje de Úrsula Iguarán. Y en la vida, todas las mujeres que, a lo largo de la historia, han luchado para alcanzar con dignidad nuestro lugar en la sociedad. Las mujeres de hoy siempre estaremos en deuda con ellas y cualquier paso atrás será imperdonable.

Un autor o autora insoportable (o un libro insoportable).

No podría decir que es insoportable, pero no sé por qué extraña razón soy incapaz de leer 'El barón rampante'. Lo he intentado dos o tres veces y siempre he abandonado su lectura. Supongo que yo me lo pierdo.

Un rasgo que defina tu personalidad.

No sabría decir un rasgo que me defina; todos vamos cambiando con los años y en cada etapa afianzamos el rasgo de nuestra personalidad que más nos ayuda a adaptarnos a las circunstancias vitales que se nos presentan.

¿Qué cualidad prefieres en una persona?

Pues depende del momento y de la persona. Hoy quizá aprecie en un amigo la sinceridad por encima de todo, pero mañana puede que prefiera que me mienta un poquito.

¿Qué opinión te merece la política actual? ¿Y la sociedad?

Yo veo la política actual como un árbol (¡qué útiles los árboles para establecer comparaciones!), un gran árbol cargado de frutos. Muchos de estos frutos están ya tan maduros que se han pasado; otros, demasiados, han sido picoteados y están podridos; algunos, pocos, están en su punto exacto de maduración; y tímidamente van naciendo frutos nuevos que luchan por hacerse con un sitio en diferentes ramas.

A la sociedad le toca agitar este árbol con todas sus fuerzas para que caigan del árbol los frutos que ya no sirven.

¿Qué es lo que más te divierte en la vida?

Me divierte mucho hablar con mis hijas, Helena y Marina, tomar unas cañas con mis amigos, caminar por el monte en Llombera... y debo confesar que el fútbol es una de mis pasiones. Pierdo totalmente las formas viendo los partidos del Barça.

¿Por qué escribes?

A nivel profesional, porque me pagan para que lo haga. A nivel personal, porque tengo algo que decir.

¿Crees que las redes sociales, Facebook o Twitter, sirven para ejercitar tu estilo literario?

“Oirás distintos cantos de siega; el susurrar del agostado trigo, algunos pájaros celebrando la alborada, algunos niños con las manos vacías... y en la muerte de la tarde, oirás odas de belleza inalcanzable. Es el viento que reparte palabras de poetas acabados, casi muertos”. ¿Sabes dónde leí este maravilloso texto? En Facebook. Lo escribió hace unos días Toño Morala (para mí, un maestro de la sencillez hecha poesía). ¿Y qué me dices de la fina ironía que mi compañero Juanmi Alonso Vega vierte en sus comentarios? ¿Y de las fotografías de Agustín Berrueta? Para eso quiero Facebook. No ejercito mi estilo, pero aprendo del de los demás.

¿Cuáles son tus fuentes literarias a la hora de escribir?

Mira, en estos momentos, estoy viendo cómo un abejorro se posa en una flor de lavanda para pasar después a otra y después a otra. Supongo que todos los que disfrutamos leyendo hacemos un poco lo mismo: succionamos aquello que más nos gusta de cada texto en el que nos posamos para después utilizarlo del modo más conveniente.

¿Escribes o sigues algún blog con entusiasmo porque te parezca una herramienta literaria?

Sigo alguno de literatura infantil y también el Blog de Manu Velasco, un maestro, como él dice, con los pies en la tierra y la cabeza en las estrellas.

Una frase que resuma tu modo de entender el mundo.

La injusticia, la crueldad y la desigualdad del mundo se resume en estos dos versos de Miguel Hernández:

“Tanto río que va al mar

donde no hace falta el agua“.

¿Por qué siempre tienen agua los que no tienen sed? ¿Por qué los que tienen sed solo tienen agua para morir ahogados?

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