Prepárate para “Correr el Carnaval” de La Bañeza desde el viernes 24

Imagen: Luis Ja Fotografía

Una carrera por su historia

Nadie sabe a ciencia cierta cuándo y cómo empezó. El carnaval nació del pueblo y sus orígenes se pierden en el tiempo. Los más viejos del lugar lo han conocido siempre como una manifestación popular, espontánea, divertida, anárquica y casi clandestina hasta la llegada de la democracia, cuando se organiza tal y como ha llegado a nuestros días.

Cada vez más participativo, en los años 50 y 60 comienza a crecer y con la llegada de la democracia y el auge de las libertades estalla con fuerza hasta convertirse en el carnaval que hoy conocemos. Durante estos años se les llamaba Fiestas de Invierno para evitar las prohibiciones gubernativas.

Los bañezanos desafiaban las prohibiciones y “corrían” el carnaval delante de la autoridad, que hacía la vista gorda, cuando los más atrevidos acudían a la estación de ferrocarril disfrazados, para divertir y sorprender a los incrédulos viajeros. Todavía hoy los bañezanos siguen utilizando el término “correr el carnaval” para referirse al hecho de disfrazarse, salir y disfrutar al máximo estos días.

En los años 70 y durante más de 10 años, la Peña Los Bartolos otorgó los premios Hiel y Miel a personalidades que se habían caracterizado por apoyo al carnaval y a otras que, por el contrario, no lo habían hecho. Cabe mencionar a Luís del Olmo, Beatriz Carvajal o TVE.

El carnaval bañezano tiene muchos elementos que lo distinguen de otros pero es quizá la originalidad, en su más amplia expresión, el más destacable. El carnaval de hoy tiene en común con el de ayer los mismos ingredientes: la chispa, el ingenio y un ropaje que no se adquiere, se hereda, se toma prestado o se elabora buscando siempre precisamente eso, la originalidad.

Esta festividad de La Bañeza tiene algunos reconocimientos como: el Blasón del Turismo en su categoría de plata por la Junta de Castilla y León en el año 1990. Fue declarada de fiesta de Interés turístico Regional por la Junta de Castilla y León en el año 2002. Y en 2011 Fiesta de Interés Turístico Nacional por la Secretaría General de Turismo y Comercio.

Días pintorescos

Viernes tranquilo

Es la fase previa a toda la fanfarria y el jolgorio que nos espera los días sucesivos. Este es el día escogido por muchas agrupaciones para hacer su fiesta. Destaca la iniciativa del grupo Los Tranquilos, de ahí que este día se haya quedado con este nombre, el más numeroso del carnaval bañezano con alrededor de 200 miembros, quienes homenajean al carnaval y a sus protagonistas con la entrega de los premios al Mejor Grupo Local y Mejor Grupo de la Comarca. Organizan también un concurso de disfraces de grupo e individuales con atractivos premios.

Sábado de Chispas

Si algo ha crecido en los últimos años es el carnaval improvisado del sábado por la mañana, cuando la Plaza Mayor y calles adyacentes se convierten en un escenario en el que los carnavaleros interpretan su papel. En la tarde/noche tiene lugar el Pregón de Carnaval, momento a partir del cual entramos de lleno en los cinco días carnavaleros por excelencia. A continuación tiene lugar una cena de exaltación del carnaval a la que pueden asistir todos los bañezanos que lo deseen.

Domingo de carnaval

Desde primeras horas de la mañana se nota el ambiente en las calles que recorren las charangas acompañadas de los cabezudos. Por la tarde los grupos lucen en el desfile el traje del año anterior.

Lunes infantil y Noche Bruja

El lunes por la mañana muchos establecimientos tienen a su personal disfrazado atendiendo al público y, de nuevo, las charangas recorren la ciudad con su música carnavalera. Por la tarde llega el momento más esperado por los más pequeños, el Carnaval de los Niños, demostrando que en esta ciudad no hay edades para “correr el carnaval”.

Es por la noche cuando llega el plato fuerte del carnaval bañezano con su Noche Bruja, el carnaval espontáneo, donde nadie se conoce y todos se disfrazan. Es una noche especial y la más loca del año. Es la complicidad y la participación de todos los bañezanos lo que hace que esta velada sea siempre tan mágica e inolvidable.

Martes de carnaval

Este es el día del “gran desfile”. Los grupos y los que van por libre, han trabajado todo el año preparando el traje que lucirán y ni el agua, el frío o la nieve impedirán que tenga lugar, como ya ha ocurrido en algunas ocasiones en que las lentejuelas han bailado al ritmo de los copos de nieve. La carroza de la Musa y el Grupo Salsa abren un desfile de más de 60 grupos y de muchos carnavaleros que van por libre. Las charangas que acompañan a cada grupo y otras muchas sorpresas, conforman una serpiente multicolor de más de dos kilómetros que no parará de moverse hasta completar el recorrido previsto.

Miércoles de ceniza, el entierro de la sardina

La Peña la Sardina organiza un acto que parece salido de un esperpento de Valle-Inclán. Un cortejo fúnebre formado por 30 miembros provistos de capa, barba y sombrero de copa, mujeres (las “lloronas”) sollozando a grito pelado y toda una comitiva de bañezanos y visitantes, acompañan a la difunta sardina. Cuando el cortejo fúnebre llega a la Plaza Mayor, “el Corvillo”, personaje que es la versión masculina de Doña Cuaresma, recita una serie de coplas populares y anónimas, enviadas por los bañezanos a la Peña la Sardina, en las que se critica o ensalza a los personajes más populares, normalmente políticos, de la vida municipal, provincial o nacional. Una vez oídas las coplas, la Peña reparte escabeche, pan y vino a todos los asistentes y con la quema de una sardina de cartón-piedra acaba el carnaval.

Atrás quedarán los momentos y anécdotas más divertidas, las que estarán en boca de todos para recordar durante muchos meses un carnaval único y especial.

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