La artista berciana Carmen ‘Madreña Roja’ participa en la creación de una obra para la II Biennal de Land Art de Andorra

Ical / Una de las obras de la artista berciana Carmen ‘Madreña Roja’.

La creadora del proyecto Arte Vegetal en la localidad berciana de Salientes, Carmen 'Madreña Roja', participa este año en la II Biennal de Land Art de Andorra, el encuentro más numeroso de artistas que trabajan en la naturaleza. Hasta el mes de agosto, podrá visitarse en el pequeño país de los Pirineos la obra 'El sueño del escolancio', una gigantesca creación a base de lana que la berciana instaló en el entorno de una antigua fábrica textil, y que forma parte del proyecto La huella de los rebaos que la artista lleva a cabo en distintos puntos de España desde hace siete años para “reivindicar la importancia y el valor de la trashumancia”.

Al respecto, Carmen, que volverá a finales de julio a Andorra para asistir a la clausura del evento, explicó que la obra se entiende como “un tríptico” formado por dos colas y una “serpiente enrollada” de más de dos metros de diámetro en el centro de una de las instancias habilitadas en el edificio de la antigua fábrica, que este año se ha incorporado como una de las sedes del festival de arte. El edificio, cerrado y abandonado desde los años 40, es uno de los vestigios más significativos del tejido industrial de la Andorra de hace más de un siglo y dispone de casi dos mil metros cuadrados de exposición.

En cuanto a la obra, el escolancio, también conocido como culebrilla de cristal, “no es en realidad una serpiente sino un lagarto que perdió las patas”, puntualizó Carmen, que recordó que cuando los pastores pisaban la cola de estos animales para entretenerse, los ejemplares se desprendían de ella y esperaban a que les creciera una nueva. La propuesta, que inicialmente se pensó para su instalación en el exterior, está elaborada con lana de oveja 'xisqueta' del Piríneo, ya que uno de los objetivos del proyecto de La Huella de los rebaños es utilizar los materiales propios de cada entorno.

Además, Carmen pudo aprovecharse de la presencia de un manantial de aguas termales en la zona, que ya aprovechaba la antigua fábrica y que ella usó en el procesado del material. “Me vino genial porque pude hacer algo parecido a fieltro”, explicó la artista, cuyo proyecto la ha llevado a visitar otras provincias españolas como Cáceres y Huesca, en busca de difundir los objetivos de la Declaración de los pastores nómadas y trashumantes, firmada en Segovia en el año 2007.

La segunda edición de la Biennal de Land Art se extiende por distintos lugares de Andorra y presenta cincuenta obras de artistas de once países que pretenden dar valor al patrimonio cultural y natural del pequeño país. Las piezas se han instalado en cuatro grandes ejes de exposición: el Camino de los Derechos Humanos, la Fábrica de la Lana, los Miradores y la Zona Ras. El objetivo del encuentro es construir un nuevo paisaje contemporáneo en el que creación artística y naturaleza se fundan para el disfrute de los que lo contemplan.

Cromoterapia 2017

Por otro lado, la artista berciana puso en marcha este pasado fin de semana una nueva edición de Cromoterapia, otro de sus proyectos artísticos. En esta ocasión, la obra realizada, 'Chozo florido', contó con la participación de unas quince personas y consistió en la elaboración de una de los refugios en forma de 'tipi', utilizados por los pastores de la alta montaña.

La estructura, de cuatro metros de altura y dos de diámetro en su base, se 'teitó' a la manera tradicional con escoba florida. “No hemos utilizado brezo porque este año la flor salió muy pronto”, explicó la artista, que avanzó la intención de usar la estructura como “mini sala de exposiciones para artistas”.

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