Gustavo Vega: “La mejor manera de aprender es enseñar”

Gustavo Vega

Manuel Cuenya

...es la vida

como una exclamación,

o un lloro, una carcajada,

una pregunta, o luz,

un eructo divino

arrojado

entre dos silencios eternales...

(Gustavo Vega, 'El placer de ser')

Artista polifacético reconocido internacionalmente, y uno de los más singulares poetas de la geografía española, Gustavo Vega es originario del Bierzo Alto, donde naciera o lo nacieran, concretamente en la localidad de Villaverde de los Cestos, donde le han dedicado en 2010 una calle. Todo un lujo. No obstante, tengo la impresión de que es más conocido y reconocido fuera que dentro de su tierra. Algo que suele ocurrir con frecuencia.

En todo caso, El Bierzo y, más concretamente su pueblo natal, tiene para él un valor sentimental muy potente, “es un sentimiento o afecto, un orgullo, que se hunde en las propias raíces, en lo en-trañable”. Y, a pesar de que apenas viviera en El Bierzo, porque sus padres se trasladaron a la ciudad de León cuando él tenía dos años y tan sólo volviera esporádicamente mientras vivió su abuelo, conserva, de aquellas sus primeras vivencias, un recuerdo muy intenso.

“No quiero alardear de memoria porque sería ficticio, pero sí de acordarme, además con mucha intensidad, de aquellos mis primeros años, primeras luces, primeros descubrimientos... Hay gente que me dice que no puede ser, que ellos no se acuerdan más allá de los cuatro o cinco años, pues yo sí me acuerdo y mucho de mis primeros años, por citar sólo algún ejemplo, de experimentar con el movimiento de la cuna hasta caer y romper con la cabeza una antigua bacinilla de loza o, en otra ocasión, caer sobre una trampa que había en el suelo que daba acceso al piso de abajo y berrear para que me cogieran”, rememora el autor de 'El placer de ser', cuya temática es la soledad y la ausencia, “un collage de creaciones..., a través de las cuales el autor expresa una actitud reflexiva, a la par que emotiva, ante la realidad”, según su prologuista Balcells (catedrático de la Universidad de León).

También recuerda cómo en las mañanas se maravillaba con las misteriosos reflejos de los vasos que, de pronto, aparecían en la pared mientras desayunaba; los intensos colores de un cuadro religioso que había colgado en el dormitorio -los ropajes y lo celeste de su cielo, eran energía pura, eran los colores del cielo, según su abuelo-; “mi perro blanco que se lo comió el lobo a la puerta de casa -según mi abuela era un perrito faldero pequeño, yo lo recuerdo grande, tan grande que casi no podía subirme encima-; me impresionaba ver cómo se volvían azules y llenas de enigmas las montañas más lejanas; y, ya un poco más grande, mis primeros amigos, los castaños retorcidos y los lobos del miedo que decían que había entre ellos -aunque nunca salió ninguno-... y las estrellas doradas sobre fondo azul pintadas en el entorno al retablo de la iglesia, y...”.

Poéticos recuerdos de infancia, que Gustavo es capaz de verbalizar, como le ocurriera al gran Dalí, tal y como nos cuenta en 'Diario de un genio', o bien en sus memorias.

Ya en la ciudad de León, donde viviera y creciera, recuerda cómo su padre iba con frecuencia al Bierzo y él lo acompañaba a veces.

“Seguí teniendo parientes en Bembibre, en Folgoso de la Ribera, de donde era mi padre, el primo Pepín en Villaverde -un personaje según todos- que dibujaba todo lo que veía y del que heredé el gusto por el dibujo, en Carracedo en cuyo monasterio dormía durante las fiestas y, de chaval, cazaba murciélagos..., en él vivían dos tías abuelas mías antes de ser museo, etc.”.

En la ciudad de León, siendo un guajín, cazaba grillos justo debajo de lo que ahora es el MUSAC, “entonces eran nuestras Eras de Renueva, nuestra zona de seguridad frente a los envites de los chavales del Barrio de San Esteban, nuestros enemigos con los que, a la primera de cambio, nos comunicábamos a pedradas”, apostilla.

Cuando vi o veo Notre Dame de París, la catedral de Reims -la de los planos-, la catedral de Colonia... , no pude ni puedo verlos sin tomar como referente o compararlos con la catedral que tengo clavada en la memoria, nuestra Pulcra Leonina...

En León comenzó la escuela en el barrio, después en los Maristas, a continuación entró en el Seminario, donde se iniciara en la Filosofía. Y acabaría, examinándose por libre, consiguiendo el título de Magisterio mientras asistía a clases de pintura y hacía estudios de delineante...

De León se fue a los 20 años, primero a Roma, donde obtuvo una primera licenciatura en Filosofía, que después complementaría con sus estudios en Filosofía y Letras, en Barcelona, ciudad en la que ha podido desarrollar su carrera como poeta, artista visual y también como profesor.

León y Barcelona, centros de creación

Aunque en la actualidad, y desde hace años viva en la ciudad condal, León -la ciudad y la provincia- siempre ha sido y sigue siendo su referente, la lente a través de la que mira el mundo, según él.

“Cuando vi o veo Notre Dame de París, la catedral de Reims -la de los planos-, la catedral de Colonia..., y hasta los maravillosos templos excavados en la roca de Ajanta y Ellora, en Maharashtra, India, no pude ni puedo verlos sin tomar como referente o compararlos con la catedral que tengo clavada en la memoria, nuestra Pulcra Leonina... He vivido físicamente lejos de León, pero emotivamente nunca he marchado de León. Soy leonés, y berciano, y como tal me siento. He seguido empadronado en León y a León, a mi casa, vuelvo siempre que puedo, cada vez más frecuencia porque ahora me es más fácil”.

Consciente de que en León hay un alto nivel literario, “que diferentes generaciones han mantenido brillante la llama creativa”, Gustavo Vega ha seguido y sigue con interés los textos de lo que él llama la vieja, y no tan vieja, generación como: Leopoldo Panero (no cita a Leopoldo María, que le interesa más, porque no lo ve como leonés), Eugenio de Nora y Crémer, “que han sido injustamente olvidados”, Gaspar Moisés Gómez, Colinas y, muy particularmente, Gamoneda.

“De mi edad y más jóvenes prefiero no citar nombres porque tendría que citar a algunos de mis amigos y dejar de citar a otros que también lo son... Me ha llamado la atención y me interesan como fenómeno los diferentes festivales de poesía que se realizan en la provincia aunque yo de momento sólo he participado en Noceda del Bierzo bajo la batuta de Manuel Cuenya”.

Su vocación por la poesía surge a los doce años, leyendo 'Platero y Yo'. “Me impresionó aquella manera de describir a un burro con comparaciones, imágenes.... Pero, en realidad, comencé a escribir poesía cuando empecé a dar clases, a principios de los 70, cuando llegué a Barcelona”.

Recuerda que llegó a esta ciudad, procedente de Italia, por pura casualidad, “era la época en que nos movíamos por Europa en autostop”, puntualiza. Y, sin intención de afincarse ni buscar trabajo, le ofrecieron dar clases de Lengua Española a niños de primaria en una escuela que iban a fundar.

“Cuando aún me lo estaba pensando, yo no me veía en dicha tesitura, quiso el azar que me topara en la feria del libro de ocasión, que en aquellos días se celebraba, con un montón de cuadernillos atados con una goma que pertenecían a un libro que fue para mí toda una revelación, 'El Niño y la Vida' de Rosa Colaço. Eran poemas llenos de fantasía y ternura hechos por niños portugueses de un barrio marginal; eran pura fantasía, y la válvula de escape de su cruda realidad. Sobre el invento proyecté mis ardores juveniles de cambio y revolución. Aún, inmersos en una dictadura social y política, entonces los jóvenes soñábamos con la utopía, con la transformación del mundo. Ingenuamente, pensé en aquel entonces que si la poesía era llevada a los diferentes ámbitos de la sociedad y en concreto a los niños, el mundo cambiaría. Dicha idea, mezcla de utopía y de candidez, fue el motor de arranque de una labor didáctica y creativa que he desarrollado durante más de cuatro décadas y que ha ramificado en diferentes direcciones -poesía discursiva, visual, fonetista, acción...-, desarrollada a distintos niveles -alumnos de la ESO, BUP, Universidad, profesionales...-, diferentes ámbitos -enseñanzas regladas o talleres- y lugares -Barcelona, León, Buenos Aires, Bérgamo....-”.

Aún, inmersos en una dictadura social y política, entonces los jóvenes soñábamos con la utopía, con la transformación del mundo. Ingenuamente, pensé en aquel entonces que si la poesía era llevada a los diferentes ámbitos de la sociedad y en concreto a los niños, el mundo cambiaría

Comenzó su andadura artística con poemas textuales pero pronto sintió la necesidad de experimentar con las palabras y sus espacios, y las formas visuales, puesto que había descubierto el concretismo y el arte de acción.

“El año 1977, al principio en contacto con el grupo Ámbit de Poesia Visual Universitat Nova, de Barcelona, que se disolvió tres años después, comencé a crear y a impartir cursos y conferencias sobre poesía visual. Con dicho grupo -cuando aún no se hablaba de poesía visual- hicimos un manifiesto según el cual el poeta puede valerse de cualquier medio para expresarse, no limitándose -como comúnmente se entendía- a la escritura. Y es así, en dicho contexto, que para mí la poesía visual surgió como un intento de sintetizar los tres campos de interés en los que me estaba moviendo: la filosofía, la poesía y el arte visual. Labor que he seguido desarrollado tanto creativa como didáctica y teóricamente”.

Cuenta este Doctor en Filología Hispánica y Literatura que su actividad creativa ha discurrido de forma paralela a su actividad docente tanto en la enseñanza reglada -colegios y universidades- como en los muchos talleres que ha realizado, principalmente los organizados en su propio estudio de la Plaça del Bonsuccés, que, además del nombre de una de las plazas del casco antiguo de Barcelona, es el título de uno de sus libros-antología en el que se recogen trabajos de su alumnado, que asiste a sus talleres de creación poética, que, como él mismo escribe en el prólogo a esta obra, “creación poética” es un pleonasmo porque el término 'poética' se refiere a hacer, fabricar, construir..., y también nombrar, proclamar..., y dar a luz, crear.

“Mis descubrimientos personales y los de mis alumnos a veces se han alimentado mutuamente. Es sabido que la mejor manera de aprender es enseñar”, aclara este especialista en Poesía Visual en España, que escribiera una voluminosa tesis doctoral al respecto, con la que lograra Premio Extraordinario. Una tesis que está dando mucho de sí, puesto que, de la misma, ha podido extraer material para artículos y tiene previsto entresacar trece libros.

“La tesis con la que me doctoré surgió de la doble necesidad de recopilar todo lo que se estaba haciendo en España en el campo de la poesía visual y clarificar el caos conceptual en el que me estaba moviendo –explica contundente–. Entonces, y aún hoy, la poesía visual es un territorio sin claros referentes, sin ”clásicos“ por decirlo de alguna manera. Hasta los años 90 era un territorio muy desconocido o minoritario y sin una terminología consensuada. Posteriormente, ya en proceso de expansión, ha sido utilizado por creadores ocasionales, incluso instituciones de renombre, que de pronto descubren algo llamativo a lo que llaman poesía visual en donde incluyen cualquier cosa, frecuentemente productos sin arte ni ingenio, ni ”poesía“. Yo siempre insisto en que, para hablar de Poesía Visual, hay que referirse a algo que sea Visual -esto es evidente- y también -y esto es más sutil, aunque también de Perogrullo- que sea Poesía”.

Exposiciones y recitales por todo el mundo

Aparte de sus clases y publicaciones varias (traducidas a diferentes idiomas), Gustavo Vega ha participado en diversas obras colectivas y ha realizado múltiples exposiciones y recitales en unos cuantos países, lo que le ha permitido viajar por todo el mundo. A este respecto, asegura que viajar, “y no me refiero a hacer 'el turista', te pone en contacto con otras gentes, horizontes y creencias, lo que siempre es enriquecedor”, habida cuenta de que la filosofía surgió, en su opinión, de la confrontación mental en una zona geográfica en la que dioses y creencias greco-occidentales se ponían en contraste con otras más orientales.

“Confrontar la propia obra, la propia originalidad -original es ser uno mismo- y contactar con otras mentalidades siempre es enriquecedor. Ello, además de conocer un mundo más amplio de realidades o vivencias, implica un autoconocimiento”, aclara este creador en constante búsqueda de belleza y poesía, cuya última exposición hasta ahora, 'Un pez atravesó la luna', hace referencia asimismo a un libro suyo de haikus “–Instantes de cristal, prefiero llamarlos– en versión trilingüe –Español, Inglés y Japonés–, disponible en Amazon, y que he utilizado en varios recitales-performance en los que se leen los textos en diferentes idiomas y se regalan al público”, especifica a la vez que añade:

“En varias exposiciones he utilizado también dicho título, pero como subtítulo o acompañando al título propiamente dicho. Por ejemplo, en la reciente expuesta en Ponferrada, que se titulaba 'Poesía Visual: Un pez atravesó la luna', porque consistía en una antología de mis diferentes formas poético-visuales y por haber basado el recital de su inauguración en la lectura-performance de textos del libro 'Un pez atravesó la luna'”.

De su obra, podría destacarse su carácter de reflexión humanística y su pluriformidad. Dada su tendencia a ensamblar lenguajes de tipo distinto, a saltar las tradicionales divisiones en compartimentos estancos, tanto del saber cómo de la práctica creativa, su obra poético-visual adquiere una variedad de formas y manifestaciones muy amplia.

En la actualidad, tiene entre manos el proyecto de recopilar y hacer una especie de biblioteca de su obra en diferentes idiomas y ofrecerla a través de Amazon.

“El motor de este proyecto es un filandés llamado Esa, muy activo, que contactó conmigo y me lo propuso. De momento, ya sea en forma de libro o en revistas, mi obra corre por el mundo dispersa en 15 idiomas, muchas de las traducciones lo han sido en relación con los festivales a los que me han invitado (albanés, griego, italiano, macedonio...), y otros, como el chino, para alguna publicación concreta (normalmente los traducen a partir del inglés)”, matiza Gustavo Vega, quien dice alimentarse espiritualmente de todo lo que ve y lee.

Confrontar la propia obra, la propia originalidad -original es ser uno mismo- y contactar con otras mentalidades siempre es enriquecedor

Asimismo, continúa creando obra, tanto visual como escrita, aunque más visual - múltiplos realizados digitalmente-. Ello de forma espontánea sin seguir un plan previo, según él.

“Y tengo pendientes varios proyectos de libro: recopilación de mi obra fonetista realizada durante 20 años con el grupo Ex.Tensión Fonética, recopilar mi actividad didáctica realizada durante cuatro décadas, y convertir en trece libros mi voluminosa tesis doctoral”, señala este multidisciplinar artista, que reconoce sobre todo la influencia del maestro Octavio Paz, aunque también la de su paisano y amigo Gamoneda, San Juan de la Cruz, la Generación del 27, los poetas Zen, el haiku japonés, el concretismo brasileño, el letrismo y el espacialismo francés, el minimalismo americano..., y hasta sus propios alumnos..., “... de pensadores que reflexionaron sobre el ser o la existencia humana, su condición, su espacialidad... –precisa– como Mounier, Teilhard de Chardin, Ortega y Gasset, el existencialismo francés... Heidegger, Bollnow, Bachelard... Esto, sin descartar las diferentes poéticas de carácter tridimensional y las poéticas dinámicas y poéticas multimedia”, afirma.

Entrevista breve a Gustavo Vega

“La musa es más efectiva cuando te pilla con algunas herramientas en la mano”

¿Qué libro no dejarías de leer o leerías por segunda vez?

“Temo al hombre de un solo libro” –“Timeo hominem unius libri”-, dijo Tomás de Aquino. Son varios los libros que no dejaría de leer y que releo, pero citaré sólo tres: Obras Completas de Octavio Paz, Obras Completas de Antonio Gamoneda y 'El Ser y El Tiempo' –'Sein und Zeit', 1927- del filósofo alemán Heidegger.

Un personaje imprescindible en la literatura (o en la vida).

En un primer momento, Antonio González de Lama. G. de Lama, que en teoría me dio clases de Historia de la Filosofía, pero su magisterio rebasaba anárquica y libérrimamente la materia. Posteriormente, Octavio Paz con su concepción poética y de la vida.

Un autor o autora insoportable (o un libro insoportable).

En su día, a una pregunta similar contesté 'La insoportable levedad del ser', del escritor checo Milan Kundera, libro que entonces estaba de moda. Otro libro que comencé y no pude terminar fue 'Ulises' del escritor irlandés James Joyce y eso que asistía a las clases en las que hablaba de él con pasión José María Valverde, insigne profesor de estética en los cursos de doctorado de la Universidad de Barcelona. Con ello no digo que sean malos libros, son sobradamente reconocidos. Sólo digo que me resultó insoportable su lectura.

Un rasgo que defina tu personalidad.

Apacibilidad y apertura a la complejidad. La vida, el mundo, es -entre otras muchas cosas- diversidad, confusión, dificultad, co-implicación, complicación, laberinto, variedad... y paradoja. La sabiduría es saber ver, vislumbrar, a través de lo complejo y la paradoja. La realidad es complejidad. Las simplificaciones producen fanatismos.

¿Qué cualidad prefieres en una persona?

Bondad e inteligencia. Pero juntas, no por separado.

¿Qué opinión te merece la política actual? ¿Y la sociedad?

La política tirando a desastre, más en unas zonas que en otras. Son muchos los políticos que, en vez de servir, se sirven de para enriquecerse o imponer sus miserias, sus ideas. Yo que vivo mayormente en Cataluña, estoy sufriendo, a causa de la mala política y el fanatismo de una parte de la sociedad, el desmonte de una convivencia relativamente aceptable.

¿Qué es lo que más te divierte en la vida?

Son muchas las cosas que más me divierten. En general todo lo que tiene que ver con la creatividad y su expansión y difusión. Por ejemplo, me divierte enormemente abrir el ordenador y hacer un poema visual o escrito que me estaba machacando el cráneo. O, y esto a veces es una obsesión, continuar e intentar acabar un proyecto que tengo entre manos: libro, exposición...

También me divierte e ilusiona, como es lógico, que me inviten a hacer conferencias o a festivales en los que contactas con gentes de diversos países. He tenido la suerte de haberme visto enrolado en circuitos poéticos abiertos e inestables pero que son como una familia poética internacional. Por poner un ejemplo, el último, hace un mes, fue el 'XXI International Poetry Festival Ditët E Naimi' –'Festivali Ndërkombëtar I Poezisë'- con actuaciones en dos lugares: Tetovo, República Ex-Yugoslava de Macedonia, y en Podradec, Albania. En él me encontré y conviví con poetas con los que ya había coincidido en el 'Festival de poésie VOIX VIVES de Sète' (Francia), y en otros de Grecia, Bosnia y Marruecos. Además de convivir con los poetas, son una buena ocasión para conocer el país.

¿Por qué escribes?

Nunca hay un solo por qué. Podríamos decir que el escribir puede verse como una 'praxis', la cual puede relacionarse con lo que Heidegger llama el 'existenciario' “curarse de” y, a su vez, este es relacionable con la condición de “animal enfermo” que dijera Nietzsche, pues por ahí anda el “por qué” de la escritura.

¿Crees que las redes sociales, Facebook o Twitter, sirven para ejercitar tu estilo literario?

Twitter no lo utilizo y Facebook me es muy útil como medio de comunicación de eventos y publicaciones. Lo que más miro, y me resultan de gran ayuda para estar al día, son las publicaciones de poesía visual.

¿Cuáles son tus fuentes literarias a la hora de escribir?

A la hora de escribir mis fuentes son mi propio bagaje de experiencias, conocimientos, deseos... Y puede ser cualquiera de las muchas lecturas que hago. No es necesario que sean grandes eventos ni lecturas de textos importantes: un evento de la cotidianidad o un texto mediocre puede despertar la musa. Claro que la musa ha de estar bien alimentada, predispuesta, un poco entrenada y, sobre todo, es más efectiva cuando te pilla con algunas herramientas en la mano: bolígrafo, ordenador o, en el caso de la plástica, pinturas y otros materiales.

¿Escribes o sigues algún blog con entusiasmo porque te parezca una herramienta literaria?

No sigo ningún blog con entusiasmo, aunque miro lo que van poniendo los amigos en Facebook y algunos que me llegan por e-mail. Son más de diseño y poesía visual que literarios: 'Boek Visual', 'Visual Poetry Museum', 'Japanese and English Haiku'.

Una frase que resuma tu modo de entender el mundo.

¿No tienes alguna pregunta más fácil? Una frase sin fin que he utilizado como tema en muchas de mis obras es: El camino que camino es el camino hacia el sentido que da sentido al camino que camino que es el camino hacia...

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