Reñubeiru: El duendecillo leonés de las nubes y de las tormentas

Riaño El Riñobeiru

Meteo Bedunia

Reñubeiru, reñubeiro, renovero, ñubero, ñuberu, nubeiro, nubero... múltiples variantes asturianas y leonesas del nombre, que procede del latín “nube”. De “nube”, con el sufijo -eru (el que hace o se dedica), y el prefijo intensificador Re.

El Reñubeiro es el ser que tiene por dedicación las nubes, y por extensión todos los meteoros atmosféricos, sobre todo los mas intensos como el Rayo y el Trueno.

En la agricultura, los fenómenos meteorológicos cobran especial importancia, y por ello entre los mitos, siempre existieron los Dioses del tiempo, desde el nórdico Thor (Tormentas), Zeus y Júpiter o Eolo, hasta nuestro Troneiro o el Reñubeiro.

En nuestras comarcas, en la provincia de León, de norte a sur, Asturias y parte de Galicia incluida, el nombre que siempre se le ha dado es este... el Reñubeiro.

En el museo de Riaño tenemos una buena muestra de los Dioses mitológicos de nuestras tierras, como El Trasgu, el Cuélebre, y el Reñubeiro.

Este ser se representa con distintas formas según las zonas, pero siempre hablando de un genio o ser que baja de las nubes en forma dañina como el pedrisco.

Santiago Alonso Garrote nos dio en 1909 una de las primeras descripciones que tenemos en León de los reñubeiros indicando que son «como unos brujos o personajes fantásticos que las gentes sencillas pretenden haber visto caer de las nubes, y toma forma humana en tiempo de tormentas; su misión una vez tomada esta forma es hacer mal de ojo y llevar las calamidades a las personas y sembrados».“

También tenemos estas dos referencias, con soneto y todo:

“... Reñubeiru, que casi siempres esta enoxáu, ye un ”ñubarón ñegro“ qu'adopta formas d'una animal bisarma xigantesca, que como Xúpiter tonante remana na diestra, un fexe de centellas y na sua siniestra lleva un fudre, deposito de pedriscos......va llanzando con roxura lloco con aceradas garras en vertixinosa velocidá.”

-Corre la torvisca, el Cielu ta encaputau, jibra el vientu nas esquinas, métese la cirra pur embaxu las puertas y las resquicias las paredes; las campanas tocan a rebatu y dicen en su son,

“Ten-te ñu-be, ten-te-tu, que Dios-pue, mas-que-tu”

Caitanu Bardón (Astorga 1907)

Pero la referencia local (de La Bañeza) mas clara e interesante que hemos encontrado es de un libro de Poesías de Nicolas Benavides Moro, insigne bañezano (el de la calle General Benavides), libro editado en 1.920, y en sus páginas 131 a 135, con un poema dedicado a “La Truena”.

... —¡Mala truena!, respondieron los presentes;

mal negocio trai el diaño,

porque viene de Carpurias

y de allí nunca vendrá más que lo malo.

—Esas train los renoveros (2);

yo me alcuerdo bien que un año

nos metimos, como agora, en la venta «Las Gallinas»

un hombrín de Genestacio,

tres arrieros jiminiegos (3)

y yo mesmo, que portiaba con el carro.

Aguardemos que pasara una tormenta

que venía de Carpurias; descargaron

unos truenos que paecía el fin del mundo

¡no diréis lo que alcontrarnos!

una piedra mu pulida y mu lustrosa

estrechina y retorcida, en zis-zás, igual que un rayo;

con la forma de una flecha

en la punta.

—Fué un milagro

que vos diera aquel disprecio el renovero,

y quedaseis pa contarlo.

—Pero el susto fué tan grande

que, entoá, no se me ha pasado.

—¡Me parece!; no es pa menos

el asunto...

—¡Callai, chachos!

que asomé por la puertica

y va el cielo despejando“.

Poco que añadir a tal referencia... renovero, reñubeiro o nubero... la mitología sobre la furia de los elementos en nuestras comarcas.

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