Berta Pichel: “La escritura es mi buena y fiel compañera”

Berta Pichel

Manuel Cuenya

“El pequeño pueblo de Matarrosa semejaba un islote perdido y enclavado en un reducido valle entre montañas. El río Sil contribuía a agrandar la belleza del paraje al deslizarse con discreción por uno de los costados del pueblo a modo de coraza protectora. El verdor de las montañas de la margen izquierda, ocupadas en la parte baja con huertos, prados y bosques, contrastaba con el subsuelo rico en carbón de la franja derecha, de aspecto negruzco.

En una primera impresión, el paisaje le recordó a Nía el pueblo de su madre La Portela, rodeado de montañas y franqueado por el río Valcarce, pero era una aldea mucho más verde y sin el oscuro contraste generado por las minas, que allí se adivinaban cercanas...“.

(Berta Pichel, 'Me estoy volviendo loco por ti', 'Cicatrices de charol)

Originaria de La Portela, localidad perteneciente al municipio de Vega de Valcarce en la comarca del Bierzo, Berta Pichel acaba de publicar 'Cicatrices de charol', una novela ambientada precisamente en su tierra natal.

Su autora nos lleva de la mano por lugares como Ponferrada (la plaza de la Encina, el Rañadero, la plaza Lazúrtegui, La Obrera, Las Cuadras, el Pajariel...), Villafranca del Bierzo (el barrio de la Cábila, Ledo), Cacabelos, Vega de Espinareda, Matarrosa del Sil, Fabero, Bembibre, La Portela o la propia ciudad de León (el barrio Húmedo, Casa Benito, la plaza del Grano...), entre algunos otros.

Una historia de amor en el contexto de la preguerra y la Guerra Incivil, que va desde septiembre de 1933 hasta octubre de 1939, un tiempo convulso, en el que se desata de un modo brutal el odio, la violencia, el rencor de unos vecinos y hermanos contra otros. “Animo a los leoneses, y a los bercianos en particular, a leer mi novela. Es una posibilidad de sumergirse de manera entretenida en la vida y época de nuestros ancestros”.

Estructurada en tres partes, a saber, El despertar, Nuevos rumbos y Laberintos, Cicatrices de charol (Penguin Random House, 2018) nos ayuda a conocer y entender el pasado histórico del Bierzo en la compleja época de los años treinta, “que, incluso, aún nos ha dejado a sus descendientes cicatrices”, asegura su creadora, “porque vivir con pasión siempre deja cicatrices”, agrega esta narradora berciana, que, con su obra, ha pretendido acercarse a la gente más desfavorecida, a sus penalidades y alegrías a través de personajes como Nía (Herminia, la protagonista) y su amiga Rita “como símbolos del mundo femenino de la época”. Y aun otros como Toñito Pereira en el capítulo 'A festa do maio' (en clara referencia al excelente escritor villafranquino) o los amores de Nía: Valeriano, alias el Jilguero, y Miguel. Incluso personajes históricos como el poeta y animador cultural villafranquino Antonio Carvajal Álvarez de Toledo, el director de teatro ponferradino Alberto de Paz y Mateos o Emilio Silva, el abuelo del periodista, escritor y fundador de la Asociación para la Recuperación de la Memoria Histórica, también llamado Emilio Silva. O el último alcalde republicano Villafranca del Bierzo, el carpintero Antonio (Toño) Gabelas, que fuera fusilado por el franquismo.

“En la actualidad podemos aprender, y mucho, de aquella época”, nos recuerda Berta Pichel. No en vano, deberíamos aprender a no repetir los errores cometidos en ese período terrible. “Bucear en la dura realidad de aquellos tiempos convulsos (1933-1939) implica una lección de vida”.

Aunque su autora afirma (en una entrevista reciente que le hiciera la poeta y narradora Marta Muñiz Rueda) que esta novela no es autobiográfica en absoluto, sí reconoce que se identifica con su protagonista, con Nía, una mujer que aspira a convertirse en actriz, que desea romper con las ataduras de un sistema castrador, de una madre (Avelina) harto conservadora. “También en el convencimiento de que el amor es una de las grandes fuerzas de la vida por el que vale la pena arriesgar”, señala. En todo caso, cabe recordar, una vez más, si nos fiamos de lo que nos cuenta el grandísimo escritor Julio Llamazares, que “toda novela es autobiográfica y toda autobiografía es ficción”.

Animo a los leoneses, y a los bercianos en particular, a leer mi novela. Es una posibilidad de sumergirse de manera entretenida en la vida y época de nuestros ancestros.

La Portela, árbol ancestral e inspirador

La Portela no sólo está presente en la vida de Berta Pichel, sino en su ópera prima. “La Portela es la raíz, en el sentido etimológico de la palabra, la base o asiento de mi existencia. No concibo la vida sin conocer y agradecer los orígenes. Sin el árbol de mis ancestros, la mayoría de los cuales nacieron y murieron en La Portela, mi rama viviría seca. Es mi territorio seguro y amado. Lo mismo me ocurre cuando entro en la casa de mis padres en Ponferrada. Para mí es un lugar sagrado”, rememora con afecto esta narradora afincada en Cataluña desde hace varias décadas, pues allí se formó, primero en un internado de San Cugat del Vallés. Y posteriormente en la Universidad de Barcelona, donde se licenciara en Historia.

Cuenta que, siendo una niña, poseía una gran capacidad imaginativa. Incluso en alguna ocasión llegó a ver a los “auténticos Reyes Magos” en persona. En la escuela, algún maestro valoró su capacidad creativa. Pero, sobre todo, siempre creyó en sus posibilidades, aunque la vida –matiza– no se lo pusiera fácil para dedicarse a la narrativa. Pero su jubilación como profesora de Historia y Literatura en varios centros de enseñanza de Cataluña le ha permitido dedicarse de lleno a lo que más le entusiasma: escribir. Y gracias a l'Escola d'Escriptura de l'Ateneu Barcelonès ha logrado entrenarse en el manejo de las palabras, porque escribir requiere técnica, según ella. “Y, para alcanzarla, es preciso la teoría y la práctica continuada”.

En su caso, la docencia y la historia van de la mano. “La docencia permite conocer de cerca al ser humano en múltiples facetas; analizar la expresión verbal, no verbal y escrita; detectar y tratar problemas personales de los alumnos o a nivel familiar... Todo ello es material interesante. A nivel académico, puedes profundizar en el conocimiento de la historia, de la literatura, de la filosofía, tres ramas del saber que me interesan especialmente”.

En esencia, “hay una cierta finalidad pedagógica: reflexionar sobre épocas, situaciones y personas que, de alguna manera, también pueden ser espejo de nuestra realidad. Reflexión de fondo que en absoluto está reñida con la acción, con ”engancharnos“ a la trama. El lector ha de disfrutar de la lectura”, precisa esta narradora e historiadora, cuyo objetivo es encontrar la palabra precisa y crear un estilo sencillo, cuidado, poético.

Asimismo, cree que la experiencia vital en forma de memoria y la reflexión son recursos importantes en su faceta narrativa. “Todo ello adobado con un fondo histórico, es decir, unas circunstancias en las que se mueven, viven y reaccionan los personajes”, sostiene Berta Pichel, para quien la literatura es un arte necesario para vivir. “Sumergirte en una buena lectura permite conocer el alma humana, reflexionar, conocerte a ti mismo, gozar de la armonía y de la belleza expresiva. La escritura es mi buena y fiel compañera. La que me descubre y la que me permite descubrir al otro... No separo la vida y la narración”, apunta esta devota de la literatura de escritores como Cervantes, Delibes, Galdós, Clarín, Valle Inclán, Machado, Lorca (cuya figura y obra tiene una importante presencia en 'Cicatrices de charol'), Blas de Otero, Cernuda (también es mencionado en la novela de Berta), Josep Pla, Stendhal, Flaubert, Zola, Albert Camus, Margarita Youcernar, Umberto Ecco, Ken Follet, Manuel Mújica Laínez, García Márquez, Alejo Carpentier, Vargas Llosa, Amin Maluf, Austen, Gorki, Dostoievski, Camus, entre los cuales también se hallan los poetas leoneses Gamoneda, Antonio Colinas, Juan Carlos Mestre, o Marta Muñiz.

La Portela es la raíz, en el sentido etimológico de la palabra, la base o asiento de mi existencia. No concibo la vida sin conocer y agradecer los orígenes

Y en la narrativa siente admiración por Antonio Pereira, Ramón Carnicer, Llamazares o Trapiello. “Vía internet, sigo a César Gavela y a ti mismo”, especifica Berta, que en estos momentos está inmersa en lecturas poéticas. Y trabajando en su segunda novela, que será diferente, en cuanto a personajes, trama y época, a 'Cicatrices de charol'.

Entrevista breve a Berta Pichel

“Un blog literario te impele a ejercitar el estilo”

¿Qué libro no dejarías de leer o leerías por segunda vez?

Me gustaría leer de nuevo 'La vieja sirena' de José L. Sampedro. Hace casi unos veinte años que me dejó un muy buen sabor de boca. También es cierto que las relecturas de 'Crimen y castigo' o de 'La montaña mágica' no me emocionaron como la primera vez. Cada época y cada fase vital del ser humano tiene sus gustos estéticos.

Un personaje imprescindible en la literatura (o en la vida).

El Quijote. En él se encierran valores maravillosos.

Un autor o autora insoportable (o un libro insoportable).

No sé decirte. La verdad es que elijo mis lecturas. No hay que desperdiciar el tiempo.

Un rasgo que defina tu personalidad.

Honestidad.

¿Qué cualidad prefieres en una persona?

La honradez y la tenacidad.

¿Qué opinión te merece la política actual? ¿Y la sociedad?

Estamos en una situación histórica, a nivel nacional e internacional, muy preocupante. Nuestra sociedad necesita un 'reset'. A pesar de todo, soy optimista. Un cambio de paradigma es de obligado cumplimiento.

¿Qué es lo que más te divierte en la vida?

Estar con la familia, con los amigos y en contacto con la naturaleza.

¿Por qué escribes?

Me ayuda en mi crecimiento personal.

¿Crees que las redes sociales, Facebook o Twitter, sirven para ejercitar tu estilo literario?

Depende de quién las utilice. No soy detractora de las redes sociales. Si se saben aprovechar son interesantes. Un blog literario te impele a ejercitar el estilo.

¿Cuáles son tus fuentes literarias a la hora de escribir?

La literatura realista del XIX, la novela social del XX.

¿Escribes o sigues algún blog con entusiasmo porque te parezca una herramienta literaria?

Escribo y tengo blog que me sirven, en determinados momentos para escribir retazos en prosa o en verso.

Una frase que resuma tu modo de entender el mundo.

Caminante, no hay camino,/ se hace camino al andar... Soy muy machadiana.

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