La selección de Castilla y León cae derrotada frente a Sur de Rusia y dice adiós a la Copa de las Regiones

Los jugadores de la selección de Castilla y León, algunos de ellos leoneses, tras la derrota ante la selección de la Región Sur de Rusia, que les deja sin opciones en la Copa de las Regiones de Estambul

Juan López / ICAL

La selección de Castilla y León UEFA dijo adiós antes de tiempo. Adiós a un sueño. Ser campeones de Europa en la Copa de las Regiones de Estambul. El optimismo no sirvió. Ni siquiera el buen juego desplegado durante la primera parte del partido que hoy cerró la fase de grupos, contra la Región Sur de Rusia. Una veintena de ocasiones es el cómputo total del encuentro. La mezcla de la falta de puntería en algunos momentos del choque, la dureza utilizada por los rusos y una mejorable actuación arbitral del colegiado búlgaro produjo un batido de sensaciones que dejó fuera al combinado arlequinado, en un extraño partido que apea al equipo, que se despide de la ciudad de las mil y una noches, sin poder saborear las mieles logradas en Croacia en 2009. La Región 2 de Irlanda pasa a la final en el grupo B, tras ganar su partido por 1-3 a Olomouc (República Checa).

Arrancó fuerte la selección de Castilla y León en el partido, disputado en Riva, sede de la Federación Turca, con el objetivo de amarrar rápidamente el partido y no depender de otros resultados. Un par de llegadas lo demostraron, una de ellas de Roberto Puente en el minuto 2, delante del portero, pero no acertó. Otra por banda derecha de Adrián que acabó en los pies de Zazu y cuyo lanzamiento despejó el portero a corner.

La Región Sur proponía salir con la bola jugada, pero la presión del combinado de Castilla y León era fuerte. Aún así, una internada por banda izquierda acabó en corner por parte de Perona, que se anticipó a Lednev. El engranaje del equipo funcionaba, pero los rusos también querían jugar. De hecho, el estilo fue más vistoso que el de checos e irlandeses.

De nuevo, a Castilla y León le correspondió jugar a las 15 horas, la única selección que lo ha hecho todos los días en el torneo. En esta ocasión la temperatura fue menor que en días precedentes y el viento del mar Negro suavizaba la sensación térmica, aunque también complicaba el juego en determinados momentos. Pero ello no impidió el buen juego del equipo regional. Y en el minuto 16, una falta lateral lanzada por Zazu fue remachada a la red por el goleador Roberto Puente, quien se supero asimismo y dos minutos después lo volvió a hacer, con un disparo desde la frontal del área que se coló tras golpear a un defensa.

El medio centenar de aficionados se lo pasaba en grande y sólo habían transcurrido 20 minutos de partido. No importaba el resultado del partido entre irlandeses y checos. El equipo seguía creando e Ivanildo, hoy portero en sustitución de Facundo Ackermann -tras el susto del miércoles-, prácticamente fue un espectador más en la primera parte. Respondieron bien los otros dos debutantes, Obispo en el eje de la defensa, junto a un incontestable Perona, y Llodrian en el lateral izquierdo, quien a la media hora, desafortunadamente, tuvo que ser sustituido por Coque al recibir una patada en la cara de Mochkarski. Le costó dos brechas, varios puntos de sutura y, de nuevo, un jugador del equipo trasladado a un hospital.

El equipo no notó la rotura de ritmo en un momento protagonizado por el cambio y un par de entradas bruscas de los rusos. De hecho, García Puente se quedó sólo delante de Lyashenko y cruzó en demasía en una ocasión clara. Las noticias que llegaban en ese momento desde Maltepe eran aún mejores. La región checa de Olomouc igualaba el resultado con los irlandeses y obliga a éstos a hacer una proeza en anotación goleadora.

Pero tan importante era en ese momento marcar como no recibir. Y la defensa del equipo lo sabía. En una falta lateral de los rusos y tras un par de rechaces, Coque salvó bajo palos un remate a gol. Y con otras llegadas de Mato y Puente solos al área, que no pudieron culminar, se llegó al descanso.

Y de repente la ilusión se desmoronó

La reanudación se convirtió en un correcalles y Castilla y León perdió el control del partido. Incluso los rusos tuvieron dos ocasiones seguidas que desbarató Ivanildo. Pero el equipo tampoco sufría. Ello se tradujo en una conexión entre Mato y Puente que el vallisoletano lanzó sobre el larguero.

Sabedores de que se la tenía que jugar, el equipo del Este se fue arriba y en el 63 anotó un auténtico golazo de chilena por parte de Nastavshev, que llevaba menos de dos minutos sobre el terreno de juego. El equipo arlequinado no pagó el tanto y otra jugada de Mato y Puente, que han demostrado una conexión perfecta en el torneo, se saldó con una parada del portero a bocajarro.

Mato dejó el terreno de juego a falta de 25 minutos tras un esfuerzo titánico y pasó el testigo al rápido Rely, llamado a desestabilizar a la defensa y crear peligro que permitiera anotar más goles. Vitoreados y empujados por la afición, los jugadores de la Comunidad eran conscientes de que, a pesar de la vitoria, un par de goles de los irlandeses en el otro campo les enviaban a casa. Apareció el jugador de origen caboverdiano, quien desaprovechó una buena ocasión desde la izquierda.

Pero nadie contaba con la jugada clave. Un penalti dudoso de Coque sobre Lednev permitió anotar a Khodzhumyan, quien más tarde fue expulsado. A partir de ahí el equipo se echó arriba a por todas. Un empate no servía, pues los irlandeses vencían en Maltepe. Dos remates de cabeza de Rely y Juanan motivaron a los jugadores, siempre con el apoyo del medio centenar de fans.

El equipo dejó espacios atrás en busca de ese gol que le diera la victoria y el pase a la final del domingo. Y los rusos lo aprovecharon para finiquitar el partido con un gol de Sokovol en el descuento. Desolados, los jugadores se retiraron entre lágrimas y abrazos. La segunda conquista del título europeo deberá esperar.

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