Zapatero busca su propio candidato a la Alcaldía de León
El viernes de la semana pasada se celebraba el décimo aniversario de la victoria electoral de José Luis Rodríguez Zapatero para alcanzar la Presidencia del Gobierno. Ese día no hubo celebración, su partido la rehuyó y él viajó lejos, a Nueva York, para justificar tan clamoroso silencio en el cumpleaños.
Pero Zapatero no se ha jubilado. Ni mucho menos. Se siente como en sus años mozos, cuando lo manejaba todo en el Partido Socialista leonés, quizá por lo arrinconado que le tienen a nivel nacional. La pasada Navidad, aprovechando su amplia estancia festiva en la capital leonesa, ha aprovechado para rememorar viejos tiempos y tratar de meterse de lleno nada menos que en la lucha por la Alcaldía del Ayuntamiento de León, entre otros asuntos.
No. No es que el ex presidente del Gobierno aspire ahora al bastón de mando. Eso sería un notición que no cabría en este titular. Lo que ocurre es que está impulsando sus propias apuestas personales para la próxima candidatura del PSOE al bastión de Ordoño II.
El problema surge cuando su candidato no es José Antonio Diez, el actual portavoz y 'crítico' con la actual Ejecutiva , que ya se ha postulado para las Primarias internas, y tampoco ha sido hasta ahora de la cuerda del ala oficial del partido que lidera Tino Rodríguez. O sea, que el panorama no era lo bastante confuso y tenso, y ahora José Luis Rodríguez Zapatero viene para intentar agitar al socialismo leonés en su mismo corazón.
iLeon.com puede certificar la veracidad de estas maniobras de 'Zapatones', nunca mejor llamado, visto a la mucha gente que podría querer pisar. Están contrastadas las cenas del ex presidente que se prodigaron mucho en Pascua. Fueron tan llamativas que hasta se dieron escenas de cierta tensión, como la que se produjo cuando el actual secretario general del PSL, Celestino 'Tino' Rodríguez, acudió a picar algo al nuevo cenáculo de los socialistas, La Parrilla del Húmedo, y se encontró la 'desagradable' sorpresa de que Zapatero compartía mesa y mantel con José Antonio Diez, el líder del PSOE de la capital, el mismo que ya confirmó a iLeon que se batiría en las Primarias por ser el alcaldable de León.
Rodríguez respira un poco tranquilo. Al menos porque cree estar seguro de que Diez no es el delfín de José Luis. Diez también lo sabe, como pareció dejar entrever en la mencionada entrevista concedida a este medio. Y sin embargo, el actual líder provincial tampoco es que duerma muy bien porque sabe que Rodríguez Zapatero tampoco ha comenzado a mover ficha para secundar al candidato oficial que la Ejecutiva Provincial apoye. Así el lío ya está montado, aunque muchos aún se pregunten qué se le ha perdido a todo un ex inquilino de Moncloa en las trincheras provinciales.
Más sorpresas: Rodríguez Zapatero no ha barajado una alternativa, sino dos. Fuentes muy solventes confirman a iLeon.com que él en persona o gente de su entorno de confianza llevan semanas, incluso meses, sondeando por un lado a un veterano del PSOE y ex alto cargo de la Administración central socialista en la etapa del Gobierno Zapatero, aunque con destino fuera de Madrid; y por otro lado aparece un perfil mucho más joven, del entorno universitario, con experiencia orgánica pero no institucional.
En todo caso, y quede como quede la cosa, las reglas de juego de la pugna a través de Primarias aún no son demasiado ciertas. Ni hay fecha para su celebración ni el PSOE a nivel autonómico ha deshojado la margarita de cómo será de abierto o no el proceso, porque Madrid ha dejado esa elección en manos de la Ejecutiva Autonómica. Está por decidirse, incluso, que en esa tensa votación a tres bandas que podría fraguarse puedan emitir su voto exclusivamente los militantes o abrirse a afiliados y simpatizantes.
Sea como sea, y si Zapatero al final consigue su propio delfín, será una lucha entre tres por pelear para enfrentarse al actual alcalde del PP, Emilio Gutiérrez, si es que éste es el candidato. Y como en la película de Los Inmortales, sólo puede quedar uno. Que no tiene por qué ser el próximo alcalde, claro.
