Herrera: “Las balanzas quieren desmentir el discurso de agravio con el que los independentistas justifican su proyecto soberanista”

Ical

El presidente de la Junta de Castilla y León, Juan Vicente Herrera, afirma, tras conocerse ayer las balanzas fiscales, que su publicación, más allá de “un grave error”, parece que persigue “desmentir el discurso del agravio (ese irracional y falso «España nos roba») con el que los independentistas pretenden justificar su proyecto soberanista”, lo contrario que cuando se publicaron por primera vez, que tenían el “objetivo político de demostrar la 'generosidad' de Cataluña con el resto de España, para justificar entonces los privilegios singulares de financiación que se querían incorporar en el proyecto de nuevo Estatuto”. “ Vemos cómo, en ambos casos, lo que debía ser un instrumento de mera información económica se ha transformado en un instrumento de acción política, lo que considero es un profundo error”, sentencia en un artículo de opinión que hoy recogen las páginas de España del periódico La Razón.

“La publicación oficial de las llamadas 'balanzas fiscales' es un grave error. Así lo he dicho donde tenía que hacerlo, y hoy lo quiero reiterar. Con ella, lo que debía ser tan sólo un ejercicio contable y académico -sujeto siempre a diferencias y debates técnicos sobre sus objetivos, metodologías y resultados- se convierte en un nuevo motivo de confrontación política y territorial”, sentencia Herrera.

Desde el punto de vista del presidente, el propio concepto de 'balanza fiscal territorial' encierra un gran equívoco: “Desde la perspectiva de los ingresos fiscales, los que pagan impuestos son las personas (físicas o jurídicas), nunca los territorios. Y puede afirmarse que, con carácter general (salvo las singularidades forales, y las derivadas del ejercicio de la capacidad tributaria por cada comunidad), todos los españoles con unas condiciones económicas equivalentes tributan de igual manera. Por lo que no puede decirse en absoluto que los ciudadanos de una comunidad contribuyen más que los de otra, puesto que todos están sujetos a una misma legislación fiscal”.

Por lo que respecta al impuesto de sociedades, que grava los beneficios totales de las empresas, el jefe del Ejecutivo autonómico, recuerda que éstas declaran sus beneficios conjuntos al final del ejercicio económico, sin detallar cómo contribuye a ellos cada territorio. Y además, precisa, lo hacen allí donde tienen su domicilio fiscal. “Por ello, es imposible imputar de un modo preciso este impuesto a las comunidades. Una dificultad de atribución territorial que, en mayor o menor medida, presentan la mayor parte de los ingresos y gastos del Estado”.

Desde la perspectiva del gasto público, reconoce que las inversiones del Estado se ejecutan en los territorios, si bien, entiende que hay que analizar si éstas benefician sólo a una autonomía o al conjunto del país. Como ejemplo pone las inversiones realizadas durante los últimos años por el Estado para acercar la alta velocidad a Castilla y León.

Informe incompleto

A juicio de Herrera, desde el propio concepto de la 'unidad nacional', del que se deriva entre otros el de 'unidad económica', el ejercicio de las balanzas fiscales es “incompleto y parcial”. Parcial, “sobre todo si se hace considerando los datos aislados de los ingresos y gastos del Estado en un solo año. O incluso en unos periodos cortos de tiempo que no tengan en cuenta todos los grandes esfuerzos y flujos que han sido necesarios para la construcción y el crecimiento histórico de la nación”. E incompleto, porque para él “es evidente que las Comunidades que, en un ejercicio fiscal determinado, pueden aparecer a simple vista como perjudicadas en relación con el resto de España, pueden por el contrario salir beneficiadas si además de la fiscal se analizan otras dimensiones sociales o económicas en las que se concreta la unidad nacional”, entre las que cita las relaciones comerciales, la de las contribuciones sociales, la de los flujos financieros, la de la producción energética y la del esfuerzo medioambiental.

La prioridad, una nueva financiación

Finalmente, para el presidente de la Junta la publicación oficial de las llamadas balanzas fiscales coincide con “la confirmación de que queda aparcada la reforma del actual sistema de financiación autonómica, anunciada en su día por el Gobierno, y necesaria y pedida por todas las comunidades”. “Como ya hemos reiterado, en Castilla y León no vamos a distraernos en un debate doctrinal y contable que por error se convierte en motivo de enfrentamiento político y territorial. Para nosotros el problema fundamental sigue siendo el de la insuficiencia del actual sistema de financiación”.

En este punto, recuerda que Castilla y León recibirá este año casi 450 millones de euros menos de los necesarios para cubrir los tres pilares del Estado del Bienestar: educación, sanidad y servicios sociales. “Una realidad que nos conduce a dos caminos, ambos indeseables, o a la reducción del gasto o a un mayor endeudamiento”.

Finalmente, recuerda que, “si esto fuera poco, se quiera o no, esa publicación ya está determinando unos efectos perversos en el debate político y de los medios”, la calificación de las comunidades en tres categorías: infrafinanciadas, superfinanciadas, y suficientemente financiadas. “Una conclusión totalmente irreal e injusta, que también enturbiará esa futura reforma del modelo de financiación”.

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