El PSOE denuncia el crecimiento de la desigualdad con 2.523 desempleadas más que en 2011
La brecha de la igualdad entre hombres y mujeres no para de crecer. Así lo señalaron hoy en León el secretario de Empleo y Desarrollo Económico del PSOE en Castilla y León, Santiago Blanco, y la secretaria de igualdad y coordinadora parlamentaria de la formación en la provincia leonesa. Buen reflejo de eso, dijeron, es el hecho de que desde febrero de 2011 hasta el pasado mes el número de desempleadas en la provincia haya crecido en 2.523 personas, mientras que el incremento en los varones alcanzó los 2.096.
Con motivo de la próxima celebración del Día Internacional de las Mujeres, ambos coincidieron en lamentar la ausencia de políticas encaminadas a lograr un equilibrio en una realidad social, subrayaron, que también queda patente en las diferencias salariales; ámbito en el que la brecha supera el 23 por ciento y llega hasta el 36 según los sectores analizados, tal y como refleja el estudio más reciente sobre la materia elaborado por el sindicato UGT y que recoge datos correspondientes al año 2012.
Los socialistas lamentan que tres de cada cuatro pensiones no contributivas que se cobran en la provincia leonesa correspondan a mujeres, como también lo son más de la mitad de las percibidas por invalidez. También inciden en que el 90 por ciento de los hogares atendidos por féminas que reclaman ayuda a Cruz Roja se encuentre en el umbral de la pobreza. Para poner solución a este problema proponen en primer lugar in diagnóstico real de la situación, además de herramientas que faciliten la conciliación laboral y familiar y la atención a la infancia.
El PSOE plantea también la necesidad de poner en marcha una Ley de Igualdad Salarial y medidas para luchar contra la temporalidad y la jornada parcial, que son otras dos circunstancias vinculadas al empleo femenino. La reforma laboral, aseguran, también ha tenido una influencia muy negativa en la igualdad entre hombres y mujeres y se corre el riesgo de que se esté favoreciendo la gestación de futuras generaciones empobrecidas, especialmente para el sexo femenino, que tiene mayor dificultad para acceder a un puesto de trabajo, para cotizar los años suficientes para conseguir una pensión digna y para mantener un estatus de vida similar al de los hombres.
