0,25%

Foto de archivo de una protesta por una pensiones dignas celebrada en León. / Carlos S. Campillo / ICAL

Por Eloína Terrón

El sistema de pensiones es un sistema basado en la solidaridad colectiva y el apoyo mutuo intergeneracional. Es un derecho social. Frente a este modelo que ha traido bienestar y seguridad a varias generaciones cuando han sido mayores o en la enfermedad, ahora las políticas neoliberales nos empujan a que cada uno piense solamente en sí mismo para asegurarse su vejez, cada persona ahorra y se paga su pension....si puede. Pero los planes de pensiones son el gran negocio de esta epoca.

Decía Saramago que “la alternativa al neoliberalismo se llama conciencia. La conciencia no es un sistema económico; la conciencia no es la organización del mercado. La conciencia es lo que hay que tener contra todos lo que creen que lo único que no hay que tener es conciencia”.

Afirmaba que “lo que se está preparando es un mundo para los ricos. Habrá pobres, sí, habrá pobres, confesaba, pero el mundo será para el disfrute de los ricos quienes consideran que son desechables un 20 o 25% de los millones de seres humanos del planeta, es decir unos 1.500 millones de personas. Frente a este futuro, cada vez más cercano, solo podemos oponer, dado que no tenemos el poder, dado que no estamos en los gobiernos, solo la conciencia. Nada más que la conciencia”.

Por eso Saramago consideraba que la conciencia es en lo que tenemos que formarnos todos los días. En la reflexión, en el debate, en el examen profundo de las cosas. La conciencia sobre los hechos. La conciencia de mi propio derecho como ser humano. La conciencia de que lo que está en el mundo nos pertenece, no en el sentido de propiedad, sino como responsabilidad, como derecho a intervenir, a cambiar, para mejorar ese mundo desde la justicia, eso se llama conciencia. La conciencia para oponerse al neoliberalismo, porque lo contrario a la conciencia se llama neoliberalismo, ese sistema que dicta que todo es para el mercado y para el consumo individualista.

La doctrina neoliberal exige bajar impuestos (sobre todo de las grandes fortunas), reducir los controles del estado sobre el capital para mantener y aumentar las tasas de ganancia y reducir los costes (es decir precarizar el trabajo y las condiciones laborales), privatizar los servicios públicos y convertirlos en fuentes de negocio privado. Reducir o aminorar la fuerza de las organizaciones obreras, puesto que la clase trabajadora unida y organizada, que defiende sus derechos, causa “distorsiones en el mercado”. Frente a la negociación colectiva, exige que sea de forma individual y aislada. Tiene una fe inquebrantable en que la desigualdad social es positiva pues ganan los que valen. Todo ello para alentar el individualismo insolidario y el consumismo como forma de alcanzar la “felicidad”.

Esta doctrina neoliberal está siendo aplicada por el gobierno del PP a las pensiones públicas. Nos asegura una y otra vez que las pensiones públicas son insostebibles y nos alienta a ahorrar para impulsar planes de pensiones privadas a través de bancos privados y fondos financieros volátiles. Simultáneamente las está desmontando (con la reduccion de la hucha de las pensiones) y rebajando de tal forma, que la mayor parte de la población tiene la sensación de que se están acabando. La última subida del 0,25%, es decir, entre 1,64 y 2,4 €, supone poco más del coste de una café al mes o 1 kilo de pan, o 2l de leche, ésta es la subida que han aprobado. La subida de los precios de los productos de consumo ha sido mucho más elevada, lo que significa que nuestros mayores pierden cada vez más poder adquisitivo y que en una paarte de ellos se extiende la pobreza.

Ahora, aunque según ellos ya hemos salido de la crisis, dicen que hasta dentro de 30 años, no se podrán volver a vincular pensiones y subida de precios de consumo.

Desde 2012 y con la excusa de la “crisis”, el PP decidió que la subida de las pensiones no iba a estar en relación con la subida de los precios de los productos y en el 2013 estableció un Índice de Sostenibilidad de las pensiones para reducir acumulativamente su revalorización durante los próximos 40 años. ¿Es por la crisis?. No, es el neoliberalismo. Ahora, aunque según ellos ya hemos salido de la crisis, dicen que hasta dentro de 30 años, no se podrán volver a vincular pensiones y subida de precios de consumo. Esto, en toda la UE, sólo ocurre en este pais.

El 60% de las personas pensionistas perciben una cantidad por debajo de los 1.000 euros al mes, y de ellos un 15% cobran un máximo de 500 euros. Está claro que el PP es un alumno sumiso del FMI que está cumpliendo al dedillo sus “recomendaciones”.

Eloína Terrón, coordinadora provincial de IU en la provincia de León.

Ya hace años que el FMI anda pretendiendo eliminar los sistemas públicos de pensiones o que estos queden reducidos a lo mínimo asistencial. Como organismo internacional del “mercado” (es decir, de los poderes financieros), pretende que la ciudadanía se haga sistemas privados de pensiones. Su objetivo es captar las cotizaciones de los trabajadores y trabajadoras de todo el mundo, que están nutriendo los grandes fondos financieros que mueven los mercados bursátiles, ya que suponen una gran cuantía para sus manejos especulativos. La banca y el sistema financiero siempre ganan.

En 2012 el FMI, con Cristina Lagarde a la cabeza, reclamaba, entre otras medidas, que se recorten las prestaciones y se retrase la edad de jubilación ante “el riesgo de que la gente viva más de lo esperado”. Esto lo defendía esta persona que cobraba, en ese momento, 324.000 euros netos anuales, unas 400 veces más que una persona pensionista de España, cuantía que además tiene exenta del pago de impuestos. Y proponía soluciones de mercado para mitigar ese “riesgo” mediante fondos de pensiones privados.

En julio de 2017, el FMI volvía a recetar para España que se debía trabajar más años y no subir pensiones más del 0,25% anual. Pero no se recetaba eliminar los paraísos fiscales, poner tasas a las transacciones bancarias, o mayores impuestos a la riqueza... No. Esas medidas no. Parece que para el FMI y su alumnado aventajado, el PP con sus políticas neoliberales, todas las medidas caen del mismo lado.

Es falso radicalmente que no haya dinero para las pensiones. El problema es que no se quiere afrontar políticas por el lado de los ingresos.

Y así estamos, con una ridícula e irrisoria subida salarial del 0,25% para las pensiones. La verdad es que podían haberse ahorrado la carta de la señora ministra en la que explican que esa es la subida que corresponde, y que posiblemente ha costado bastante más que lo que les han subido a muchos pensionistas.

Es falso radicalmente que no haya dinero para las pensiones. El problema es que no se quiere afrontar políticas por el lado de los ingresos.

Lo que tenemos que tener conciencia, como diría Saramago, es que, como planteaba en 2010 un informe de Analistas Financieros Internacionales, el sector de las pensiones privadas no crecerá y se expandirá, mientras el sistema público siga siendo tan bueno. Y es en esto en lo que están ahora. Solo si empeora el sistema público y se expande el miedo a que quiebre, esto empujará a la expansión del sistema privado. Que mal fario da que determinados políticos, elegidos como reprensentates y gestores de lo público, estén recomendado que mejor te vayas a la gestión privada.

El sistema de pensiones es un sistema que nuestros antepasados crearon para proteger a las personas en la vejez, en la enfermedad, ..., es decir, en situaciones de necesidad. No es un lujo, es una necesidad, un derecho social y algo que debemos a nuestros mayores por todo el esfuerzo y el trabajo con el que han contribuido durante su etapa laboral para mantener la sociedad y la economía y que se debe mantener en el futuro

Solo hay dos opciones: defender el sistema públcio de pensiones y mejorarlo o nos lo convierten en un negocio para las entidades financieras. El gobierno de este país ha apostado por esta segunda opción. Quizás acaben algunos de sus promotores en los Consejos de Administración de algún gran fondo financiero, como tantas veces hemos visto en los procesos de privatización de los recursos públicos. Es triste e indignante escuchar al Sr Presidente del gobierno recomendar que las personas ahorren en un plan de pensiones. Solo le falta decir en cual para que fuera una total campaña de publicidad.

Tenemos un mundo mejor por construir y éste solo se puede construir en base a la solidaridad y la solidaridad intergeneracional. Quieren que nos olvidemos que la solidaridad hizo posible el Estado del Bienestar, y así surgieron los servicios públicos de todos y todas y para todos y todas: la sanidad pública, la educación pública... y el sistema público de pensiones. No podemos dejar que nos lo arrebaten.

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