Las casas regionales de Castilla y León en Argentina estrechan lazos culturales con Ponferrada
El presidente de la Federación de casas regionales de Castilla y León en Argentina, Pedro Bello, mantuvo este lunes un encuentro en el Ayuntamiento de Ponferrada con la alcaldesa, Gloria Fernández Merayo, y la concejala de Cultura, María Antonia Gancedo, en el que se trataron temas relacionados con el ámbito cultural, según informaron fuentes municipales. Bello, originario del municipio berciano de Trabadelo, recibió el sábado en Valladolid la medalla de oro a la emigración que se concedió en el acto del XXIV aniversario del Estatuto de Autonomía de Castilla y León, en donde también se reconoció a los presidentes de las casas regionales de Castilla y León en México y Cuba.
Al respecto, Bello agradeció a la alcaldesa la recepción en el Ayuntamiento. “Hemos estado charlando muy amablemente y proyectando cosas. Estamos muy agradecidos y seguiremos trabajando con la cultura del Río de la Plata que casi es el fin del mundo y con el Bierzo, León, Castilla y León y España”, aseguró.
Por su parte, Gancedo destacó que la medalla concedida a Bello por las Cortes “nos vuelve a acercar a esas personas que nos dejaron, como es el caso de Pedro, y volvemos a encontrarlos”. “Hoy hemos puesto en común todas las cosas que nos siguen uniendo a pesar de la distancia y esperamos que este encuentro tenga mucho futuro en nuestros proyectos”, remarcó la concejala.
Bello embarcó desde el Bierzo con destino a Argentina el 1 de julio de 1957. Desde que llegó allí tardó nueve años en regresar a España, en donde seguían viviendo su padre y varios hermanos. “Tengo medio corazón puesto en Argentina y el otro medio en el Bierzo”, reconoció el presidente de la Federación.
“Hay que ser agradecidos porque el país que nos acogió nos dio trabajo, formamos una familia y nos dio oportunidades para formar a nuestros hijos”, señaló Bello, quien hoy tiene a un hijo y una hija residiendo en Argentina y a otras dos hijas en España. “La Casa de Castilla y León es donde nos juntamos la gente del Bierzo y de toda la provincia de León, donde compartimos las noticias alegres y las tristes, porque una carta tardaba 60 días o más en ir y volver”, recordó.
