Graciano Ramos: “No vamos a ser llave, como otros han hecho vergonzantemente, sólo a determinar políticas”

Este biólogo de 55 años, con 30 de experiencia laboral en la empresa pública Adif, como operador de telemando, afrontó en el tramo final de las candidaturas al Ayuntamiento de León el reto de encabezar la lista de UPyD tras el abandono por otras siglas de la persona que había sido designada.

Con siete años de pertenencia a Unión Progreso y Democracia, explica con orgullo que la política siempre le ha gustado, con raíces en las asociaciones de vecinos, en concreto en la Juan Nuevo de Armunia, “un buen origen, en el que se conoce muy bien a las personas, sus intereses y las ansias por mejorar el propio barrio”.

¿Cuál sería su primera medida concreta y más urgente como alcalde?

En UPyD tenemos la idea clara de que las instituciones se han corrompido por falta de transparencia, un concepto básico en Democracia. No sólo una apariencia de información sino una real información a los ciudadanos de todo lo que sucede, en este caso en un Ayuntamiento, cualquier contrato o decisión que implique cambios en la ciudad. Es la única manera de luchar contra la corrupción. Mi primera medida sería abrir todo el Ayuntamiento a todos los ciudadanos. Es la forma de que todos se impliquen en un Ayuntamiento.

¿Va a reducir el sueldo de concejales y el número y salario del personal de confianza? ¿Lo va a subir?

Hemos sido los primeros en hacerlo ver: que cualquier cargo público tenga un límite de sueldo. Todos deben estar baremados como los de los funcionarios, limitados por Ley y atendiendo al número de habitantes. Esto lo defendió UPyD hace tiempo y se ha recogido en parte en la Ley de Bases de Régimen Local. Por eso, UPyD no va a reducir a nadie el sueldo sino aceptar ese límite legal, que nadie pueda asignarse sueldos y comisiones a su libre albedrío. Respecto a los cargos de confianza, es posible que alguno sea necesario, no hay que ser demasiado radical, pero ser su sueldo y labor tan transparente como cualquier otro. Recientemente se ha escrito un libro sobre 'El mal Gobierno en España', de UPyD en el que proponemos que no existan asesores de ningún tipo en ayuntamientos de menos de 250.000 habitantes, porque los funcionarios están suficientemente preparados como para echar mano de ellos. En anteriores mandatos se ha relegado a funcionarios muy valiosos, apartados exclusivamente por su afinidad política. Pero ellos tienen buena preparación y en ello nos vamos a basar.

¿Cómo promueve UPyD que se puede 'atacar' el desempleo desde el Ayuntamiento de León?

El desempleo es algo dramático y poco o nada se ha hecho en 35 años de Democracia en este sentido. Es tan grave que el Ayuntamiento tiene y puede hacer muchas cosas para paliarlo, mejorando las condiciones de acceso al empleo, mediante formación, asesoramiento, agilizar trámites de autónomos y pequeñas empresas y también reducir las tasas donde se cree empleo realmente y se pueda. Todos deseamos acabar con el desempleo y desde un municipio se puede hacer poco, pero sí en España, desde políticas de empleo estatales. Nosotros sólo vemos una forma en España: cambiar el modelo productivo. Se requiere inversión, formación y expansión de la investigación, desarrollo e innovación. Y el contrato único indefinido igualaría jurídicamente a todos los españoles, especialmente al 55% de jóvenes desempleados.

¿Qué ganaría León en 2019 con UPyD en la Alcaldía?

Cuando gobernamos sabemos demostrar que somos luchadores contra la corrupción, no permitiremos el menor atisbo de corrupción en las instituciones, en colaboración con los ciudadanos, que son los mayores garantes. No lo haremos solos sino basándonos en la capacidad que tienen secretarios e interventores, los funcionarios que tienen la capacidad de controlar las instituciones. Seremos capaces de hacer un Ayuntamiento libre de corrupción y más transparente de esta manera.

¿Con quién sí y con quién no pactaría su partido para la gobernabilidad del Ayuntamiento de León?

Nosotros solo pactamos sobre medidas concretas, sobre papel y firmado. Tenemos un caso reciente en Asturias en el que se nos traiconó claramente por parte del PSOE en un acuerdo para su investidura, un acuerdo para modificar la Ley Electoral exclusivamente en el Principado, y después de darles nuestro voto con esta cláusula sencilla rompió el acuerdo.

Pero los programas electorales ya son públicos. ¿No ven a priori mayor o menor afinidad con ciertos partidos?

No tenemos afinidad hacia ninguna sigla ni repudiamos a ningún partido democrático. Vamos a pactar situaciones y puntos de programas concretos. No vamos a favorecer la proclamación de un alcalde o no entrar en equipos de gobierno de ninguna manera... salvo que tuviéramos una mayoría suficiente como para ser partícipes del Gobierno de la ciudad. No vamos a ser llave, sólo a determinar políticas. No vamos a favorecer cambios de Gobierno como hemos visto que se ha hecho vergonzantemente en la ciudad de León por parte de un mismo partido que alternativamente ha favorecido en pos de sus intereses personales a uno u otro gobierno.

Tras la 'huída' de destacados miembros de UPyD a otra candidatura, la de Ciudadanos, ¿puede ser un handicap para el diálogo poselectoral?

En absoluto porque ese diálogo no lo basaremos en las personas sino en los programas. Pensamos que cualquier persona en una institución democrática es capaz de dialogar y con cualquiera podemos llegar a acuerdos si son programáticos.

¿Ha dispuesto usted de tiempo suficiente para tomar las riendas de una candidatura con tan poco plazo de tiempo, tras ese giro protagonizado por algunos de quienes formaban parte de la lista de UPyD?

Hemos tenido la fortuna de contar con un equipo, hasta hace un mes, con el que hemos trabajado el programa electoral y nuestras propuestas de política municipal. Lo único en que nos han afectado estos actos de transfuguismo es en la carga de trabajo: todos los que nos hemos quedado lo hacemos con el mismo programa elaborado, los mismos proyectos e ideas. Y mucho apoyo de los afiliados, que nos han animado a continuar. En ningún modo el proyecto de UPyD se ha visto menoscabado por estos actos de transfuguismo que hemos sufrido.

Transfuguismo es una palabra muy dura. ¿De verdad se puede pactar algo, aunque sean ideas de programa, con quien se considera un tránsfuga?

Sí, claro, naturalmente. El hecho de que alguien abandone un proyecto político para acogerse a otro que le asegura de una manera a mi entender caciquil un puesto de salida para las instituciones no disminuye nuestra capacidad de diálogo. Son actitudes personales. Nosotros hablaremos con un representante de un partido democrático y unos puntos de programa que en parte pueden ser coincidentes.

Pero quien ha ejercido el transfuguismo y de forma caciquil, según usted lo define, parece poco de fiar, ¿no?

Eso lo sabrán sus nuevos compañeros. Han perdido mi confianza. Tendrán que ganársela allá donde están.