Diputación, el poder que el ciudadano no vota

Diputación de León

Antonio Vega

Este domingo 24 de mayo, jornada electoral municipal y autonómica, se produce también la renovación de la composición de las Diputaciones provinciales, incluida la de León. Pero no hace falta que busques la papeleta, ya que no la vas a encontrar. Se trata de un poder político que el ciudadano no vota. Al menos directamente.

La representación de los partidos en las Diputaciones viene dada, en segundo término, por el número de concejales que obtienen los partidos y coaliciones en cada uno de los partidos judiciales en que se divide la circunscripción electoral. En el caso de la provincia de León el número de diputados por partido judicial (25 en total) es el siguiente: 13 por el partido judicial de León, 2 por el partido judicial de Astorga, 1 por el partido judicial de La Bañeza, 1 por el partido judicial de Cistierna, 1 por el partido judicial de Sahagún y 7 por el partido judicial del Bierzo (que incluye Laciana).

En teoría, al menos sobre el papel, las diputaciones tienen la labor de ayudar a los municipio de menos de 20.000 habitantes, pero en las elecciones cuentan los votos de los municipios de más de 20.000 también. Esto provoca que el resultado de León ciudad y de San Andrés del Rabanedo se fundamental a la hora de adjudicar los diputados del partido judicial de León pese a que, de nuevo en teoría, no tiene competencias la Diputación sobre estos dos municipios. Puedes conocer más sobre cómo funciona el sistema electoral de la Diputación en este 'Breve manual de supervivencia al sistema electoral provincial'.

La supervivencia de las Diputaciones y su modelo serán a buen seguro materia de la próxima legislatura. Tras el refuerzo competencial aplicada por el PP —que gobierna la mayor parte de las existentes en España— en la Reforma Local al hacerlas responsables de la gestión de los servicios que los municipios de menor tamaño no puedan hacer a un coste fijado, se une el rechazo de su existencia de PSOE, IU, Ciudadanos o UPyD. A falta de definición de Podemos de su modelo territorial sólo el PP se erige en estos momentos en defensor de estas instituciones políticas que acumulan dos siglos de existencia.

En la provincia de León otro caso de poder político que no se vota sucede en el Consejo Comarcal del Bierzo, también basado en la elección de consejeros, en este caso vía Ayuntamientos. Una representatividad indirecta nuevamente que estuvo en discusión al cambiarse la Ley que lo regula pero que tanto PP como PSOE prefirieron dejar como estaba.

Parte de la polémica de la existencia de las Diputaciones viene dada por ser frecuentes sus escándalos y acusaciones de caciquismo. Buen ejemplo de ello ha sido la convulsa existencia de la Diputación de León a lo largo de esta legislatura, con el fallecimiento a tiros de su ex presidenta, Isabel Carrasco, a manos de la madre de una extrabajadora de la institución. La detención posterior de su sucesor Marcos Martínez no hizo sino confirmar la actual como la peor legislatura de su historia, llena de titulares sobre chanchullos y corruptelas, por otra parte.

Juan Martínez Majo, único candidato oficial a la Diputación

Carlos S. Campillo/Ical. Juan Martínez Majo en un mitin del PP, único candidato conocido a la presidencia de la Diputación.

Sólo el Partido Popular ha designado oficialmente un candidato a la presidencia de la Diputación de León, el alcalde y también candidato a la Alcaldía de Valencia de Don Juan, Juan Martínez Majo. ¿Va a ser esta legislatura la de defender la supervivencia de las Diputaciones como institución? “Pues sí pero la Diputación es mucho más cercana al ayuntamiento, al alcalde y al ciudadano que otra estructura como la territorial de la Junta”, responde a ileon.com

Asegura el candidato popular, eso sí, que hacen falta cambios como el modelo de elección o el sistema, que permite que cuenten los votos de los municipios de más de 20.000 habitantes pese a no afectarles, pero lo más importante cree que es “definir competencias claramente y con financiación”. El ejemplo, saber quién tiene que poner los bomberos en la provincia, un asunto añejo sin solución todavía.

Martínez Majo aspira a, si gobierna finalmente la Diputación, a dejar atrás una etapa que no duda en reconocer como “convulsa” por las situaciones políticas y personales que se han vivido, a una institución “más transparente, abierta y participativa”. Un compromiso, los grupos políticos participarán en las meses de contratación. Y un reto, mejorar la eficacia de esta administración.

Los componentes de la Diputación se conocen una vez adjudicados todos los concejales de la provincia. Su toma de posesión puede llegar a retrasarse hasta finales de julio, una vez agotados todos los plazos de recursos de las votaciones del 24 de mayo. Lo hace una vez constituidos todos los Ayuntamientos, no antes.

Atentos a la legislatura, el futuro de las actuales diputaciones dara juego político.

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