El esquí incide en el declive del urogallo

Así lo ha destacado Felipe González, especialista de Seo/BirdLife en esta aves galliformes de parecido físico con el pavo. Según González, es clara la incidencia del esquí, sobre el hábitat de este animal, especialmente el esquí de travesía, cuando los que lo practican se adentran en sus zonas de invernada. Se trata además de un animal propenso a colisionar con los cables de los remontes.

Otra especie que también se ve afectada por este deporte de invierno es la perdiz nival, también en peligro de extinción, ya que las estaciones suponen la destrucción del hábitat que las rodea, porque se generan residuos y porque atraen a otros competidores como los zorros. Según la misma fuente, en España se mantiene un exiguo plantel de unos 1.400 ejemplares, de los que 400 son cantábricos; el resto vive en los Pirineos, especialmente en los catalanes.

Los urogallos cantábricos se han reducido en casi un 60% en los últimos 30 años, debido principalmente a la desaparición, fragmentación y deterioro de la calidad de su hábitat natural: bosques caducifolios y arandaneras, de los que son muy dependientes. De acuerdo con González, también contribuyen a su declive otras infraestructuras como las carreteras, por lo que representan de destrucción de su hábitat.

Se trata, ha concluido, de una mortalidad no natural, especialmente cuando fallecen por colisionar con los cables de los remontes o los tendidos eléctricos. La ONG tiene una campaña:'El sonido del Bosque' dirigida a su protección mediante el fomento de un mayor respeto y conocimiento de esta especie entre el público en general. La iniciativa persigue asimismo aumentar la cantidad de hábitat favorable y buscar acuerdos a nivel local con ganaderos, cazadores y gestores forestales para lograr una mejor gestión de los lugares en los que habitan los urogallos.