El Lambrión Chupacandiles sale a las calles de Ponferrada para anunciar la llegada de la Semana Santa

Inauguración de la estatua al Nazareno Lambrión Chupacandiles en Ponferrada.

Laura Sánchez / Agencia ICAL

Los vecinos de Ponferrada volvieron a escuchar esta tarde el característico sonido que anuncia la próxima llegada de la Semana Santa, el de la campana del Nazareno Lambrión Chupacandiles, figura emblemática de la Semana de Pasión de la capital berciana, que cada año recorre las calles de la ciudad para que todos sepan que ha llegado el momento de prepararse para esta cita religiosa. 

Se trata de un penitente, de la Real Hermandad de Jesús Nazareno, que justo el día antes del pregón de la Semana Santa pasea por la ciudad ataviado con su túnica y pucho negros, su cuerda al cinto y su campana. Una figura única que, junto a otros elementos, propició la declaración de esta fiesta como de Interés Turístico Nacional. 

Vicente Parra es el encargado de convertirse en el Nazareno Lambrión Chupacandiles, y lleva ya 34 años cumpliendo esta misión. Una tradición familiar, ya que su padre y su abuelo fueron los anteriores. “Recuerdo a mi abuelo y a mi padre haciendo de Lambrión. Cuando mi padre falleció, la Hermandad me propuso continuar con la tradición y no lo dude”, explica. 

Parra inició su recorrido, como cada año, a las 16.30 horas desde la Basílica de la Encina para caminar, a lo largo de tres horas, por toda la capital berciana. En esta ocasión con un pequeño cambio, ya que el Nazareno hizo parada delante de la Iglesia de San Andrés, donde se inauguró una estatua en su honor. “Una deuda de la ciudad con esta figura”, dijo el alcalde, Marco Morala. 

La estatua inaugurada

Se trata de una pieza de bronce, de 2,7 metros, obra del escultor de Fabero (León), Tomás Bañuelos. Una estatua que refleja “nobleza en el gesto y el respeto que requiere el personaje”, según explicó el propio artista. “Cuando me encargaron la pieza conocí al Lambrión, me habló de él y de su padre. Yo no soy muy creyente pero parte de mi familia sí y tengo un gran respeto a esta figura”. “Quiere llamar la atención pero va recogido en su cometido. No quiere ser grandilocuente. Es sobrio pero se ve que dentro hay un hombre”, finalizó.

Los orígenes del Nazareno Lambrión Chupacandiles se pierden en el tiempo. En los documentos de la Hermandad no está reflejada una fecha exacta sobre el inicio de esta tradición, aunque sí queda clara su función: llamar a los cofrades para que se preparen para participar en la Semana Santa y anunciar a los fieles la llegada de la celebración.

Antiguamente, los vecinos y los bares le invitaban a disfrutar de unos vinos a lo largo de su caminata, algo que ahora se ha perdido. A lo largo del recorrido también son muchos los que se interesan por su figura, desconocida especialmente entre turistas y peregrinos, a quienes les llama la atención su vestimenta y su campana.

Afortunadamente, el Nazareno Lambrión Chupacandiles es cada vez más conocido, especialmente gracias a la declaración de la Semana Santa de Ponferrada como Fiesta de Interés Turístico Nacional. “Hoy en día es una figura muy conocida y respetada por toda la ciudad y la mayoría de sus visitantes”, concluye Parra. 

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