“Nunca se dijo que el Hospital Clínico Veterinario debía ser rentable”

Instalaciones del Hospital Clínico Veterinario de León

Antonio Vega

La desaparición de la Fundación Hospital Clínico Veterinario de Castilla y León, nombre oficial de la entidad que gestionaba el hospital vinculado a la Facultad de Veterinaria de la Universidad de León, ha dejado profundas heridas en el seno de la titulación decana de la universidad leonesa. De momento las instalaciones en las que se invirtieron varios millones de euros permanecen cerradas, pese a la petición del decano de Veterinaria de su reapertura, a la espera de que se concrete el traspaso de los bienes a la Universidad tras la liquidación formal de la fundación y se retome la actividad en unas lujosas instalaciones de 6.000 metros cuadrados dotadas de la última tecnología.

En su corta vida el Hospital ha vivido con intensidad las batallas intestinas que desde hace años se libran en el seno de la que muchos consideraban el buque insignia de la Universidad de León, la Facultad de Veterinaria. A un parón de las obras por la quiebra de la empresa constructora se sumó la negativa inicial de parte del profesorado a participar del Hospital -no se hizo de forma regular hasta el 2011 cuando ya llevaba funcionando desde el 2009-; o las acusaciones de intereses particulares de los bandos rectorales en el fuego cruzado universitario hasta llegar a la disolución adoptada en mayo del 2012 porque la Junta alegaba razones de ahorro económico.

Habla Norberto González, exdirector-gerente de la Fundación Hospital Clínico Veterinario

El exdirector del Hospital rechaza que se hubieran fijado criterios de rentabilidad en su gestión

El hasta hace poco máximo responsable de la fundación, Norberto González, no tiene dudas en desmentir el argumento principal de la Junta de Castilla y León y la Universidad de León sobre el cierre de la fundación: “no existen razones económicas para su cierre”. González alude a que el pretendido ahorro es de una cantidad muy pequeña, unos 300.000 euros para la Junta mientras que para la ULE la aportación es en prestación de servicios, y considera que se falta a la verdad a aludir a una falta de rentabilidad económica de las instalaciones.

“Nunca jamás se dijo que el Hospital (Clínico Veterinario) debía ser rentable; nunca se dijo y no figura en ninguna parte” explica Norberto González. Reconoce no obstante que la pretensión desde su fundación -formada por las consejerías de Agricultura, Educación de la Junta y la Universidad de León, era que lograra maximizar los ingresos para buscar la mayor aportación privada a la gestión, “algo en lo que se estaba bien encaminados”. El responsable apunta a que la finalidad del Hospital era el apoyo a la docencia desde el punto de vista clínico y por ello la rentabilidad económica nunca fue un objetivo del centro de sanidad animal al incluirse ese gasto como parte del gasto educativo, y por ello la aportación fundamental venía de esa consejería de la Junta de Castilla y León.

Norberto González, exdirector del Hospital Clínico Veterinario de Castilla y León.

El exdirector defiende su gestión y apunta a que en el caso de que se hubiera debido buscar la rentabilidad el período de funcionamiento -desde marzo de 2009- es claramente insuficiente para llevar a cabo la amortización de la inversión y ver la viabilidad de un plan de negocio. Norberto González evita entrar en polémicas sobre las causas reales del cierre pero remarca que las económicas expuestas por Junta de Castilla y León y Universidad de León no son creíbles.

Reconoce el ahora exdirector que la creación del Hospital como fundación fue polémica pero defiende que se siguió el modelo ya implantado en todas las facultades del ramo en España, a excepción de la Complutense de Madrid y la de Barcelona que luego sí lo hizo fundación. Considera que el modelo de gestión era adecuado y que posibilitaba una apertura 24 horas de la clínica que hasta su creación no era posible.

Sobre una posible competencia desleal del centro a clínicas privadas Norberto González apunta a que la totalidad de los casos de equinos vistos eran derivados de clínicas que por capacidad o complejidad no podían asumirlos, y que más del 80% de los casos de pequeños animales también eran según esa práctica, por lo que rechaza de plano ese aspecto. De hecho apunta a que gracias a los casos que derivaban las clínicas privadas se podían ver casos de interés para el alumnado que de otra manera no hubieran sido posibles.

Viabilidad de la titulación de Veterinaria sin el Hospital Clínico.

Cuando el propio consejero de Educación, Juanjo Mateos, anunció junto al Rector de la Universidad de León, José Ángel Hermida, el cierre de la fundación se comprometieron a que el hospital seguiría abierto, algo que de momento no se ha cumplido. Los propios alumnos de la facultad protagonizaron varias protestas reivindicando el hospital al entender que la convalidación europea del título de Veterinaria estaba en juego sin las prácticas clínicas que proporcionaba el centro.

Se ha suspendido la visita europea para evaluar la titulación de Veterinaria

Un número adecuado de prácticas clínicas es uno de los aspectos que valora la Unión Europea en la homologación de las titulaciones veterinarias y en el informe de la última evaluación se incidía en la necesidad de incrementar el número de casos clínicos que tenían que ver los alumnos de la de León. Con ese fin nació el Hospital, para aumentar el número de casos y poder cumplir con los estándares europeos, un aspecto que ahora se pone en duda que se cumpla desde la propia Facultad de Veterinaria sin el funcionamiento del hospital.

La visita del Comité Evaluador Europeo, prevista en las próximas semanas, para informar sobre Veterinaria ha sido cancelada y se ha pedido una prórroga para realizarla al considerar imposible pasar la evaluación sin el hospital abierto.

El cierre final de la Fundación Hospital Clínico ha conllevado desde el punto de vista laboral el despido del director gerente, de dos administrativos, dos veterinarios, un mozo ayudante y el fin de la beca de seis veterinarios internos.

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