“Sé que algún día me tendré que ir de España”, asegura la joven con mejor expediente académico de León

La joven Olga Pacios en un momento de la entrevista (Imagen: Ángela Bernardo)

Ángela Bernardo

Con ese brillo en la mirada tan característico de los dieciocho años, Olga Pacios nos recibe en una céntrica cafetería de Ponferrada. Acaba de terminar sus estudios en el I.E.S. Gil y Carrasco con una trayectoria extraordinaria. Su 9,82 de media en Bachillerato es fruto del esfuerzo y la tenacidad constantes. Tras lograr un 13,25 sobre 14 en la Prueba de Acceso a la Universidad -antigua Selectividad-, la joven berciana se prepara para comenzar una nueva etapa en la Universidad de Salamanca.

Ganas no le faltan. Su pasión por la ciencia -sabe desde los 16 años que quería dedicarse a la investigación- la ha llevado a elegir Biotecnología como carrera. Antes de trasladarse a la capital charra, ileon.com entrevista a esta brillante estudiante, que ha recibido el Premio Extraordinario de Bachillerato de la Junta de Castilla y León, tras obtener el mejor expediente académico en la provincia leonesa y la segunda mejor nota de la comunidad autónoma.

El secreto: ser perseverante y trabajar día a día

Olga Pacios termina su etapa en el instituto “con muy buenos recuerdos y un gran sabor de boca”. Agradece el trabajo de los profesores que le han dado clase durante estos años, y su “especial paciencia en 2º de Bachillerato, cuando se vuelven como tus padres”, comenta entre risas. El centro académico, uno de los más grandes de la provincia, está situado en la Plaza del Ayuntamiento de Ponferrada. Durante el pasado curso 2013/2014, logró una media de aprobados en la PAU del 97,2%, superando la media leonesa, situada en el 93,8%.

Hay que luchar desde septiembre, tratar de estudiar todos los días para evitar que te pille el toro

Además, el Gil y Carrasco se jacta de haber tenido a algunos de los mejores estudiantes de la provincia. Dieciséis alumnos superaron el 12 en la temida PAU, y nueve de ellos obtuvieron más de trece puntos en los exámenes de acceso a la Universidad. Entre estas mentes brillantes se encuentra, sin duda, Olga Pacios, que ya demostró ser una 'número uno' al recibir el Premio de Excelencia al Rendimiento Escolar en Castilla y León, después de terminar la Educación Secundaria con una media de diez.

El secreto, cuenta, “es la perseverancia y el hábito de estudio”. Aconseja al alumnado que regresa esta semana a las clases que “traten de estudiar todos los días”. Aunque es duro, es mejor mantener las buenas costumbres para 'evitar que te pille el toro'. En 2º de Bachiller, explica la joven berciana, la presión y el agobio son constantes, “por lo que es mejor llevarlo poco a poco y al día”. Por este motivo, Pacios anima a los estudiantes “a luchar desde septiembre”.

Las asignaturas que más le han marcado durante su etapa en el instituto son “biología, francés y matemáticas”. Para ella, afrontar la prueba de acceso a la Universidad fue un reto, ya que el Grado en Biotecnología de la Universidad de Salamanca exigía una nota de acceso de 12,816 sobre 14. Olga Pacios recomienda a los estudiantes que se enfrenten a estos exámenes el año que viene “que vayan tranquilos y que no hagan locuras como no dormir para prepararse la PAU”. Dice que es “un mito” que la antigua Selectividad sea fácil, pero que el alumnado va muy preparado después de un curso difícil.

“Hay tiempo para todo: estudiar y salir con tus amigos”

Olga Pacios desmiente que la imagen del “típico empollón” sea una realidad. “Se pueden sacar buenas notas y seguir saliendo a divertirte con tus amigos”, explica con una sonrisa. “Es fundamental tener aficiones y hacer otras actividades además de los estudios”, cuenta a ileon.com. Aunque en 2º de Bachiller “no tienes mucho tiempo”, a esta joven berciana siempre le ha gustado salir a correr, nadar o ir a baile y al cine. “Si no vives tus dieciocho años en el momento que tienes esa edad, ¿cuándo lo vas a hacer?”, se pregunta.

“No puedes desperdiciar unos años tan buenos por meterte en casa a estudiar, hay tiempo también para disfrutar”, explica la joven alumna. Su paso por el I.E.S. Gil y Carrasco no sólo ha concluido con un brillante expediente académico, sino que también ha aprovechado estos años para aprender 'de forma diferente'.

Por esta razón participó el año pasado en el concurso 'Modelo Parlamento Europeo', una experiencia que considera “inolvidable”. Su trabajo, centrado en la integración de personas con discapacidad, le sirvió para “conocer otros puntos de vista sobre un área realmente compleja y necesaria”.

Junto con otros tres estudiantes del instituto (Eva Delgado, Carlos Rodríguez y Ana Méndez) participó en la fase nacional, celebrada en Santiago de Compostela. La delegación berciana representaba a Castilla y León. Una experiencia “única”, explica Pacios, que cree que este tipo de convocatorias son positivas para acercar el funcionamiento de las instituciones públicas.

“Te crees que eres un parlamentario, trabajando en las sesiones y siguiendo los protocolos”, comenta entre risas. “Lo mejor es que te rodeas de gente que vale muchísimo, y conoces otras perspectivas y puntos de vista” de temáticas tan diferentes como el medio ambiente, la seguridad alimentaria, el empleo, el comercio internacional o los asuntos sociales.

Certámenes como el Modelo Parlamento Europeo te enseñan que tu verdad no es la única válida

“Aunque no pasamos a la fase internacional, conozco a personas que fueron seleccionadas para a ir a Eslovenia, y sus experiencias también fueron realmente positivas”. Para Olga Pacios, trabajar un tema tan complejo como la integración de personas con discapacidad le sirvió para aprender algo muy diferente de lo que normalmente se estudia en clase. “No sabía nada de eso”, dice la joven, “pero este tipo de certámenes te ayuda a comprender que tu verdad no es la única válida, existen muchos puntos de vista diferentes”.

“El sistema educativo no está bien diseñado”

Olga Pacios explica en esta entrevista que, en su opinión, el sistema educativo no está bien diseñado. No cree justo que se puedan acceder a unas titulaciones universitarias u otras según la nota, “ya que eso hace que te pelees por las décimas, y aumenta muchísimo la presión para los estudiantes”. En ese sentido, no ve lógico que en 2º de Bachillerato el alumnado se deba agobiar tanto, ya que no están bien compensados los contenidos de Secundaria y Bachiller, y en el último año de instituto siempre se exprime al máximo al profesorado y los estudiantes.

Sin embargo, según esta joven, los intentos de reforma de la educación pública no son positivos. “La LOMCE no es la salvadora”, afirma rotunda, puesto que no ve normal que, por ejemplo, la asignatura de Filosofía se considere optativa puesto que te ayuda a pensar. “Todo el mundo tiene que tener un nivel básico de cultura general, y la ley propuesta no soluciona los problemas existentes, sino que crea otros nuevos”.

A su juicio, la reforma propuesta por José Ignacio Wert no va a solucionar los problemas del fracaso escolar. En su opinión, “éste se debe a múltiples razones, y generalmente el problema principal es del alumno”, aunque cuentan muchísimo otros factores, como la familia o la responsabilidad del profesorado, al ser los pilares de la enseñanza.

En los tiempos que corren, la joven berciana cree que en algunos casos pueden faltar alicientes para motivar a los estudiantes. “Si el panorama fuera un poco más optimista y pudiéramos tener el trabajo de nuestra vida, es posible que la gente estudiara con más ganas”. Sus palabras son tajantes: “el futuro pinta negro para todos”.

“Sé que la fuga de cerebros continúa, y que algún día me tendré que ir de España”

A pesar de la crisis económica y de los recortes, Olga Pacios va a seguir luchando por su sueño: convertirse en una prometedora científica. Confiesa que “tiene miedo” a dar el salto a la Universidad, por si no le gustara lo que va a estudiar. Tiene claro, sin embargo, que le encanta la investigación desde que en el instituto comenzó a hacer prácticas entre lupas y microscopios.

“Tengo muchas ganas, y espero disfrutar mucho de esta nueva experiencia”, comenta. La joven se decidió por la Universidad de Salamanca puesto que su padre estudió allí, y tiene un recuerdo imborrable de su etapa en la ciudad charra. Una vez que termine la carrera le gustaría investigar en un laboratorio, a pesar de que la I+D en España pasa por una situación muy difícil. “Me encantaría estudiar enfermedades que siempre me han intrigado, como el SIDA”.

“La fuga de cerebros continúa y sé que algún día me tendré que ir de España”. A esta joven berciana, tan brillante como inquieta e ilusionada, no le asustan los nuevos retos ni su posible marcha al extranjero en el futuro. Ojalá que sus resultados sigan siendo tan extraordinarios como hasta el momento, ya que su deseo es volver algún día y contribuir a la ciencia española. Su brillante trayectoria, sin duda, le augura un futuro prometedor.

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