107 años de Emilia Oveja, la mujer más longeva de Laciana

Emilia Oveja, de 107 años

Luis Álvarez

Emilia Oveja Álvarez acaba de cumplir 107 años, la mujer más longeva que reside habitualmente en la comarca de Laciana, aunque en esta ocasión como el del año pasado lo ha celebrado en compañía de la familia de una de sus hijas en Madrid, a donde va regularmente a pasar algunas temporadas cada año. Habitualmente vive en Villablino la mayor parte del año junto a su hijo Modesto.

Los niños del colegio 'El Campo' de Villaseca le dedicaron unas páginas en el número de enero de este año, de su periódico 'El Pin-Txuezo'. Después de conocerla cuando acudió por Navidad al colegio a ver una función con sus compañeros de centro de día que la asociación de Alzheimer Laciana tiene en Villaseca, le hicieron una entrevista.

La entrevista de los niños del colegio 'El Campo' ofrece una singular visión, ya que los niños nos ofrecen una visión de sus intereses bastante distinta a la de los adultos. Así Emilia se convirtió en la primera portada del 2024 de 'El Pin-Txuezo', el periódico comarcal que sobrevive en Laciana.

Emilia fue entrevistada por Paula Ruiz y en el periódico escolar la definen así: “Emilia, nacida el 3 de mayo de 1917 es adorable, achuchable, entrañable, amable… No tuvo una vida fácil, pero también tiene recuerdos bonitos de cuando era moza”.

Aquí os dejamos una poesía de su querido Salientes, que ella recita con mucho cariño y orgullo: Salientes perla escondida / Entre flores se engarzaba / Y de flores guarnecida / pequeña aldea querida / donde vi la luz primera / y pasé la primavera / De los años de mi vida / Pueblo mío encantador / Que evoca en el alma mía / Y en mi infancia la alegría / Y en mi vejez el dolor / Como la virgen de las flores / Manto de fino encaje / Te dedico este homenaje / Salientes de mis amores.

Emilia una mujer con mucha vida

¡106 años! ¿No os parece increíble?

Hola suscriptores y suscriptoras, ¿Qué tal estáis? Espero que bien. El miércoles, 20 de diciembre, recibimos una visita especial de los abuelos del centro de Alzheimer que vieron la función que hicimos de Navidad. Una de las abuelas que incluso es tatarabuela, Emilia, tiene 106 años. ¿No os parece alucinante? A mi si, por eso vamos a hacerle una entrevista ¡empezamos!

Paula Ruiz - ¿De dónde eres?

Emilia – Mi madre era de Valseco y se casó allí, pero nos fuimos a vivir a un pueblo que se llama Salientes porque era mejor para el ganado y nosotros teníamos. Entonces vendieron lo de Valseco y compraron lo de Salientes.

PR – ¿A qué colegio fuiste de pequeña?

E – A uno que había en Salientes que el maestro era de Valseco.

PR - ¿En qué trabajabas de joven?

E – Arando, sembrábamos patatas, centeno, remolacha… y plantábamos berzas, repollos… y vivíamos de eso en aquellos pueblos. Iba con el rebaño de ovejas y de las cabras, porque había que guardarlas.

PR - ¿Qué recuerdos tienes de tu infancia?

E – Tengo muchos, ayudaba con el ganado, jugaba por ahí con otros niños, también iba a la iglesia a rezar el rosario, nos enseñaban doctrinas, que son cosas de la iglesia, como el Padre Nuestro. De aquella teníamos poca ropa, con la lana de las ovejas hacíamos jerséis, calcetines…

PR - ¿Cuáles eran los juegos más típicos a los que jugabas de pequeña?

E – Jugábamos a picos, que te metías detrás de un sitio y cuando iban a buscarte, salían y si te veían entonces decían: “pico”. Y a la maya: que se trataba de esconderte y luego te encontraban.

PR - ¿Cuál fue la época más feliz de tu vida?

E – Cuando era moza, tocaba la pandereta que había hecho mi padre y había bailes los fines de semana, los domingos y lo días de fiesta. Entre semana tenías que arar las tierras para cultivarlas.

PR - ¿Qué recuerdas de la guerra civil española?

E – Recuerdo cuando estalló la guerra. Luego no tenías donde comprar nada porque de aquella había falanges que era gente que iba con la guerra y lo pasé muy mal. De aquella escaseaban los comestibles, vivíamos gracias a lo que cultivábamos. No fue para nada bueno la guerra civil.

PR - ¿A qué te dedicas ahora?

E – Ahora estoy con mi hijo que es de Villablino que lo veo mucho. Tengo 4 hijos, 4 nietos, 4 biznietos y 2 tataranietos. Cuando murió el marido estuve con mi hija mayor en Barcelona que tiene ahora 86 años. Yo me casé a los 18 años, también estuve en Madrid con otra hija.

PR - ¿A qué instituto fuiste?

E – Fui al de Salientes, pero era un colegio e iban muchos niños. Vivíamos de la ganadería y la agricultura.

PR - ¿Tu vida era en blanco y negro?

E – No, había tristeza, pero también había alegría. Cuando eras moza te divertías bastante.

PR - ¿Qué piensas de los jóvenes de ahora?

No se cómo llegué a tantos años, pero se conoce que aún no tengo sitio allá, si es que hay algo

E – Que ahora los jóvenes se criaron como la espuma. Ya no tienen esa esclavitud para ir con el ganado, para ir a arar: ¿Ahora qué le falta a la juventud? Si ahora tienen de todo. Me alegro de que haya cambiado la vida y tengan una vida mejor.

PR - ¿Qué nos puedes contar de la guerra de Franco?

E – Teníamos más cosas, cuando estalló la guerra nos quedamos sin dada. Franco luego vivió en Asturias e iba a cazar salmones al río. Muy bueno no fue porque de aquello que tenías, le tenías que entregar cosas. Pero también hizo cosas buenas algo de bueno hizo: pantanos y colegios. Después de la guerra se vivía mejor que anteriormente.

PR – ¿Tienes hermanos?

E – Tenía 4 hermanos y conmigo 5. El mayor se marchó para la Argentina, uno vivía en Cuevas y tenía algunos años más que yo, y uno se murió de joven con 11 años, lo mandó el maestro a él y a otro ir a picar leña para atizar la estufa, sudaron y luego se quedaron fríos y le dio como una pulmonía y se murió. Y una niña murió al pronto de nacer.

PR - ¿Había muchas guerras cuando eras pequeña?

E – No lo sé. Yo no conocí más que esa. El que fundó el pueblo era un conde que vino de la guerra. El pueblo estaba en otro sitio, El Castro, pro luego ya lo bajaron para abajo, para donde está.

PR - ¿Qué te gusta hacer en tu tiempo libre?

E – Pues no hago nada porque del ojo izquierdo no veo nada y del otro poco, por eso vengo al centro, y hacemos cosas para entretenernos, gimnasia, ejercicios… y el que ve bien hace cuentas, pero como yo veo poco hago cosas que puedo hacer como collares de perlas.

PR - ¿Cuáles son los mejores recuerdos y malos de tu infancia?

E – Tengo más malos recuerdos que buenos, pero los más buenos los bailes de los domingos, cantar, tocar la pandereta…

PR - ¿Qué sientes al haber llegado a esa edad?

E – No se cómo llegué a tantos años, pero se conoce que aún no tengo sitio allá, si es que hay algo. Del tiempo mío por Villablino no hay nadie.

 

Etiquetas
stats