El Castillo de los Templarios y los museos de Ponferrada alcanzan un total de 82.628 visitantes en verano

César Sánchez / ICAL

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El Castillo de los Templarios y los tres museos gestionados por el Ayuntamiento de Ponferrada -del Bierzo, de la Radio y del Ferrocarril- alcanzaron un total de 82.628 visitantes durante la campaña de verano, según informaron este viernes fuentes del Consistorio de la capital berciana. Se trata del segundo verano consecutivo en que los principales atractivos de la ciudad superan los 80.000 visitantes, ya que la cifra se mantiene, con un ligero incremento respecto al período estival del año pasado.

En la fortaleza, los visitantes fueron un total de 62.279, con agosto concentrando cerca de la mitad de la afluencia total. La jornada con mayor número de visitantes a la fortaleza fue la del miércoles 8 de agosto, con cerca de 2.500, a los que se suman los 1.000 que a lo largo del mismo día accedieron a los tres museos municipales. Los visitantes mostraron su interés por la exposición permanente de la colección Templum Libri en la Biblioteca Templaria.

Además, la Oficina Municipal de Turismo de Ponferrada registró un ligero aumento en la afluencia, con un total de 29.113 visitas, 2.000 más que el año pasado. Las procedencias principales de los turistas fueron Castilla y León, Madrid, Cataluña, Galicia, Asturias y País Vasco, principalmente. Las principales demandas y consultas de los turistas tienen que ver con el Castillo, Santiago de Peñalba y el Valle del Silencio, la herrería de Compludo, Los Barrios de Salas o Las Médulas, así como con las rutas de senderismo, enoturismo y gastronomía.

En cuanto a los peregrinos, entre los más de 5.000 que durante el verano se acreditaron en la taquilla del Castillo, se mantienen los porcentajes del 65 por cinto extranjero y el 35 por ciento español. Los principales países de procedencia fueron Alemania, Italia, Francia, Estados Unidos, Canadá, Australia, Brasil, Argentina y Japón.

Las cifras indican también una progresión en el número de turistas dispuestos a realizar visitas a recursos significativos del patrimonio cultural, con el consiguiente impacto económico. Además, las cuestiones mejor valoradas por los visitantes fueron la atención idiomática prestada a pie de calle por voluntarios de la Escuela Oficial de Idiomas, así como la atención personalizada en las recepciones por parte del personal municipal y la amplitud de horarios de apertura.

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