Cómo calcular tu seguro de coche para no pagar de más
El periodo vacacional sirve para relajarse, por un lado, y para pensar en nuevos propósitos que afrontar de cara al nuevo curso, por otro. Uno de ellos es casi siempre el ahorro económico, ya que las vacaciones también nos recuerdan que al próximo julio deberíamos llegar más holgados. Los gastos fijos son un prueba de ello porque normalmente los pagamos sin preocuparnos de si estamos en las mejores manos: seguros, telefonía, compañía de luz... Muchas compañías aprovechan estas fechas y esta predisposición para lanzar ofertas interesantes. Calcula tu seguro de coche y piensa si no puedes ahorrar algo con lo que ofrecen otros en el mercado.
No es ninguna tontería. Los gastos fijos representan un porcentaje en nuestra economía doméstica fácilmente reducible pero a los que apenas prestamos atención. Bien por pereza, bien porque nos resulta demasiado trabajoso estar comparando qué es lo que ofrecen otras compañías.
Pero merece la pena dedicarle un poco de tiempo, aunque sea mínimo. Los seguros están asociados a una eventualidades y deberíamos tener claro qué cubre, hasta cuánto cubre y de qué forma, porque cuando llega el incidente, a veces, no tenemos ningún tiempo de reacción.
Internet, por fortuna, ha ayudado mucho a que la pereza o la dificultad se disipen ya que, por un lado, ofrece comparadores de diferentes compañías para que podamos ver, según nuestro caso particular, cuál es la opción que más nos conviene.
Igualmente, no sólo comparadores, también ofrece calculadoras que funcionan de una manera muy sencilla para que nos hagamos una idea de lo que podríamos pagar por nuestro seguro de coche y qué es lo que estamos pagando efectivamente.
Hacerlo es muy sencillo y sólo tendrás que cumplimentar un formulario en pocos pasos. Para empezar, tendrás que señalar cuál es la marca de tu coche y el modelo. Tras ello, indicar el número de puertas, la potencia del motor o el número de versión.
A continuación, tendrás que especificar la fecha de matriculación y, a partir de ese momento, la mayoría de los datos tendrán que ver con tus hábitos y con tu experiencia como conductor: la localidad donde vives, para qué sueles coger el coche, dónde duerme, que edad tienes y cuándo te sacaste el carné. Sólo con estos datos, se te puede calcular de cuánto podría ser la póliza y qué es lo que te cubriría en caso de algún accidente o contratiempo.
Una vez calculado el importe, podrás tomar la decisión de seguir como estás o cambiar. O podrás no tomar ninguna decisión, pero lo cierto es que, por lo menos, has podido conocer cómo está el mercado y qué sería lo justo que pagases por lo que tienes.
Y si te has animado, puedes continuar con las tarifas de la luz con los múltiples comparadores que existen en internet. Si te quedan fuerzas, la gran batalla la librarás con la fibra óptica y el móvil. Si sales victorioso, tendrás todo el curso la tranquilidad de no estar tirando el dinero alegremente y en las siguientes vacaciones no tendrás remordimientos en comerte un helado todas las tardes.
