Baches y chapuzas asoman en el Paseo de Salamanca apenas tres meses después de su asfaltado

Uno de los grandes baches surgidos en apenas unas semanas.

Una chapuza con mayúsculas. Las obras de asfaltado del Paseo de Salamanca, culminadas hace apenas tres meses en la capital leonesa, están sembradas de baches y otros muchos desperfectos que desesperan a diario a cientos de conductores.

Se cuentan por más de una docena los socavones aparecidos en este corto período de tiempo, alguno de ellos de una gran profundidad, hasta el punto de que los más grandes han tenido ya que ser parcheados, como es el caso de uno de más de medio metro de longitud en las proximidades del paso de esta transitada carretera por debajo del puente de San Marcos.

Las obras de asfaltado del Paseo de Salamanca arrancaron concretamente el 16 de octubre de 2018, justo después de que se concluyeran en la carretera del lado opuesto del río Bernesga, en el Paseo de la Condesa de Sagasta, y se dilataron por espacio de más de dos semanas.

Los trabajos fueron realizados por la empresa berciana Excarbi, adjudicataria del contrato del Plan Municipal de Asfaltado impulsado por el Ayuntamiento de León para los años 2018-2019, con un coste conjunto para los dos años de dos millones de euros a razón de un millón por año. Se trata de la misma empresa que también ha acometido a principios de este año el llamativo proyecto del 'tatuado' de cuatro escudos de León en la nueva carretera de Ordoño II, con un polémico coste de 6.112 euros, y que en pocas semanas ha visto cómo su pintura se ha ido desintegrando.

En principio, la renovación del firme del Paseo de Salamanca no estaba en la lista de las 42 calles inicialmente elegidas por la Concejalía de Infraestructuras para esa anualidad, aunque se benefició de la ampliación de los viales acordada a posteriori aprovechando que el contrato municipal se había beneficiado de una considerable baja en el precio final.

Con esa baja, el equipo de Gobierno municipal del PP decidió que, en vez de ahorrarse el dinero, se ampliara el número inicial de calles a mejorar, como acabó siendo el caso del Paseo de Salamanca. El plan se dio por concluido a finales de noviembre.

Hoy, y desde hace semanas, esta carretera presenta un flamante asfalto en su largo recorrido pero excesivos desperfectos que no solo afectan al pavimento de la calzada para el tráfico rodado sino que incluso se aprecia con hoyos en los nuevos resaltes de los pasos de peatones, amén de considerables desgastes en la unión de las diferentes capas asfálticas que fueron esparcidas en su momento.

Para culminar las calamidades de esta obra, estos últimos días diversos operarios se encuentran levantando el nuevo asfalto en aquellos puntos donde se encontraban las alcantarillas de registros que se situaban en la propia carretera y que fueron sepultadas por la capa de asfalto extendida entre octubre y noviembre.

Se trata de volver a dejar a la vista y accesibles estos puntos, para lo que una serie de vallas y conos señalizan los puntos donde se encuentan trabajando para no dejar condenados esos registros. Un añadido más al enfado de los muchos conductores que transitan por esta avenida paralela al Bernesga.

'desenterrar' los registros que el asfalto sepulto en noviembre.

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