CCOO y el sindicalista que se 'infiltró' en Glovo inician una ofensiva contra las compañías de reparto online

Comisiones Obreras reparte folletos informativos entre los repartidores. / Foto CCOO

Ángel Villaescusa / Eldiario.es/cyl

Hace una semana, el responsable de CCOO Servicios en Valladolid, Raul García Agudo, se infiltró en una entrevista de trabajo para un puesto de repartidor. Quería comprobar en primera persona las condiciones de los riders, aunque las empresas de reparto online aseguren hasta la extenuación que no existe una relación laboral.

De hecho, varias sentencias han validado el modelo de estas empresas, al considerar que lo que se da entre repartidores y la compañía es una relación mercantil y no laboral.

Sin embargo, este viernes, CCOO de Castilla y León ha convocado una protesta en uno de los centros neurálgicos de reparto de Valladolid para pedir que las empresas regularicen a los 'riders' como asalariados, al creer que se trata de trabajadores encubiertos. Se calcula que existen unos 3.000 en toda la Comunidad y muchos de ellos en la provincia de León, sobre todo desde que la empresa Glovo recaló en León capital a principios de este año.

García Agudo solicitó por internet la entrevista de trabajo en la principal compañía de reparto vía aplicación de Valladolid, que cuenta con cerca de 500 riders registrados. Cuando se reunió con los responsables de contratación, le vendieron el empleo como si fuese una oportunidad maravillosa. Pero a él, que conoce bien la legislación laboral, las condiciones parecieron “absolutamente aberrantes”.

“Te dicen que en la empresa puedes trabajar lo que quieras y ganar en función de los pedidos que aceptes”, explica García Agudo a eldiario.es. “Te mienten a la cara; no es cierto que puedas elegir tú las horas. Debes tener disponibilidad horaria hasta que consigas una valoración muy alta por parte de los usuarios. Eso no se le puede pedir a un trabajador por cuenta propia”.

Jornadas maratonianas, nula cobertura médica, sueldos alejados del SMI, desembolso previo de más de 100 euros todo para que la app te permita aceptar pedidos. “Soy ingeniero informático y me parece terrible que haya gente que utilice la tecnología para enriquecer a cuatro socios a costa del trabajo de miles de personas”, relata. “Haciendo cálculos, para cobrar el Salario Mínimo Interprofesional, tendría que haber estado trabajando unas 15 horas al día como rider”.

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