Gobierno y Junta dicen que fue “correcta” la gestión del temporal admitiendo que mucha gente “no tuvo un día normal”

El consejero de Fomento y Medio Ambiente, Juan Carlos Suárez-Quiñones, y la delegada del Gobierno en Castilla y León, Mercedes Martín, se reúnen en el marco de la coordinación Junta-Estado en materia de vialidad invernal. / Leticia Pérez / ICAL

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El episodio de nevadas que comenzó el pasado jueves condicionó el acceso a nueve núcleos rurales del área de Villablino, en León, y afectó a un centenar de personas que residen en estos pueblos, y en la que fue necesaria la actuación de la Unidad Militar de Emergencias (UME), que hoy indicó que no fue necesaria la utilización de generadores.

Además, 'torpedeó' las comunicaciones telefónicas y el suministro de luz en esta comarca de Laciana y también en la Ribera del Órbigo, en localidades del entorno de Carrizo, donde otra decena de localidades estuvieron sin electricidad al menos durante un día.

Este es el único 'parte de daños' que han destacado hoy en una comparecencia conjunta la delegada del Gobierno en Castilla y León, Mercedes Martín, y el consejero de Fomento y Medio Ambiente de la Junta, el leonés Juan Carlos Suárez-Quiñones, quienes consideraron que “la respuesta dada para la envergadura de la nevada ha sido correcta” a pesar de que entendieron que “mucha gente no tuvo un día normal”.

Ambos realizaron un seguimiento esta mañana de los principales medios con los que cuentan para afrontar la campaña de vialidad invernal 2019-2020, que comenzó el 1 de noviembre y que finalizará el próximo 30 de abril, si bien, tal y como coincidieron, “esto no significa” que no estén “atentos y preparados si se producen episodios antes o después de estas fechas”.

En el caso de este último, que planeó principalmente sobre la montaña leonesa, apelaron a la “responsabilidad” ciudadana para “minimizar riesgos”, mantener la “paciencia” y hacer caso a las recomendaciones.

También hicieron mención a las empresas suministradoras de energía eléctrica, sobre las que elaborarán un análisis de lo ocurrido, avanzaron, para a continuación considerar que “hicieron todo lo posible” y que “no siempre es fácil llegar a los lugares donde se encuentran exactamente las torretas”. “En algunos lugares la luz se recuperó a las doce de la noche, lo que significa que estaban trabajando a esas horas”, alabó el consejero.

El motivo de la reunión de hoy, a la que asistieron los responsables de los equipos que participan en los planes de vialidad invernal de ambas administraciones, es “intensificar las fórmulas de coordinación y colaboración”, dentro de las competencias que cada una tiene establecidas al servicio del ciudadano, “para garantizar el mejor estado posible de las carreteras ante situaciones meteorológicas extremas”.

Así, Martín indicó que “pueden darse situaciones, por la intensidad de las nevadas o de otras condiciones meteorológicas extremas, que obliguen a recomendar a la ciudadanía que no utilicen determinadas vías y también a exigir el uso de cadenas o incluso a prohibir transitar por determinados tramos”. En estos casos, pidió “comprensión y colaboración”. “Lo importante es dar una respuesta ágil y eficaz lo más rápido posible. Este último episodio nos ha servido para la puesta en marcha práctica del operativo”, indicó.

Suárez-Quiñones puso el acento, además, en que es “fundamental la concienciación de la población sobre la necesidad de seguir los consejos y recomendaciones de autoprotección que se emiten ante las posibles situaciones de alerta”. Con este objetivo es “sumamente importante” permanecer atentos a las informaciones oficiales transmitidas y seguir las indicaciones de Protección Civil, de la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet) y de la Dirección General de Tráfico (DGT).

Garantizar la seguridad

La premisa general de Gobierno y Junta es “garantizar la seguridad” en el movimiento de personas y mercancías por carreteras estatales y autonómicas en situaciones meteorológicas adversas. Para ello, los principales objetivos son la prevención de la formación de placas de hielo sobre las calzadas cuando se esperen heladas; la información a los usuarios de las carreteras de cualquier incidencia con la antelación suficiente y, en caso de nevadas, la retirada de nieve para reducir las perturbaciones al tránsito de vehículos.

Para el operativo que se extenderá al menos hasta el fin de abril, la Administración General del Estado dispone, para mantener limpios sus 5.600 kilómetros de carreteras (2.400 de autovías y autopistas y 3.200 de vías convencionales), de 413 máquinas quitanieves, 174 estaciones meteorológicas, silos y depósitos para 86.000 toneladas de sal, depósitos para 4,7 millones de litros de salmuera y 72 plantas para fabricarla, extender mejor la sal y evitar la formación de placas de hielo.

También cuenta con unos 3.000 profesionales entre las demarcaciones de carreteras, la DGT, Guardia Civil de Tráfico, Protección Civil, Aemet, concesionarias de autopistas y la UME. De ellos, un millar está adscrito a las demarcaciones de Carreteras, contando a los de las empresas que tienen adjudicadas las labores de conservación de los distintos sectores en los que se divide la comunidad autónoma.

Además se suman 1.500 agentes de la Guardia Civil, 300 miembros de la UME y 150 personas con las que se cuenta en los comités ejecutivos de Emergencias, la Aemet y el Centro de Control de Tráfico de la DGT, que cuenta, si es preciso, con 16 trabajadores por turno para cubrir las 24 horas del día en caso de episodio de nevadas. Para las carreteras, dispone de un circuito cerrado con cámaras de televisión, estaciones meteorológicas y casi 1.200 paneles de mensaje variable instalados.

Por su parte, la Junta desarrolla su campaña de riesgos invernales en coordinación con las consejerías de la Presidencia, Sanidad, Educación, Familia e Igualdad de Oportunidades y Cultura y Turismo, así como con las delegaciones territoriales de la Junta en las nueve provincias, las administraciones locales y la Administración General del Estado.

Precisamente a finales de octubre, el consejero de Fomento y Medio Ambiente se reunió en la sede de la Agencia de Protección Civil con los delegados territoriales de la Junta en las nueve provincias para profundizar y actualizar los protocolos de actuación en cada una de las provincias y de activación del Plan de Protección Civil de Castilla y León (Plancal) en sus distintos niveles. Su objetivo es “garantizar la coordinación” en todos los servicios que pueden verse afectados: atención sanitaria, suministro de empresas proveedoras de servicios básicos o la vialidad de las carreteras.

Los medios de la Junta

El operativo de riesgos invernales de la Junta de Castilla y León cuenta con 1.442 profesionales y 2.471 voluntarios de 107 asociaciones y agrupaciones de Protección Civil. Se añaden 146 quitanieves y 123 almacenes de fundentes propios, que se completan con las dotaciones del Estado y de las diputaciones provinciales y ayuntamientos, todos, en palabras de Suárez-Quiñones, “con una clara vocación de colaboración y coordinación para reducir el tiempo de atención y respuesta, garantizando una actuación eficaz ante cualquier incidente”.

El dispositivo cuenta también con la colaboración de las empresas de suministros y prestación de servicios básicos, como luz, agua, gas y combustible, telefonía, autopistas, transportes, etc., todo ello bajo la coordinación del Centro de Emergencias de Castilla y León 1-1-2.

Además, se podrán movilizar todos los recursos sanitarios, con 29 hospitales y 277 centros de salud y puntos de atención continuada, tres helicópteros sanitarios, 159 unidades de soporte vital, básico y avanzado y 377 ambulancias colectivas y convencionales.

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