Experiencia veterinaria leonesa en la trinchera para proteger nuestra alimentación

Los leoneses, aunque algunos sean de adopción , Andres Otero (segundo por la izquierda), y Juan José Badiola (tercero por la derecha), entre el Comité Consultivo de Mercadona. / Foto Álvaro Hurtado

C.J. Domínguez

A las diez de la noche suena un teléfono en un domicilio de León. Al otro lado se identifican: “Llamo de Mercadona. Tenemos un problema alimentario grave y hay que identificarlo y frenarlo en seco en media hora”. Así comienza una escena de nervios y tensión, de auténtico estrés, porque lo que está en juego son dos cosas vitales: la salud de los consumidores; y el prestigio comercial de una marca de primera.

La llamada puede ser perfectamente real, de hecho ha ocurrido más de una vez. Lo que no es real es el caso, el problema grave. Se trata solo de un simulacro con apariencia de veracidad, como todo simulacro que se precie. Es una de las muchas maneras que en este caso la compañía Mercadona, líder en supermercados de alimentación en España, tiene de someter a prueba un complejo entramado de controles de calidad.

De esos estrictos controles no sólo se encarga el Departamento de Calidad de la compañía, a pesar de que ellos lo hagan “día a día y con muchísima antelación” a cualquier posible inconveniente. Existe además un grupo de sabios, un llamado Comité Científico Consultivo, un equipo de aquellos que posiblemente más experiencia sumen en España de microbiología, patología animal, toxicología, nutrición, pesticidas o cosmética. Pues bien, de los seis miembros que componen este comité, tres están vinculados a León.

Por un lado, Andrés Otero Carballeira. Doctor en Veterinaria y catedrático del departamento de Higiene y Tecnología de los Alimentos de la Universidad de León, es experto en microbiología sanitaria de los alimentos.

Más mediático aún es Juan José Badiola, experto europeo en patología animal y presidente de este Comité de Mercadona. Nacido en el pueblo de Tolibia (municipio de Valdelugueros), es doctor en Veterinaria por la Complutense, catedrático de Sanidad Animal de la Universidad de Zaragoza, preside la Agencia Aragonesa de Seguridad Alimentaria y es miembro de la red EREN de riesgos emergentes.

Además, fue miembro del Consejo de Estado y director del Centro de Referencia de las Encefalopatías Espongiformes Transmisibles. Habrá quien le recuerde porque esto último le convirtió en una 'estrella' mediática y científica en la gravísima crisis de las 'Vacas Locas', a partir del año 2000. Hasta 2007, España acumuló 713 casos de Escefaloptía Espongiforme Bobina, con 277 casos en Galicia y 175 en Castilla y León, la segunda comunidad.

En tercer lugar, la foto del familia 'leonesa' del Comité de Mercadona se completa con Daniel Ramón Vidal, catedrático de Tecnología de los Alimentos de la Universidad de Valencia y actualmente vicepresidente I+D en Nutrición y Salud Archer Daniels Midland Co, y director de ADM Biopolis. Su vinculación con León fue de varios años, ya que entre otras cosas hizo su doctorado en el Departamento de Genética Molecular de la empresa farmacéutica Antibióticos SA.

La lista de completa con María Pilar Vinardell, experta en toxicología y cosmética; Arturo Anadón, en toxicología y pesticidas; y Andreu Palou, en nutrición. Capitaneados todos ellos por Luis Pla, director de Calidad de Mercadona desde 1999.

Este grupo de fuerte ascendiente leonés lleva “16 años, o quizá 19, no llevo la cuenta”, admite Otero Carballeira, quien relata también que pertenecer a él tiene “mucho que ver” con haber sido todos ellos miembros en su día del Comité Científico de la Agencia Española de Seguridad Alimentaria y Nutrición. “Jugamos un papel importante, por eso no es extraño que acudieran a nosotros”, resalta.

Otero considera que tanto Mercadona “como me consta que todas las grandes cadenas” dedican “lo suficiente” a dar garantías sanitarias casi plenas y anticiparse a muchos problemas: esa es la clave. “Para ellos el apoyo científico es importante y es en parte por eso, y por sus esfuerzos, por lo que realmente nunca ha habido un problema de salud importante”. Bueno, porque se evitan en la mayoría de los casos incluso antes de que puedan producirse y también, admite, porque “las grandes compañías gestionan muy bien la información” y si hay algún 'desliz' se suele gestionar con discreción.

El catedrático aprovecha para reconocer que el prestigio de los estudios de Veterinaria en León está detrás, junto a la importancia histórica de la industria farmacéutica y química leonesa, del hecho de que haya tanto leonés en un comité así. Y eso que, plenamente coincidente con la profesión, lamenta el trato que la administración le da a los profesionales veterinarios dentro de la salud y la sanidad. “No tenemos un reconocimiento como eslabón de la Sanidad en las políticas, la administración no nos lo reconoce”, censura.

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