Placeres que empiezan abriendo boca

Teresa García González gastronomía blog viajes

Teresa García González

Comer es una de las necesidades básicas del ser humano, pero también forma parte de nuestra cultura, nuestro arte, nuestra sofisticación como personas conscientes. Para mí se ha convertido en uno de mis mayores placeres: masticar, saborear lentamente, mezclar sabores explosivos, y acompañar con una buena bebida, por ejemplo, con un buen vino bien elegido para la ocasión.

Cuido mucho de mi alimentación, y lo hago de forma sabrosa, sin excesos, ¡y siempre termino con un buen postre! Me gusta mucho comer fuera, pero prefiero hacerlo en casa. Controlo lo que como y sé cómo ha sido elaborado cada plato.

Me gusta la cocina, de hecho, cocino todos los días, porque vivo sola y para comer bien hay que cocinar. Pero para experimentar, investigar, ser curioso en esta temática, hay que probar y con ello conocer, comparar y saber. Todo ello es imprescindible en mi día a día.

Con el tiempo, mi paladar se ha vuelto más exigente, fino, y para disfrutar de un buen plato, el ambiente también tiene que ser acogedor, que agrade a la vista.

Elegir tus propios ingredientes, innovar, probar, dedicarle tiempo, merece la pena, aunque el placer dure menos tiempo que la preparación. Soy muy fan del sushi, los pequeños canapés, los frascos pequeños y únicos —donde se esconden los grandes sabores—. Aunque un buen pote tampoco viene nada mal en ocasiones.

En los últimos meses recorrido varios restaurantes con estrella Michelin, de los cuales tengo que destacar tres de ellos:

1.- El Bohío, de la mano del chef Pepe Rodríguez, en un acogedor salón, cercano, familiar. Situado en Illescas. Se define por ser una alta cocina que logra sacar el mayor partido a las raíces del chef, a su tierra, con ingredientes locales que culminan en recetas que aportan una exposición de sabores.

2.-Diverxo, de la mano del chef David Muñoz, es una alta cocina internacional, con una decoración particular plagada de cerdos voladores. Al mismo tiempo, cada mesa logra crear un espacio de intimidad gracias a unas cortinas que la rodean.

Tengo que felicitar la atención, la sabiduría del sumiller, y su capacidad didáctica y delicada a la hora de hacernos un repaso internacional sobtre todos los caldos que nos ofreció. Respecto a los platos, son muchos, variados pero, sobre todo, una gran experiencia, un juego divertido, que te transporta a cada país, con sabores típicos que se iban combinando de forma perfecta. Diverxo está en el mismo hotel NH, Calle de Padre Damián, de Madrid.

Me acerqué también al restaurante callejero que tiene el mismo chef, David Muñoz, Streetxo, en el cual no aceptan reservas, tienes que procurar ir de los primeros para entrar, y no te libras de hacer cola. Es más apto para todos los públicos, eliges los platos principales y tapas que deseas, pero eso no evita que tengas una experiencia gastronómica fantástica, con grandes explosiones en la boca que no te puedes perder. Se sitúa en el mismo Corte Inglés en la planta de arriba, en Calle Serrano, Madrid.

3.- El tercer restaurante del que me gustaría hablar es ABAC, de la mano del chef Jordi Cruz, en el hotel que lleva su mismo nombre, en el corazón de Barcelona. Su decoración es muy refinada, me impresionó experimentar el sabor en la propia cocina de sus aperitivos, al mismo tiempo que todos trabajaban sin parar. Brillante para un paladar sublime. El final también es para recordar. Al postre se le acompaña un globo lleno de helio para jugar y hacer voces graciosas. ¡Mortal!

También me gustaría destacar dos experiencias que he tenido recientemente también. Los restaurantes Kibuki Wellington y DSPEAKEASY, ambos en Madrid.

El restaurante Kabuki, de Ricardo Sanz, como buena aficionada al sushi, destaca por una cocina japonesa fusionada con la mediterránea, destacado por un espacio íntimo. Piezas exquisitas, que puedes disfrutar viendo cómo se preparan en el momento, a la vista desde tu propia mesa.

Despeakeasy es el nuevo restaurante liderado por Diego Guerrero (tras 5 años liderando su otro restaurante Dstage), situado en El Barrio Salesas de Madrid, y que destaca por su formato más informal respecto a sus otros restaurantes.

Comer bien no tiene por qué ser más caro que comer mal. Cierto que el dinero facilita acceder a ciertos alimentos o condimentos, pero la clave está en la organización y la gestión de esos alimentos. El tiempo dedicado a la cocina, y cuando vas al supermercado no elegir los productos precocinados y rápidos, comidas cómodas o los de buen ver.

Los productos frescos, destacando la carne, el pescado, la verdura y la fruta son los que más pesan. Pero lo diferente, lo único, lo sabroso y lo importante es qué cocinar con ellos.

Lo mismo sucede con los restaurantes. He visitado lugares cuya calidad en la comida y el precio eran accesibles y aptos para todos los públicos, con una combinación calidad y sabor perfectas. Y, por el contrario, he sufrido el pagar un dineral por un menú que no lo merecía, incluso el producto era muy mejorable.

Estos y otros muchos ejemplos, tratan de explicar una de mis convicciones más personales. La gastronomía es explorar, abrir la mente y probar nuevos sabores, exprimir cada plato como si fuera el último. No siempre las apariencias determinan el sabor de las cosas. Prueba y después juzga, como la vida misma.

Web: tessastreetlife.es

Instagram: @tessa_streetlife_for_authentic

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